Las plantas se reproducen por semillas en la mayoría de los casos. Pero hay métodos alternativos, por ejemplo los esquejes y los injertos.
¿Qué es un esqueje y por qué hacerlo?
Un esqueje es una parte de la planta que se utiliza para desarrollar una planta nueva idéntica a su madre. Es una buena manera de conseguir nuevas plantas para el jardín o la huerta. Pero ¿por qué hacerlo así y no con semillas?
Porque no todas las plantas pueden multiplicarse por semillas.
Porque así se puede clonar una planta de la que se quiera conservar sus características.
Porque es rápido y económico.
Diferentes tipos de esquejes
No todas las plantas se pueden esquejar de la misma manera. Algunas brotan mejor de una parte que de otra. Los principales tipos de esqueje son:
- Esqueje de Tallo Tierno o Herbáceo
Se toma en primavera o verano un tallo tierno, joven, que todavía no se haya endurecido. El enraizamiento es rápido y va muy bien para plantas ornamentales como los geranios y también en semiarbustivas (como la margarita o la lavanda), coníferas y otras perennes.
- Esqueje Semileñoso
Tallos jóvenes, ligeramente leñosos por abajo pero todavía tiernos por arriba. Son los esquejes más comunes para coníferas, trepadoras y arbustos perennes y caducos, como las aromáticas leñosas más típicas (laurel, romero, salvia, lavanda, espliego, tomillo...).
Según la especie, se puede esquejar entre primavera y principios de otoño.
- Esqueje Leñoso
Son las ramas maduras, de años anteriores, que deben ser preparadas con antelación y paciencia, pues tardan meses en enraizar. El mejor momento es a finales del invierno, cuando debes cortar, deshojar y enterrar casi completamente las ramas de arbustos y árboles perennes y caducos.
Este tipo de esqueje es muy común en plantas ornamentales como el rosal, así como en frutales como el manzano, el peral, la vid, el olivo o la higuera.
- Esqueje de Hoja
Se trata de hojas completas, porciones de hojas y hojas con peciolo (el rabito). Este tipo de esqueje funciona bien con plantas ornamentales como begoña, violeta africana, prímula y plantas crasas.
- Esqueje de Raíz
Aprovecha el tiempo de latencia de la planta, el invierno, para extraer el esqueje de raíz. Consiste en un pedazo de raíz, preferiblemente carnosa, de una planta joven y sana.
Olivos, manzanos e higueras son algunos de los árboles que admiten este tipo de esquejado.
¿Cómo Plantar Esquejes?
Se pueden esquejar la mayoría de las plantas más comunes de nuestros tiestos, jardines y huertos. Es común hacer esquejes de rosal, por ejemplo, así como esquejes de geranio o de hortensia. Pero también de árboles frutales, como el olivo, el manzano o el peral.
Salvo en el caso de los esquejes de raíz, el mejor momento suele ser en primavera u otoño, cuando el clima templado, la humedad y la biología de la planta favorecen en enraizamiento y el agarre.
Cada especie vegetal tiene sus exigencias, por lo que no es posible explicar aquí, al detalle, cada posibilidad. Pero, en términos generales, el procedimiento es como sigue:
1. Utilizar unas buenas tijeras de podar o una navaja bien afilada para cortar la parte de la planta que se va a esquejar. Asegurarse de que el utensilio está limpio, ya que es muy fácil transmitir enfermedades (hongos, por ejemplo).
El corte debe ser limpio, sin causar daños. Si se va a utilizar un tallo, que tenga entre 5 y 20 cm, con unas cuatro o cinco yemas (los engrosamientos de los que brotan las hojas y otros tallos), hacer el corte en bisel justo por debajo de la yema inferior, la parte que se entierra, y justo por encima de la yema superior, la parte que quedará al aire.
Cuando sea un esqueje de raíz, cortar un pedazo de unos 5 cm de largo y unos 2-3 cm de grosor como máximo.
2. Retirar las hojas inferiores del tallo y dejar solo dos o tres en la parte superior, si las hay. Así el esqueje podrá respirar, pero se evitará la desecación por respiración.
Si se trata de un esqueje de hoja y esta es grande, se puede recortar un poco respetando el nervio central.
3. Colocar el tallo en un recipiente con agua con un producto enraizante. También se puede hacer directamente en tierra húmeda (sustrato universal, turba negra o lana de roca) en un semillero, maceta o recipiente, también impregnados de enraizante. Esta quizá sea la mejor opción para los esquejes de hoja.
Por su parte los esquejes de raíz no necesitan más que ser enterrados verticalmente en la turba o sustrato, dejando al aire una mínima porción superior.
4. Las raíces brotarán en unas semanas, según el tipo de esqueje y cuándo se hayan plantado. Durante todo este tiempo hay que asegurarse de que la tierra esté húmeda.
5. Una vez se tengan las raíces, ya se puede trasplantar el esqueje en su lugar definitivo, con mucho cuidado de no dañarlas.
Fuente: EcoAgricultor
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