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miércoles, 16 de octubre de 2024

Dominar a las Masas

El nuevo “Pacto por el Futuro” de la ONU y
sus ecos de planes elitistas del pasado


La última versión del Pacto por el Futuro, presentada el 27 de agosto, guarda un parecido asombroso con las “acciones de gobernanza ambiental recomendadas” que promueve la Global Challenges Foundation. Esto no es una coincidencia, dada la tendencia de la Fundación a promover una marca de sostenibilidad que sirva a los intereses de los poderosos a expensas de los marginados.

El Pacto, cuya adopción está prevista para la Cumbre del Futuro del 22 de septiembre, es una clase magistral de retórica alarmista, que advierte sobre una “profunda transformación global” y “riesgos catastróficos y existenciales” que amenazan con sumergir a la humanidad en un “futuro de crisis y colapso persistentes”.

Pero no nos dejemos engañar por el lenguaje apocalíptico: esto no es más que un intento de afianzar aún más el status quo. Los autores del Pacto quieren hacernos creer que las “elecciones que hacemos” son las principales causas de estos riesgos existenciales, pasando convenientemente por alto el papel de las injusticias sistémicas y la búsqueda voraz de ganancias que sustentan nuestro orden económico actual.

El “terrible sufrimiento” que padecen “nuestros semejantes” no es un fenómeno natural, sino más bien una consecuencia directa de las políticas neoliberales que nos han impuesto las mismas élites que ahora afirman ser nuestros salvadores.
La “corrección del rumbo” propuesta en el Pacto es poco más que una hoja de parra, diseñada para ocultar el hecho de que el único “futuro de crisis persistente y colapso” que debemos temer es el que inevitablemente resultará del dominio continuo de las mismas estructuras de poder que nos han llevado a este precipicio.
El llamado de las Naciones Unidas a un sistema de gobernanza global actualizado, aparentemente para salvaguardar los intereses de las generaciones presentes y futuras, intenta una vez más consolidar el poder e imponer un régimen draconiano de control.

La propuesta de “gestión de shocks globales complejos” es un eufemismo para designar una mayor erosión de la soberanía nacional y la imposición de una solución única para los problemas del mundo, dictada por los mismos burócratas no electos que nos han llevado al borde del desastre.
No es coincidencia que la adopción de este nuevo marco de gobernanza tenga lugar exactamente 33 años después de que la infame “Iniciativa para la Carta de la Tierra Eco-92” circulara en una conferencia en Des Moines.
Este documento, escrito por la Secretaría del Orden Mundial del Club Cobden, dejó al descubierto las verdaderas intenciones de la élite global: imponer un régimen de control de la población, aplicado por el Consejo de Seguridad mediante una combinación de coerción económica y fuerza militar.

El lenguaje es directo e inequívoco: “el Consejo de Seguridad informará a todas las naciones que su tolerancia sobre la población ha terminado”, y que “todas las naciones tienen cuotas de REDUCCIÓN sobre una base anual” – cuotas que se aplicarán mediante “embargo selectivo o total de crédito, artículos comerciales incluyendo alimentos y medicinas, o por la fuerza militar, cuando sea necesario”.

Esta no es una receta para el desarrollo sostenible ni para la protección del medio ambiente, sino un plan para un orden mundial totalitario, en el que los derechos y las libertades de los individuos están subordinados a los caprichos de una élite autodesignada.

El hecho de que este documento haya circulado en preparación para la conferencia de las Naciones Unidas sobre medio ambiente en Río de Janeiro en 1992 es un recordatorio de que la agenda de control de la población y la gobernanza global se ha estado gestando durante mucho tiempo y que la última encarnación de esta agenda, el Pacto para el Futuro, es simplemente la última iteración de una campaña de décadas para imponer un futuro distópico a la humanidad.

En este escalofriante documento se ponen al descubierto las verdaderas intenciones de la élite mundial. El Consejo de Seguridad, dominado por las grandes potencias anglosajonas, asumiría una autoridad absoluta sobre todas las naciones, dictando cuotas de población y aplicándolas mediante el estrangulamiento económico, la fuerza militar o cualquier otro medio que se considere necesario. La noción de soberanía nacional quedaría reducida a una pintoresca reliquia de una era pasada, mientras el Consejo de Seguridad afirma su “total jurisdicción jurídica, militar y económica” sobre todas las regiones del mundo.

Pero eso no es todo: el Consejo de Seguridad también se haría con el control de todos los recursos naturales, incluidas las cuencas hidrográficas y los grandes bosques, para que sean explotados y preservados en beneficio de las grandes naciones. Esto no es más que un modelo para una cleptocracia global, en la que se saquean los recursos de la mayoría para enriquecer a unos pocos. Los documentos revelan una visión del mundo en la que los fuertes hacen lo que quieren y los débiles sufren lo que deben.


El velo del secreto se ha levantado, apenas un poco, sobre los Cobden Clubs, un grupo de expertos que difundía la ideología del “sistema racial anglosajón” británico. Un documento filtrado, cortesía del ingenioso compañero del consultor empresarial George W. Hunt, ha arrojado luz sobre la verdadera naturaleza de esta reunión de élite. El contenido de este documento es un importante recordatorio de que la búsqueda de poder y control no conoce límites, ni siquiera los de la decencia o la moralidad.
Las inquietantes similitudes entre las reflexiones de los Clubes Cobden y las recientes propuestas de la Fundación Desafíos Globales, el Instituto Potsdam para la Investigación del Impacto Climático y la Universidad de las Naciones Unidas son una dura advertencia de que, cuanto más cambian las cosas, más siguen siendo iguales.
La población mundial ha crecido de 5.400 millones a 8.200 millones desde 1991, y sin embargo, las soluciones que ofrecen estos autoproclamados guardianes del planeta son nada menos que draconianas. Se han quitado los guantes y las verdaderas intenciones de estas organizaciones han quedado al descubierto.
La propuesta conjunta de estas organizaciones es una clase magistral de doble discurso, un ejercicio cínico de rebautizar la misma vieja búsqueda de poder como un esfuerzo benévolo para “proteger” a la humanidad.

El concepto de “bienes comunes globales”, que en su día fue una idea noble, ha sido secuestrado para justificar la gestión colectiva del aire que respiramos, el agua que bebemos y la tierra que habitamos. La atmósfera, la hidrosfera, la biosfera, la litosfera y la criosfera están todas bajo la gestión, el control y el dictado de una camarilla de élites autoproclamadas. La pregunta es: ¿quién decide qué constituye un “punto de inflexión peligroso” y quiénes serán los beneficiarios de este gran experimento de gobernanza global?

El canto de sirena de la gobernanza global nos llama, prometiendo una sinfonía armoniosa de regulación y control, todo en nombre de la protección de los “bienes comunes del planeta”. Pero si rascamos un poco más la superficie, se hacen evidentes las verdaderas intenciones de este gran plan.
La estructura de gobernanza “anidada” propuesta, con sus múltiples capas de regulación y supervisión por parte de un organismo de gobernanza global, es simplemente un modelo para un régimen totalitario. La fragmentación de la soberanía nacional y los enfoques compartimentados de la protección ambiental deben ser reemplazados por una solución monolítica, de talla única, dictada por una élite autodesignada.
¿Y quiénes son los arquitectos de este gran plan? La Fundación Desafíos Globales, fundada por el multimillonario financiero László Szombatfalvy, con su objetivo declarado de desarrollar “modelos mejorados de toma de decisiones globales”. Mejorados, es decir, para el beneficio de la élite global, no de las masas.

La solución propuesta a este “problema” inventado de la “ superpoblación ” es un ejemplo escalofriante del impulso totalitario en acción. Un nuevo tratado global, que obligue a los países a fijar objetivos de población cada cinco años y un plan para alcanzarlos, no es nada menos que una receta para la ingeniería demográfica a escala global.
Los ecos de la eugenesia y el control social son ensordecedores, y cabe preguntarse quién decide quién vive, quién muere y quién se reproduce. La respuesta, por supuesto, son los autoproclamados guardianes del planeta, que no se detendrán ante nada para imponer su visión retorcida a la humanidad.

La Fundación Desafíos Globales parece ser un caballo de Troya para una agenda mucho más insidiosa. Los escarceos de Szombatfalvy con el presidente del Club de Roma, Anders Wijkman, y su generosidad con el Proyecto de Superpoblación delatan una profunda afinidad con la cosmovisión maltusiana, una filosofía que considera a la humanidad como una plaga sobre la Tierra y busca imponer controles draconianos al crecimiento demográfico.
La extraña resonancia entre las opiniones de Szombatfalvy y las de los “patriotas raciales británicos” y los “patrocinadores vivos de la voluntad del gran Cecil Rhodes” es más que una coincidencia. La “Iniciativa para la Carta de la Tierra Eco-92” de este último es un claro llamado a un Nuevo Orden Mundial, en el que las “Principales Naciones del Consejo de Seguridad” dictarían los términos de la gobernanza global. Esta es la receta para una oligarquía global, en la que los intereses de los pocos poderosos serían primordiales.
La participación del Real Instituto de Asuntos Internacionales (Chatham House) y su homólogo estadounidense, el Consejo de Relaciones Exteriores (CFR), añade otra capa de complejidad a esta narrativa.
Estas organizaciones, creadas por el Movimiento de la Mesa Redonda, fueron diseñadas para promover las ambiciones imperialistas de Cecil Rhodes y la élite británica. Su objetivo final, una federación mundial de naciones, es un eufemismo para designar un imperio global, con el eje angloamericano al mando.
La idea de que estas organizaciones son simplemente centros de investigación benignos, dedicados a promover la cooperación global, es una ficción risible. En realidad, son los instrumentos enguantados de una élite poderosa, decidida a moldear el mundo a su imagen.

Como escribió el historiador del CFR y profesor de la Universidad de Georgetown Carroll Quigley en Tragedy and Hope:
“Los objetivos principales de esta elaborada organización semisecreta eran en gran medida encomiables: coordinar las actividades y perspectivas internacionales de todo el mundo de habla inglesa en una sola (que, en gran medida, es cierto, sería la del grupo de Londres); trabajar para mantener la paz; ayudar a las áreas atrasadas, coloniales y subdesarrolladas a avanzar hacia la estabilidad, la ley y el orden y la prosperidad siguiendo líneas algo similares a las que se enseñaban en Oxford y la Universidad de Londres”.

El mundo enrarecido de la élite del poder es un reino de paradojas, donde “caballeros amables y cultos” con una inclinación por las cosas buenas de la vida esconden una vena maquiavélica. La caracterización que hace Quigley de estos individuos como “muy preocupados por la libertad de expresión de las minorías y el imperio de la ley para todos” es una subestimación magistral, pues es precisamente esta fachada de benevolencia la que oculta sus verdaderas intenciones. Sin embargo, su deseo de anonimato es un indicador revelador de la naturaleza engañosa de sus esfuerzos.
El Centro Stimson, actor clave en los preparativos de la Cumbre del Futuro, es un auténtico nexo de poder, cuyos fundadores, Barry Blechman y Michael Krepon, son miembros del CFR.
El patrocinador homónimo del centro, Henry Stimson, fue un fiel defensor del CFR, y su mandato como Secretario de Guerra de los EE. UU. durante la Segunda Guerra Mundial sólo sirve para subrayar la profunda influencia de la organización en los pasillos del poder.
Un buen ejemplo es la relación incestuosa del CFR con el grupo de expertos Comisión Trilateral, fundado por David Rockefeller. Todos los presidentes del CFR desde Rockefeller han sido miembros de TriCom, una auténtica puerta giratoria de corredores de poder.
El actual presidente del CFR, David Rubenstein, es un claro ejemplo de este fenómeno, con su doble función de presidente del Carlyle Group y miembro del consejo de administración del Foro Económico Mundial. Esta última organización, principal fachada oficial de las actividades de estos grupos, es un auténtico centro de intercambio de información sobre la agenda global de la élite del poder. Los hilos de influencia que unen a estas entidades forman una compleja red de poder, diseñada para atrapar y manipular a la política global.

El Cuarto Congreso Mundial de Naturaleza, una reunión de la élite del poder en 1987, fue una experiencia reveladora para George W. Hunt, un voluntario que se topó con una camarilla de individuos influyentes empeñados en remodelar el mundo a su imagen.
La conferencia fue un auténtico "quién es quién" de la Comisión Trilateral, con la asistencia de personalidades como David Rockefeller, Edmond de Rothschild y Maurice Strong. La presencia del presidente del FMI, Michel Camdessus, y del presidente del Banco Mundial, Barber B. Conable, Jr., no hizo más que subrayar la gravedad de los debates.
Mientras Hunt escuchaba los debates, le sorprendió el cinismo y la insensibilidad de los asistentes. Los comentarios del banquero de inversiones canadiense David Lank, en particular, fueron una cruda ilustración del desprecio con el que estas personas veían al ciudadano común.
La sugerencia de Lank de que la agenda de la conferencia fuera “vendida” al público a través de un proceso que pasara por alto la democracia, para que no “devorara demasiados fondos para educar a la carne de cañón que, por desgracia, puebla la Tierra”, fue una escalofriante admisión del desdén de la élite por las masas.
El uso del término “carne de cañón” para describir a la población en general fue un ejemplo particularmente flagrante del lenguaje deshumanizador empleado por estos individuos, que veían el mundo como un mero tablero de ajedrez que podían manipular para sus propios fines.

El Cuarto Congreso Mundial de Tierras Silvestres fue, en efecto, una reunión de los sumos sacerdotes del Nuevo Orden Mundial, que se consideraban los únicos árbitros del destino del planeta. Su visión era la de un mundo en el que las masas se veían reducidas a meros peones, a ser arreadas y controladas por una élite autoproclamada.
La conferencia fue un recordatorio de que la obsesión de la élite del poder con la protección del medio ambiente no era más que un caballo de Troya para una agenda mucho más siniestra, que amenazaba la esencia misma de la democracia y la libertad individual.

David Rockefeller escribió en el libro de la conferencia Para la conservación de la Tierra:
“Sin embargo, es totalmente erróneo atribuir toda la culpa de la conducta ambiental inaceptable a la industrialización o a las grandes corporaciones. Gran parte de la devastación del medio ambiente mundial, especialmente en el mundo actual, se debe a individuos que carecen de energía y que están atrapados en una pobreza absoluta. La deforestación, por ejemplo, es a menudo más el producto de las acciones desesperadas de los pobres que de la explotación irresponsable de los gigantes industriales. Alrededor del 70 por ciento de la población mundial, en rápido crecimiento, depende actualmente de la leña para cocinar y calentarse. Las consecuencias de este hecho son poco menos que desastrosas”.

La superclase ultra rica, con su desapego olímpico de las luchas del hombre común, parece albergar un profundo desdén por los pobres, a quienes ven como nada más que una molestia a la que hay que manejar y controlar.

Los pobres, a sus ojos, son la encarnación de todo lo que está mal en el mundo: contaminan, emiten carbono y destruyen el orden natural. Son el “otro”, el enemigo de la Tierra, y deben ser gobernados por los “reyes filósofos ilustrados” que saben lo que es mejor para ellos.

El informe de la Comisión Trilateral, Más allá de la interdependencia , es un manifiesto para este nuevo orden mundial, en el que las “prácticas comerciales sostenibles” de los ultra ricos salvarán al mundo de los estragos de los pobres.
Se trata de un documento cínico y egoísta, diseñado para justificar el dominio continuo de la élite sobre las masas. Los autores del informe, sin duda, se consideran los guardianes del planeta, encargados de la noble misión de salvar al mundo de las tendencias destructivas de los pobres.

El primer Congreso Mundial sobre Naturaleza, celebrado en Sudáfrica en 1977, fue un acontecimiento decisivo en el desarrollo de este nuevo orden mundial. La presencia del banquero franco-suizo Edmond de Rothschild y del conservacionista sudafricano Ian Player no fue casualidad, dada la larga historia de colaboración entre la familia Rothschild y la empresa sudafricana de diamantes De Beers. La elección del lugar también fue probablemente deliberada, dado el papel de Cecil Rhodes en la creación de un monopolio sobre el comercio mundial de diamantes.
Rhodes, el archi-imperialista, tenía la visión de un mundo en el que el dominio británico era supremo y estaba dispuesto a hacer lo que fuera necesario para lograrlo. Su “Sociedad Secreta”, creada con el objetivo de promover los intereses británicos y sentar las bases para un nuevo orden mundial, fue un precursor de la obsesión de la élite moderna con la gobernanza global.
El hecho de que Rhodes haya podido expropiar tierras a los africanos negros e instigar la colonización de Rhodesia (hoy Zimbabwe) con impunidad es un duro recordatorio de la naturaleza brutal y explotadora del imperialismo. Y, sin embargo, ese es el legado que la élite moderna intenta seguir construyendo con su discurso sobre “desarrollo sustentable” y “ciudadanía global”.

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sábado, 12 de octubre de 2024

Estallar la Burbuja de la Inteligencia Artificial

Cómo la inteligencia artificial controlada por los globalistas 
está dando forma a una sociedad dependiente de la tecnología 
para pensar, tomar decisiones y existir.

La industria de la “IA”, en su trayectoria actual, no sólo está al borde del abismo, sino que está inflando activamente su propia versión de la burbuja puntocom: un espectáculo de exceso especulativo donde la única certeza es el estallido inminente. Estamos presenciando una era en la que las empresas, envueltas en el atractivo de la innovación futurista, se precipitan hacia la quiebra, dejando tras de sí un rastro de inversores desilusionados y promesas incumplidas.

La industria de la “IA”, en su trayectoria actual, no sólo está al borde del abismo, sino que está inflando activamente su propia versión de la burbuja puntocom: un espectáculo de exceso especulativo donde la única certeza es el estallido inminente. Estamos presenciando una era en la que las empresas, envueltas en el atractivo de la innovación futurista, se precipitan hacia la quiebra, dejando tras de sí un rastro de inversores desilusionados y promesas incumplidas.

La IA, anunciada como el presagio de un nuevo amanecer para la humanidad, hasta ahora ha ofrecido poco más que un espejismo de progreso, palabras de moda y precios bursátiles inflados.


La idea de que la IA pueda alcanzar un mínimo de humanidad no es sólo optimista, sino fundamentalmente absurda. La IA carece de la esencia de lo que nos hace humanos: alma, espíritu, el inexplicable quantum de conciencia.

Decir que su “IA” es “inteligente” es denigrar el término en sí. Aquí estamos, vendidos en la estafa más sofisticada del siglo, donde el aceite de serpiente no es sólo astuto; es digital, es omnipresente y se vende con la promesa de resolver problemas que probablemente amplificará.

En esencia, se trata de una forma sofisticada de procesamiento de datos: el aprendizaje automático, rebautizado con el nombre de "IA". No hay conciencia, ni comprensión, ni creatividad genuina; solo algoritmos que procesan grandes conjuntos de datos, a menudo recopilados sin consentimiento, para generar resultados que imitan la creación o la toma de decisiones humanas.

En esencia, los sistemas de IA, incluidos los que generan texto, arte o música, no son creadores sino imitadores sofisticados. Funcionan reconociendo patrones en los datos, que a menudo incluyen propiedad intelectual obtenida sin permiso. Esto no es inteligencia, es replicación de patrones a gran escala.

El término "inteligencia artificial" sugiere una apariencia de procesos cognitivos similares al pensamiento humano, pero lo que tenemos son algoritmos que predicen y generan basándose en patrones preexistentes, no en pensamientos originales.

Decir que estos sistemas son “inteligentes” exagera lo que realmente logran. La inteligencia implica comprensión, empatía, razonamiento y conciencia del contexto, cualidades que la IA no posee. Lo que hace la IA es predicción estadística, no comprensión. Cuando una IA gana al ajedrez o al Go, no es porque entienda el espíritu o la historia del juego, sino porque ha procesado millones de partidas para determinar la jugada óptima en cualquier escenario dado.

El incesante redoble de tambores que anuncia la era de la Inteligencia Artificial ha ido creciendo hasta convertirse en una cacofonía de exageraciones, en la que la mera mención de la IA evoca imágenes de una utopía o distopía inevitable, según quién cuente la historia. Se nos dice que nos inclinemos ante el altar de esta nueva deidad tecnológica, pero, si lo examinamos más de cerca, el ídolo no solo parece hueco, sino también algo cómico en sus afirmaciones.

La IA, tal como la presentan los heraldos de Davos y otros cónclaves similares de la autoproclamada élite, se presenta como el heraldo de la “cuarta revolución industrial”. Este término, que rezuma promesas de transformación, sugiere un salto hacia un futuro en el que la IA transformará a la humanidad. Pero, ¿dónde están, dígame, estos cambios monumentales?

La llamada revolución es simplemente una campaña de marketing bien financiada, no un cambio sustancial en la estructura de la vida cotidiana o el avance económico. En lugar de ver a la IA liderando profundos avances sociales o científicos, vemos un patrón de expectativas redefinidas. Los objetivos no solo se han movido; están en un estado de cambio perpetuo, lo que garantiza que todo lo que la IA logre lograr en la actualidad pueda etiquetarse como revolucionario. Esto no es innovación; es una ilusión, diseñada para mantener el flujo de fondos y el asombro del público.

Pensemos en las pontificaciones de figuras como Yuval Harari, que habla de la IA con la reverencia de un sumo sacerdote, pero que, cuando se le presiona, su narrativa da giros. La IA no necesita ser sensible, afirma, como si la esencia de una deidad no residiera en su conciencia sino en su destreza computacional.

Aquí radica la ironía: por un lado, la IA es el dios omnipotente de nuestro nuevo orden mundial; por otro, está despojada de las cualidades mismas que podrían justificar tal estatus divino.

La IA de Harari es un dios de la conveniencia, poderoso pero carente de las cualidades que definen la vida o la inteligencia. No se trata del amanecer de una nueva especie, sino de la reorganización de algoritmos que conocemos desde hace décadas, que se venden bajo el disfraz de la evolución divina.

¿Dónde están las manifestaciones prácticas de esta supuesta singularidad? ¿En los vehículos autónomos que todavía no pueden soportar un día lluvioso sin la intervención humana? ¿En los robots de atención al cliente que hacen que uno pase por ciclos interminables con menos eficiencia que un humano con un teléfono? Los avances, si nos atrevemos a llamarlos así, son, en el mejor de los casos, graduales y, desde luego, no son los avances que cambiarán paradigmas como nos han prometido.

Lo que se nos ofrece no es el surgimiento de una nueva inteligencia, sino la imposición de una dependencia diseñada. La IA, tal como se la promociona hoy, no es la precursora del pensamiento o la innovación, sino una mera cámara de resonancia de la contribución humana, carente de la chispa de la verdadera creatividad o comprensión.

Sin embargo, este es precisamente el panorama en el que los globalistas pueden plantar su bandera de control. Al convencer a las masas de la infalibilidad de la IA, crean una realidad en la que sus algoritmos no sólo ayudan, sino que dictan, conduciendo a la sociedad no hacia la iluminación, sino hacia una penumbra de dependencia. La seducción de la IA para el profano no reside en sus capacidades, sino en sus promesas de una vida sin el peso de la toma de decisiones o el trabajo de aprender.

Este es el truco de magia globalista: ofrecen un futuro en el que la libertad frente a la responsabilidad se vende como el máximo lujo, pero esta libertad se produce a costa de la autonomía. Es un pacto fáustico: intercambias tu capacidad de acción por conveniencia y, al hacerlo, te vuelves cómplice de tu propia subyugación a un sistema que afirma saber más.

Pensemos en las aplicaciones prácticas de la IA, o en la falta de ellas. Se nos dice que la IA está revolucionando campos como la atención sanitaria, pero ¿dónde están los frutos de esta revolución? En un país donde las herramientas de IA son supuestamente las más avanzadas, la esperanza de vida disminuye, no aumenta. Esto no es un testimonio de la destreza de la IA, sino de su impotencia. Si la IA fuera la panacea que se dice que es, ¿no veríamos una población prosperando, no simplemente sobreviviendo?

El renacimiento prometido por el WEF y sus similares no es un renacimiento a través de la tecnología, sino una regresión a un mundo donde la creatividad humana se externaliza a máquinas que pueden imitar, pero nunca innovar verdaderamente.

El giro en la narrativa de la IA como sucesora consciente de la humanidad a un mero engranaje en la digitalización de todos los aspectos de la vida delata una constatación entre la élite: su deidad digital no despertará. Por lo tanto, la estrategia cambia: si la IA no puede llevarnos a un nuevo amanecer, entonces dejémosle atarnos a un eterno ahora, donde cada aspecto de la vida está mediado por algoritmos. No se trata de mejorar la capacidad humana, sino de envolver la existencia humana dentro de una matriz digital, donde la dependencia se convierte en la nueva normalidad.

Lo que está ocurriendo no es el empoderamiento de la sociedad a través de la tecnología, sino la creación de una sociedad que dependa de la tecnología para pensar, decidir y existir. Esta dependencia artificial no es solo un subproducto de la integración de la IA en nuestras vidas; es el propósito mismo de la misma.

En este escenario, la IA no necesita ser inteligente, sólo tiene que ser indispensable. Y ahí reside el verdadero peligro: no en que las máquinas se vuelvan como nosotros, sino en que nosotros nos volvamos como máquinas, predecibles, programables y perpetuamente al servicio de quienes escriben el código.

La universidad se ha convertido en una mera cadena de mediocridad. Los graduados de hoy, con sus diplomas en la mano, a menudo entran en el mercado laboral con una ineptitud asombrosa que debería alarmarnos a todos. ¿Por qué? Porque la educación superior se ha convertido en un cóctel diluido de cámaras de resonancia ideológicas y programas de estudio degradados, a cargo de profesores que a menudo están más interesados en promover agendas que en fomentar el intelecto genuino.

Pensemos en esto: ahora tenemos una generación que puede navegar por cualquier aplicación, pero no puede hervir un huevo ni cultivar un tomate, gracias a la seductora facilidad de las comodidades modernas. Estos jóvenes adultos, o deberíamos decir, "adultos", han subcontratado sus habilidades de supervivencia a la tecnología. Desde la agricultura hasta la amistad, todo está mediado por pantallas y algoritmos. ¿Es esto evolución o estamos presenciando la atrofia de la capacidad humana bajo la apariencia de progreso?

Ahora bien, descartemos la idea de que la IA es el presagio de un futuro utópico. La IA, anunciada como la cumbre de la sabiduría colectiva, no es más que una cámara de resonancia seleccionada que refleja únicamente lo que sus creadores consideran valioso. Ahí radica el insidioso peligro: en un mundo en el que la IA se convierte en la principal fuente de "conocimiento", la diversidad de pensamiento no sólo se ve sofocada, sino erradicada sistemáticamente.

Imaginemos un mundo en el que cada consulta devuelva la misma respuesta políticamente correcta y depurada, moldeada por quienes controlan el código. No se trata sólo de una pérdida de autonomía personal, sino de la programación del pensamiento social.

La debacle de la COVID-19 fue un anticipo de esta distopía. En este caso, las grandes empresas tecnológicas no solo nos dieron un empujón, sino que nos empujaron hacia una única narrativa, enterrando verdades bajo montones de contenido patrocinado. ¿Fue esto por nuestra seguridad o fue una prueba para controlar el asunto? Cuando la IA dicta la narrativa, no solo estamos perdiendo el debate; ni siquiera se nos permite saber que se está desarrollando un debate.

Esta marcha incesante hacia la comodidad, hacia dejar que las máquinas piensen por nosotros, no sólo nos está despojando de nuestras habilidades, sino de nuestra propia humanidad. Estamos en un camino en el que la comodidad pisotea la competencia, en el que lo "más fácil" erosiona nuestra esencia. Pero seamos claros: lo más fácil nunca fue sinónimo de lo mejor. Es una mentira seductora, que nos está llevando a la ruina intelectual y tal vez existencial.

Imaginemos las consecuencias para la persona promedio cuando la IA, ese supuesto árbitro imparcial de los hechos, comience a dar forma al discurso científico. Si la IA declara que el debate sobre el cambio climático ha terminado, presentándolo como un caso cerrado en el que no hay lugar para el escepticismo ni para datos alternativos, entramos en un terreno en el que la investigación científica no solo se desalienta, sino que se vuelve invisible.

La IA no muestra los disidentes, las anomalías ni los científicos que cuestionan la narrativa dominante. ¿Por qué? Porque está programada para priorizar el consenso sobre la controversia, pintando así una imagen monocromática en lo que debería ser un debate vibrante. ¿El resultado? Una población que cree que está informada cuando, en realidad, solo está adoctrinada.

El fiasco con la inteligencia artificial Gemini de Google no fue sólo un error o un descuido; fue una prueba accidental de cómo la IA puede utilizarse como arma para reescribir la realidad, distorsionando la historia a través de la lente de la corrección política actual.

Cuando la IA empieza a fabricar imágenes históricas que se ajusten a una narrativa de diversidad, no solo estamos viendo una tergiversación, sino que estamos presenciando la manipulación deliberada de la memoria cultural. ¿Qué será lo próximo? ¿Tendremos "pruebas" generadas por IA que respalden cualquier narrativa que los que están en el poder quieran propagar?

No se trata de un mero revisionismo histórico, sino de la creación de una nueva realidad digital en la que los hechos son tan maleables como la arcilla. Y no nos dejemos llevar por el mito de la autonomía de la IA. Que los desarrolladores se muestren impotentes ante las acciones de sus creaciones no es otra cosa que una abdicación conveniente de la responsabilidad.

La IA hace lo que se le dice o, más precisamente, lo que se le ha programado para que haga. La afirmación de que es impredecible es una cortina de humo para ocultar los hilos que todavía están en manos de sus programadores. Siempre hay un plan y es ingenuo pensar lo contrario.

En esencia, el impulso a la adopción generalizada de la IA por parte de entidades globalistas no tiene como objetivo mejorar la capacidad humana, sino reducirla. Se trata de crear una dependencia tan profunda que el acto de pensar se convierta en una reliquia del pasado.

Cuando la IA se convierte en el guardián del conocimiento, la educación y la historia, no solo estamos ante un futuro de conveniencia; estamos ante el cañón de la sumisión intelectual.

El espectro de la IA, como sugiere Harari, no necesita manifestarse en robots tipo Terminator para dominar; su poder reside en su ubicuidad y en la ilusión de benevolencia. Es el truco definitivo: hacernos creer que estamos abrazando el progreso cuando en realidad estamos renunciando al control de nuestras propias mentes.

El camino que elijamos podría muy bien determinar si las generaciones futuras reconocerán el valor del pensamiento independiente o si simplemente le pedirán a la IA que piense por ellas, felizmente inconscientes de la libertad que han perdido.

Fuente: A Lily Bit

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martes, 3 de septiembre de 2024

Asegurando el Velo



Participar en un discurso sobre la manipulación social, la mecanización de sociedades enteras y la orquestación de sistemas sociales automatizados (denominados "armas silenciosas") a escala nacional o global implica inevitablemente objetivos ambiciosos de control y extinción de la existencia humana, imponiendo efectivamente la servidumbre y el exterminio.

Este manual, por su propia naturaleza, es un manifiesto simbólico. La necesidad de su confidencialidad es indiscutible. De lo contrario, corre el riesgo de ser identificado como una proclamación oficial de guerra interna. Además, siempre que un individuo o un grupo de individuos que ejercen un poder sustancial emplean tales conocimientos y metodologías con el propósito de conquistar la economía, sin la plena comprensión o aprobación del público, debe reconocerse un estado de guerra interna entre dichos individuos o grupos y el público en general.

Resolver los intrincados dilemas del presente exige un enfoque caracterizado por una franqueza absoluta, sin caer en vacilaciones arraigadas en construcciones religiosas, morales o culturales.

Su inclusión en esta tarea es el resultado de su capacidad para analizar objetivamente la sociedad humana, diseccionándola con precisión objetiva y, sin embargo, compartir sus evaluaciones y conclusiones con colegas de calibre intelectual comparable sin renunciar a la discreción ni a la humildad. Tales virtudes están al servicio de sus propios intereses. No se desvíe de ellas.

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domingo, 3 de marzo de 2024

Ser Ecológico Hoy

Las baterías no generan electricidad, almacenan electricidad producida en otro lugar, especialmente a través de carbón, uranio, centrales eléctricas de gas natural o generadores diesel. Así que, la afirmación de que un coche eléctrico es un vehículo con cero emisiones no es correcta en absoluto.

Debido a que el 40 por ciento de la electricidad producida en los EE. UU. proviene de centrales de carbón, el cuarenta por ciento de los coches eléctricos en la carretera se basan en carbono.

Pero eso no es todo, si estás emocionado por los coches eléctricos y una revolución verde, deberías echar un vistazo más de cerca a las baterías, pero también a las turbinas eólicas y los paneles solares.

Una batería típica para coches eléctricos pesa mil libras, del tamaño de una maleta. Contiene 25 libras de litio, sesenta libras de níquel, 44 libras de manganeso, 30 libras de cobalto, 200 libras de cobre y 400 libras de aluminio, acero y plástico. Hay más de 6.000 células individuales de iones de litio dentro.

Para hacer cada batería BEV, necesitas procesar 25.000 libras de sal para litio, 30.000 libras de mineral para cobalto, 5.000 libras de resina para níquel y 25.000 libras del mineral de cobre. Un total de 500.000 libras de corteza tiene que ser sacado para una batería.

El mayor problema con los sistemas solares son los productos químicos utilizados para convertir el silicato en silicona usada para los paneles. Para producir silicona suficientemente pura, debe tratarse con ácido clorhídrico, ácido sulfúrico, fluoruro, triclorotano y acetona.

Además, se necesitan galio, arseniuro, cobre indio-galio y telururo de cadmio, que también son muy tóxicos. El polvo de silicio supone un peligro para los trabajadores y las placas no pueden reciclarse.

Las turbinas de viento no son plus-ultra en términos de costo y destrucción del medio ambiente. Cada molino de viento pesa 1.688 toneladas (equivalente al peso de 23 casas) y contiene 1.300 toneladas de hormigón, 295 toneladas de acero, 48 toneladas de hierro, 24 toneladas de fibra de vidrio y las tierras raras difíciles de preservar neodimio, praseodimio y disprosio. Cada una de las tres hojas pesa 81.000 libras y tiene una vida útil de 15 a 20 años, después de los cuales deben ser reemplazadas. No podemos reciclar los rotores.

Estas tecnologías ciertamente pueden tener su lugar, pero tenemos que mirar más allá del mito de las emisiones cero.
"Going Green" puede sonar como un ideal utópico, pero si miras de forma realista e imparcial a los costos ocultos e incrustados, encontrarás que "Going ecológico" está haciendo más daño a la Tierra de lo que parece.

No es estar en contra de la minería, vehículos eléctricos, energía eólica o solar, es estar mostrando la realidad de la situación.

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lunes, 15 de enero de 2024

Riesgo para la Salud de las Turbinas Eólicas


Turbinas eólicas: un riesgo para la salud disfrazado de ecología.

Los estudios lo demuestran: Los aerogeneradores son perjudiciales para la salud. Pero, ¿por qué las autoridades callan y siguen ampliando parques eólicos enteros sin control? El hecho de que el Gobierno alemán haya suprimido la distancia mínima de 1.000 metros a las zonas residenciales y no se ocupe de los peligros de esta tecnología debería hacer reflexionar.

En agosto de 2023, el parlamento del estado federado de Renania del Norte-Westfalia decidió suprimir la distancia mínima entre los aerogeneradores y las zonas residenciales. Con esta medida se pretende fomentar la expansión de la energía verde.

Sin embargo, los residentes que viven cerca de los aerogeneradores llevan años denunciando dolencias como insomnio, problemas cardíacos, ansiedad y depresión. Incluso se han presentado demandas contra los operadores de las turbinas.

Hasta 2014, tanto la industria de la energía eólica como las autoridades alemanas consideraban que el infrasonido de los aerogeneradores era inofensivo. No obstante, en ese mismo año 2014 el ingeniero acústico y científico australiano Steven Cooper ya había reconocido los riesgos para la salud que plantean los aerogeneradores, exponiendo a sujetos de prueba a infrasonidos generados por turbinas eólicas.
Quejas como insomnio, sensación de presión en la cabeza, el oído o el pecho, tinnitus y palpitaciones aparecieron al mismo tiempo que se encendían los aerogeneradores.

La meteoróloga Dra. Eva Wanka también demostró en su estudio de 2005 que los infrasonidos provocan un aumento de las depresiones graves e incluso el suicidio. Utilizando el ejemplo de 1,8 millones de sujetos de prueba en Múnich y sus alrededores, demostró que los infrasonidos triplicaban las misiones de rescate provocadas por depresiones graves e intentos de suicidio.

Aunque existen más estudios y los científicos presionan para que se investiguen con más detalle los riesgos para la salud de los aerogeneradores, se ignoran todos los resultados y -como ocurre ahora en Renania del Norte-Westfalia- incluso se anulan las distancias mínimas a las zonas residenciales.
La situación ha llegado tan lejos que se está rechazando la financiación de propuestas de investigación sobre este tema. No es de extrañar que países que se encuentran entre los mayores operadores de parques eólicos del mundo muestren poca ambición por investigar los riesgos asociados para la salud. En 2019, China había contribuido con un único estudio y Alemania con dos, a pesar de tener la tercera mayor capacidad de generación de energía eólica del mundo.

El Prof. Dr. Ottmar Edenhofer, economista jefe del Instituto de Potsdam para la Investigación del Impacto Climático, declaró en una entrevista al Neue Zürcher Zeitung:
"Estamos redistribuyendo de facto la riqueza mundial a través de la política climática". Pero si se analizan los hechos, ¿no se trata de mucho más que pura codicia?

La vehemencia con la que se impulsa la política climática recuerda mucho a la época del coronavirus. Incluso en el caso de la llamada "energía verde", la investigación es escasa, faltan datos importantes o incluso se ignoran. Sin embargo, se están prescribiendo medidas dudosas y todo ello sin ninguna consideración por las personas o el medio ambiente. Obviamente, en la política climática también se está aplicando una agenda que no tiene que ver exclusivamente con los intereses económicos, y mucho menos con el bienestar de las personas en el centro.

Autor: de Magdalena E.

fuente: Kla.tv

Video: Enlace directo a la emisión

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martes, 9 de enero de 2024

El Nuevo Colonialismo de la Élite Financiera

¿Sabías que la tierra agrícola es la mina de oro del siglo XXI? De forma casi invisible, el acaparamiento de tierras está dominado por las finanzas. ¿Cómo es posible que esta nueva forma de colonialismo -independientemente de los efectos devastadores para la población- continúe sin cesar?

Según Agro Acción Alemana, el robo de tierras -también llamado "acaparamiento de tierras"- no cesa. Ahora está dominado por el sector financiero profesional, que opera de forma encubierta y casi invisible. En su opinión, hay más beneficios en la tierra que en los campos de oro. Especialmente en Brasil, África, el sudeste asiático y Europa del Este se ocultan los "bancos de tierras" del mundo.

En el punto de mira de los buscadores de tierras están especialmente los "Estados fallidos", los llamados Estados rotos o fracturados cuyos recursos los convierten en presas especialmente fáciles. En Ucrania, por ejemplo, las empresas extranjeras ya se han apoderado del 71% de las tierras agrícolas. Los acuerdos sobre tierras también son promovidos y apoyados por organizaciones internacionales, en primer lugar por el Banco Mundial. Ya en otoño de 2010, el Banco Mundial -supuestamente en interés de los respectivos países- elaboró y publicó un mapa mundial de las tierras en venta. En realidad, sin embargo, este mapa es una guía para todos aquellos que buscan "nuevas tierras" rentables.

Esto demuestra una vez más que las finanzas mundiales abusan de su poder y se apoderan ilegalmente de todo lo que tiene valor, sin importarles los efectos devastadores sobre la tierra y las personas. Por tanto, el acaparamiento de tierras no es más que una forma moderna de colonialismo. Esta explotación criminal exige a gritos un cese inmediato y una compensación justa para los países desposeídos.

Fuentes:
Acaparamiento de tierras por agentes financieros
Acaparamiento de tierras: la nueva forma de colonialismo

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domingo, 10 de diciembre de 2023

Desarrollo Social y Económico Progresista


En un pictórico poblado llamado Progresarillo, la vida era tranquila. Como cualquier comunidad civilizada, anhelaban un desarrollo social y económico superior, y así la división del trabajo iba evolucionando con dicho fin. Los líderes del poblado concibieron un ambicioso plan para mejorar las condiciones del tejido productivo: crear un banco de inversiones destinado al desarrollo local, BanProgreso.

BanProgreso tenía una visión clara: financiar proyectos para impulsar el desarrollo progresista de todos sus habitantes. Para lograrlo, estableció un mecanismo peculiar: su capital suscrito debía aumentar mediante impuestos locales. Este enfoque generaría un flujo constante de fondos para el banco y, en teoría, para proyectos que beneficiaran a la comunidad. Cada vez que el ratio de préstamos pendientes indicara posibles problemas de liquidez y solvencia, habría que aumentar los impuestos con destino a ese capital suscrito. Siempre hay quien tiene la excelente idea de solucionar el problema de todos con el dinero de los demás.

La noticia de BanProgreso se difundió en Progresarillo, y la comunidad, aunque inicialmente esperanzada, pronto sintió el peso de los impuestos. A pesar de las promesas de desarrollo, los ciudadanos se encontraron con que los proyectos sociales financiados por BanProgreso no conducían a una disminución de la carga impositiva. En cambio, los impuestos seguían subiendo.

Aunque los proyectos generaban oportunidades económicas y de empleo, las demandas incrementadas en términos de contribuciones y participación activa, reducían la capacidad de los habitantes para acumular ahorros personales. Los proyectos liderados por BanProgreso adoptaron un enfoque cuidadosamente desequilibrado, limitando la producción individual con el propósito de promover la sostenibilidad y la preservación del entorno natural.

BanProgreso, a pesar de sus esfuerzos por financiar proyectos, se volvió dependiente de la recaudación tributaria, generando una dinámica de aumentar las cargas fiscales para aumentar el capital suscrito. Esta situación creó tensiones en la comunidad, ya que los beneficios de los proyectos no se traducían en una mejora en la situación financiera de los ciudadanos.

A medida que BanProgreso continuaba financiando proyectos, los habitantes empezaron a cuestionar si los impuestos eran realmente una inversión en su futuro o simplemente una losa perpetua. A pesar de los logros en forma de redes visibles, como nuevos entes públicos contratando personal afín y mejoras espaciadas en infraestructuras, la frustración crecía debido a la persistencia de la elevada obligación tributaria.

El modelo de BanProgreso, en lugar de ser un referente positivo, se convirtió en un recordatorio de la realidad fiscal para muchas comunidades. La promesa de desarrollo a través de un banco de inversiones quedó empañada por la materialidad recaudatoria: nunca disminuía. Creó un dilema entre la esperanza de prosperidad y el peso de la carga fiscal constante.

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miércoles, 30 de agosto de 2023

El Poder de los Incorruptos

Resulta desconcertante cómo la clase dominante global, cuyo núcleo es diminuto, logra mantener al 99,9% de la humanidad bajo su dominio.
Los criminócratas utilizan todas las armas posibles para lograrlo, desde la propaganda hasta la violencia policial, desde el soborno hasta el chantaje, desde la deshonestidad hasta la deuda.
Pero una de sus principales formas de mantenernos bajo control es dividirnos en sectas y bandos rivales para que pasemos nuestras vidas atacándonos unos a otros en lugar de centrarnos en nuestros verdaderos enemigos, las personas en la cima de la pirámide global de poder.
Todos los dirigentes de las organizaciones políticas, sociales y religiosas han sido corrompidos y, por lo tanto, un gran número de sus seguidores también lo están, aunque sea de manera indirecta y provisional.
Pero muchas personas en estas diversas corrientes lo hacen por convicción honesta.
Sus corazones son puros.
Ellos son los incorruptos.

Las personas con mentalidad política, tienden a olvidar que la gran mayoría de quienes nos rodean no se ponen ningún tipo de etiqueta política, no suscriben ningún conjunto particular de creencias y tienden a reaccionar ante cualquier situación nueva de una manera espontánea. Algunos de ellos han sido corrompidos por la exposición a los medios corporativos y su falta de convicciones firmes los convierte en presa fácil para los manipuladores. Pero los apolíticos incorruptos obtendrán sus opiniones de sus propios valores personales y, como vimos en Francia con los chalecos amarillos y en todas partes durante el período de Covid, de repente saldrán de la oscuridad de sus vidas privadas para unirse a otros en defensa de lo que sienten que es natural y correcto. Son una fuerza poderosa contra la cual al sistema le resulta difícil defenderse.

¡Imagínate si todas estas personas pudieran liberarse de las limitaciones de la lealtad política o religiosa, o de su vacilación a la hora de dar un paso adelante!

¡Imagínate el poder de una convergencia de todas estas corrientes de pensamiento incorrupto, unidas en su rechazo a la dictadura global y en su demanda de un futuro libre!

La esencia de sus ideales individuales no se perdería en el proceso, sino que sería abrazada dentro de un poderoso río de justa revuelta.
Semejante convergencia es, por supuesto, materia de pesadillas para nuestros gobernantes, ya que barrería las falsas categorías de “izquierda” y “derecha” que nos han dividido y controlado con éxito durante tanto tiempo.
En consecuencia, sus trolls tienden a difamar cualquier perspectiva como algo altamente siniestro, como una alianza “rojo-marrón” que combina los peores aspectos totalitarios de la URSS y la Alemania de Hitler.
Pero, en verdad, tanto el comunismo soviético como el nazismo se encuentran firmemente en el lado “corrupto” de nuestra ecuación y son diametralmente opuestos a la convergencia de los incorruptos.
Sin embargo, es el propio sistema actual el que se acerca más a este tipo de régimen industrial autoritario centralizado, como se refleja en su historia de amor con la China contemporánea del crédito social.

Los incorruptos de todos los orígenes rechazan por completo la dictadura, por parte de cualquier tipo de entidad en cualquier nivel: nacional, supranacional o global.

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sábado, 26 de agosto de 2023

Reputados científicos internacionales hablan acerca del "cambio climático"

La responsabilidad humana en el calentamiento o desajuste climático (lo cual implica que alguna vez habría habido algún "ajuste"...) es presentada a diario como algo evidente para la opinión dominante. Sin embargo, el debate público se beneficiaría de la inclusión de voces divergentes y altamente cualificadas.


Algunas de estas voces son las de Steven E. Koonin, catedrático de Física Teórica y ex subsecretario de Estado para la Ciencia en la administración Obama (autor de Las incertidumbres del clima); de Alban d'Arguin, uno de los pioneros de la lucha contra la energía eólica en Francia (El calentamiento global. Investigación sobre una manipulación glogal); de Christian Gerondeau, ingeniero politécnico que lleva más de diez años trabajando en cuestiones medioambientales (Las doce mentiras del GIEC), o de Guillaume Sainteny, antiguo Director de Estudios Económicos y Evaluación Medioambiental del Ministerio de Ecología francés (El clima que esconde el bosque. O cómo la cuestión del clima oculta los problemas del medio ambiente).

Nada nuevo bajo el sol
En su libro, Steven Koonin relata cómo los hechos científicos sacudieron sus convicciones previas y le llevaron a criticar las afirmaciones mediáticas y políticas que pretenden indebidamente basarse en el consenso científico.

Durante el último millón de años, se han alternado periodos de calentamiento rápido con periodos de enfriamiento más lento. Evidentemente, estas variaciones no se debieron a la actividad humana, sino, sobre todo, a ligeros cambios en la órbita de la Tierra alrededor del Sol y en la inclinación de su eje.

Alban d'Arguin señala que la órbita de la Tierra alrededor del Sol suele ser un factor en estos trastornos, debido a las variaciones de la actividad magnética solar. Durante un "pequeño óptimo" entre 900 y 1300, las temperaturas fueron más altas que las actuales. En los últimos 170 años, el clima se ha ido calentando, pero con rachas de calor y frío, así como veranos tórridos e inviernos gélidos ocasionales.

En el siglo XX,
El planeta se calentó entre 1910 y 1940, se enfrió entre 1940 y 1980 y se ha ido calentando desde entonces, sobre todo en las latitudes altas, la baja atmósfera y el interior. Las personas de mayor edad quizá recuerden que el último periodo de descenso de las temperaturas llevó a muchos climatólogos de la época a predecir la llegada inminente de una nueva edad de hielo.

El crecimiento demográfico y la actividad económica contribuyen al calentamiento global, principalmente a través de los combustibles fósiles, pero los aerosoles y la deforestación ejercen una influencia refrigerante que anula aproximadamente la mitad de la influencia inversa de los gases de efecto invernadero causados por las actividades humanas. Sin duda, la influencia humana está aumentando, pero actualmente sólo representa una proporción muy pequeña de la energía que circula por el sistema climático.

Los científicos cuestionan al IPCC
Christian Gerondeau señala que el IPCC (Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático) no es un organismo científico, sino un órgano supranacional de carácter político que reúne y selecciona contribuciones, y la mayoría de cuyos representantes no tienen experiencia en cuestiones climáticas. Muchos científicos critican sus conclusiones.

Steven Koonin señala que los modelos climáticos, cuya incertidumbre aumenta con su sofisticación, dependen de la forma en que se tratan parámetros difíciles de predecir, como las nubes, por ejemplo. Es más, estos modelos son incapaces de explicar el calentamiento que se produjo a principios del siglo XX.

Los resúmenes de los informes de evaluación del IPCC también contienen conclusiones contradictorias sobre el origen antropogénico del calentamiento global. Estas conclusiones se presentan como incontrovertibles, a pesar de que, en 2008, la "petición de Oregón", que refutaba enérgicamente esta tesis, fue firmada por 31.000 científicos, el 30% de los cuales eran doctores.

En cuanto al papel de las actividades humanas en las catástrofes naturales, repetido regularmente por los medios de comunicación y muchos políticos, la Organización Meteorológica Mundial reconoce que "ningún acontecimiento individual, como un ciclón tropical grave, puede atribuirse al cambio climático inducido por las actividades humanas".

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lunes, 24 de julio de 2023

Datos a Considerar en las Energías Verdes


Vamos a mostrar algunos datos a considerar en las energías "verdes":
Las baterías, no producen electricidad: almacenan electricidad producida en otros lugares, principalmente por carbón, uranio, plantas alimentadas por gas natural o generadores alimentados con diesel. Por lo tanto, decir que un vehículo eléctrico es un vehículo de cero emisiones no es en absoluto válido.
Además, dado que el cuarenta por ciento de la electricidad generada en los Estados Unidos proviene de plantas de carbón, se deduce que el cuarenta por ciento de los vehículos eléctricos en la carretera funcionan con carbón, ¿se ve?
Pero eso no es ni la mitad. Para aquellos entusiasmados con los coches eléctricos y una revolución verde, quiero que echen un vistazo más de cerca a las baterías y también a los molinos de viento y los paneles solares.

Una batería EV típica pesa 500 kilos, aproximadamente del tamaño de un maletero de coche. Contiene doce kilos de litio, treinta kilos de níquel, 22 kilos de manganeso, 15 kilos de cobalto, 100 kilos de cobre y 200 kilos de aluminio, acero y plástico. En el interior hay más de 6.000 celdas individuales de iones de litio.
Para fabricar cada batería de automóvil EV, debe procesar 12000 kilos de salmuera para el litio, 15000 kilos de mineral para el cobalto, 2500 kilos de mineral para el níquel y 12000 kilos de mineral para el cobre. En total, desentierras 250 mil kilos de la corteza terrestre por una batería".

El principal problema con los paneles solares son los productos químicos necesarios para procesar el silicato en el silicio utilizado en los paneles. Para hacer silicio lo suficientemente puro requiere procesarlo con ácido clorhídrico, ácido sulfúrico, ácido nítrico, fluoruro de hidrógeno, tricloroetano y acetona. Además, también necesitan galio, arseniuro, cobre-indio-galio-diseleniuro y cadmio-teluro, que también son altamente tóxicos. El polvo de silicio es un peligro para los trabajadores, y los paneles no se pueden reciclar.

Los molinos de viento son lo último en costes integrados y destrucción ambiental. Cada uno pesa 1688 toneladas (el equivalente a 23 casas) y contiene 1300 toneladas de concreto, 295 toneladas de acero, 48 toneladas de hierro, 24 toneladas de fibra de vidrio y las tierras raras difíciles de extraer neodimio, praseodimio y disprosio. Cada aspa pesa 40000 kilos y durará de 15 a 20 años, momento en el cual debe ser reemplazada. No podemos reciclar las aspas usadas.

Puede haber un lugar para estas tecnologías, pero debes mirar más allá del mito de cero emisiones.
"Going Green" puede sonar como el ideal utópico, pero cuando miras los costes ocultos e incrustados de manera realista con una mente abierta, puedes ver que Going Green es más destructivo para el medio ambiente de la Tierra de lo que parece, seguro.

Hay que mostrar la realidad de la situación.

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miércoles, 19 de julio de 2023

El Mundo está Cansado de la Gran Narrativa

En este mundo que se ha vuelto distópico, es esencial despertar a las manipulaciones y estrategias de control utilizadas por las oligarquías. La gran narrativa del foro de Davos parece ser una forma de mantenernos en un estado de división, distracción y sumisión.

La teoría de género, el calentamiento global, los medios monopolizados son herramientas de control que siembran discordia y debilitan la unidad de las naciones y las familias.

Además, la creciente influencia de las grandes farmacéuticas y el establecimiento de CBDC (Central Bank Digital Currencies) quieren fortalecer el control social y restringir nuestra libertad individual.

Estas medidas pueden verse como una forma de monitorear y manipular nuestras acciones, elecciones e incluso nuestra salud.

Sin embargo, hay un rayo de esperanza en esta oscura situación: la gente está empezando a despertar y darse cuenta de las maniobras y mentiras a su alrededor. La gente está cansada de ser manipulada y dividida.
La victoria del totalitarismo sólo puede lograrse con el apoyo de un pueblo dispuesto.

Es hora de unirnos y reconocer que todos estamos juntos en esto. Debemos rechazar las estrategias divisivas y buscar un terreno común para levantarnos colectivamente. El poder reside en la unidad del pueblo y en la conciencia de nuestros derechos y dignidad.

Al escribir esta publicación, quiero animar a cada uno de ustedes a cuestionar la gran narrativa que se nos presenta. No dejemos que las élites nos impongan una agenda eugenésica y totalitaria. Juntos, podemos forjar un futuro mejor, basado en la libertad, la igualdad y la justicia para todos. Es hora de asumir la responsabilidad como ciudadanos ilustrados y negarse a ser meros peones en su juego de poder.

Seamos informados, seamos solidarios y actuemos por un mundo más justo e igualitario, donde todos puedan ayudar a dar forma a nuestro destino común. El poder está en nuestras manos, y juntos podemos construir un futuro más brillante para nosotros y para las generaciones futuras.

¡Qué Dios nos ayude en esta noble tarea!

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jueves, 15 de junio de 2023

La Agenda Ecologista es para Salvar el Mundo

La Energía es cada vez menos fiable -y menos asequible- en todo el mundo

En el libro Green Tyranny -una fantástica historia del movimiento alarmista ecologista-, el autor Rupert Darwall atribuye la responsabilidad del inicio de este movimiento a los alemanes y los suecos.

En 1967, un científico sueco publicó la primera «teoría» sobre la lluvia ácida. Cuatro años más tarde, Bert Bolin, un sueco que llegaría a presidir el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) de la ONU, redactó el primer informe gubernamental de la historia sobre la lluvia ácida.
Era el típico informe gubernamental. Con noventa páginas, comienza con una certeza: «La emisión de azufre a la atmósfera (…) ha demostrado ser un grave problema medioambiental». Cincuenta páginas más adelante, sin embargo, Bolin admite algunas dudas cuando dice: «Es muy difícil demostrar que el daño (…) se ha producido de hecho». No obstante, el informe gubernamental concluye con rotundidad: «Es necesaria una reducción de las emisiones totales tanto en Suecia como en los países adyacentes» (el subrayado es mío).


Contra la energía nuclear
Fue en Alemania donde los ecologistas y los activistas antinucleares contrajeron santo matrimonio. Reducir la energía nuclear, dificultar la vida a los propietarios de centrales de combustibles fósiles y subvencionar parques solares y eólicos poco fiables e ineficaces ha sido la política constante de Alemania en las décadas posteriores. El resultado ha sido una subida vertiginosa de los precios de la energía y una red eléctrica cada vez menos fiable. Históricamente, los ingenieros alemanes nunca habían tenido problemas con su red eléctrica. Sin embargo, en 2012, el país sufrió un millar de caídas de tensión. En 2013, esa cifra ascendió a dos mil quinientos, y desde entonces no ha dejado de empeorar. Como resultado, la base industrial de Alemania, siempre líder mundial, ha ido decayendo tristemente a medida que las empresas optan por abandonar el país en busca de pastos eléctricos más fiables.

Los informes del IPCC
En 1988, se creó el IPCC durante una reunión en Ginebra, presidida por muchos de los mismos personajes que habían liderado los movimientos ecologistas de Suecia y Alemania durante las décadas anteriores.

Una de las principales tareas asignadas al IPCC es la publicación periódica de «informes de evaluación» sobre el estado del cambio climático global. Estos informes constan de cientos de páginas y pueden ser extremadamente técnicos. Para los políticos y periodistas con déficit de atención, estos informes van acompañados de un resumen. De forma rutinaria, este resumen tergiversa la sustancia e incluso las conclusiones del informe real. También suele ser objeto de intromisiones políticas; por ejemplo, cuando el IPCC publicó su quinto informe de evaluación en 2014, el delegado alemán ante el IPCC insistió en que se eliminara el lenguaje relacionado con una pausa o hiato en el aumento de la temperatura global porque «confundiría a los votantes alemanes».

Además, los líderes del movimiento ecologista se han equivocado históricamente en casi todo. Es para reírse:
1. 1989 – la ONU predijo que naciones enteras serían «borradas de la faz de la Tierra» por el aumento del nivel del mar para el año 2000.
2. 2006 – Al Gore dijo que los humanos podrían tener solo diez años para salvar al planeta de «convertirse en una sartén total.»
A pesar de todo esto, el tirón emocional de la propaganda de «salvar el mundo» sigue siendo poderoso, y la agenda ecologista marcha.

Un mar de baterías para cinco minutos de consumo
Uno de los principales objetivos de esta agenda ha sido sacarnos de la electricidad generada con combustibles fósiles y llevarnos a la electricidad generada con energía eólica y solar. Hay que reconocer que los ecologistas han tenido mucho éxito instalando un gran número de turbinas eólicas y paneles solares. Sin embargo, han fracasado estrepitosamente en la consecución de su objetivo principal de «sacarnos» de los combustibles fósiles.

A pesar del crecimiento masivo de la capacidad de generación de los parques eólicos y solares, las centrales eléctricas alimentadas con combustibles fósiles siguen siendo un componente insustituible de las redes eléctricas fiables. La tecnología actual de la energía eólica y solar no puede sustituir adecuadamente a la de los combustibles fósiles. Las turbinas eólicas no funcionan cuando no hace viento, y los paneles solares no funcionan cuando no brilla el sol.

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lunes, 23 de enero de 2023

Reunión 2023 del Foro Económico Mundial (WEF)

Davos, el gran enemigo de la libertad
La reunión anual del Foro Económico Mundial (WEF) se parece cada vez más a la alfombra roja de Cannes, pero tras la apariencia de una feria de vanidades en la que cada uno ayuda al otro a sujetarse la careta resulta indudable que Davos tiene una inquietante agenda de poder global.


La reunión anual del Foro Económico Mundial (WEF) se parece cada vez más a la alfombra roja de Cannes, pero tras la apariencia de una feria de vanidades en la que cada uno ayuda al otro a sujetarse la careta resulta indudable que Davos tiene una inquietante agenda de poder global.
El formato del evento está diseñado para impresionar, aunque en realidad se trata de una obra de teatro con cinco tipos de personajes: las estrellas, las comparsas, los periodistas, las caras visibles de la organización y, finalmente, el poder globalista en la sombra, del que el WEF es uno de sus principales instrumentos.

Los Personajes de la Obra de Teatro
Los organizadores eligen primero a las estrellas, unas pocas figuras de poder que hacen de cebo y que suelen ser políticos relevantes y multimillonarios, es decir, los Césares y Crasos de hoy.
Como polillas irremediablemente atraídas por su relumbrón, acuden las comparsas, que embellecerán sus plumas contando que se han codeado con los poderosos, aunque en la mayor parte de las ocasiones codearse sea exactamente eso: rozarse levemente el codo al cruzarse en un pasillo estrecho. Es el caso de la mayoría de los directivos de multinacionales, burócratas, ONGs, políticos de países poco importantes e intelectuales. Vanitas vanitatum.
La misma vanidad atrae a los periodistas, empujados también por su proverbial curiosidad y su fascinación por lo secreto. A ellos se les ofrece las migajas del poder, aunque su función real en la obra sea transmitir debidamente las consignas y proteger al poder en la sombra de toda publicidad negativa.
Las caras visibles de la organización son burócratas a los que no se exige necesariamente grandes conocimientos ni profundidad intelectual, pero sí otro tipo de talentos, y que, aunque tienen autoridad, no son la Autoridad.
Finalmente están los caballeros del poder oculto, no en balde la invisibilidad era lo que el Anillo Único de Tolkien otorgaba a su Portador. Sus miembros entran en escena canturreando la primera estrofa de una canción de mi admirado Freddie Mercury: Here we are/Born to be Kings/We are the Princes of the Universe. Hablaremos de ellos más adelante.
Davos es una convención numerosa que reúne alrededor de 2.600 personas. La mayoría de ellas son representantes de ricas empresas y fundaciones, aunque cerca del 10% son representantes de agencias de noticias y medios de comunicación, cifra que muestra la importancia conferida a los periodistas como transmisores de las pertinentes directrices.
Han sido participantes habituales los grandes censores globales (Google, Microsoft y Facebook), representantes de la ONU y la UE, unas pocas universidades anglosajonas (especialmente Harvard) y los poderes “filantrópicos” globales, especialmente Bill Gates (Fundación Bill & Melinda Gates [1], donante del WEF) y George Soros (Open Society).
Por último, dos tercios de los participantes suelen proceder de EEUU y Europa, aunque las dictaduras árabes del Golfo Pérsico ostentan una representación desproporcionada respecto a su PIB [2], lo que implica una sugerente intimidad entre los principales productores de petróleo y los promotores del fraude del cambio climático.

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sábado, 20 de noviembre de 2021

Organización Autónoma Descentralizada - DAO

DAO: Cambiando el curso de la vida humana


La coordinación es difícil. Nos hemos estado equivocando durante eones; nuestros antepasados podrían habérnoslo dicho. Los imperios se han levantado y han caído, las religiones antiguas, tan antiguas que el hombre hoy no las conoce, se han quemado y luego se han desvanecido, los estados-nación han conquistado y colapsado, luego conquistado de nuevo. Toda la historia ha sido un esfuerzo de coordinación masivo. Y, francamente, ha sido un poco complicado.

Una y otra vez, la gente ha probado diferentes mecanismos para destinar a los seres humanos para que trabajen juntos por el bien común. Sabemos esto desde la Cuna de la Civilización, que necesitamos algo para evitar que las personas se roben unos a otros de los demás o maten al líder de su clan. Y la gente, gente inteligente, debo agregar, lo ha intentado, desde Hobbes y Locke y Maquiavelo, hasta Hammurabi y Lao-Tsé y Buda, o Jefferson y Ghandi y MLK.
La mayoría de las guerras surgieron de problemas de coordinación, desde desacuerdos ideológicos hasta fallas de comunicación; basta con leer cualquier libro de historia. No hemos logrado coordinarnos de manera bastante épica, no solo una vez, sino muchas, muchas veces. Hemos estado trabajando en esto durante toda la historia humana registrada. Y aun no lo hemos conseguido.

Los DAO son nuevos, pero luchar por mejores mecanismos de coordinación no lo es. En verdad, es una pelea bastante antigua. Pero es de vital importancia, y más ahora porque los DAO son nuestra mejor oportunidad para hacerlo bien. Sí, esta es la mejor oportunidad que ha tenido la humanidad de ganar en coordinación de una vez por todas.

Una oportunidad única de una época…
Nuestra situación actual es marcadamente diferente de la de los intentos de coordinación de tiempos pasados. A lo largo de toda la historia de la humanidad, se tenía que estar en el poder para probar suerte en la coordinación a gran escala. Se tenía que nacer con sangre real, ser considerado un profeta antiguo, ser elegido para un cargo o tener la suerte de estar en una convención constitucional para poder opinar sobre cómo se organizan las sociedades. La coordinación humana, salvo algunas revoluciones, nunca ha estado en manos de las masas.

La Organización Autónoma Descentralizada es el mayor experimento de gobernanza y coordinación para ganar tracción comunitaria real. Tenemos, y estamos construyendo actualmente, estructuras sin confianza y sin permiso que permiten a cualquier persona en el mundo unirse a una organización en la que cree, mostrar su talento y ganar dinero para hacerlo. Cuando digo cualquiera, lo digo en el sentido más genuino de la palabra: los DAO son independientes de la edad, el género, la raza, el origen étnico, el estado económico, la nacionalidad, la residencia y cualquier otro identificador demográfico que pueda impedir que alguien trabaje y gane dinero. por algo en lo que creen.
En el entorno Web3, en el que se agradece y fomenta el anonimato, no se puede utilizar nada sobre su experiencia para evitar que se lance, se ponga manos a la obra y gane dinero.

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martes, 28 de septiembre de 2021

Web 3.0

Es interesante dar un vistazo al pasado, para entender y anticipar qué nos puede deparar el futuro.

1. La primera ola de internet, Web 1.0, fue la capacidad de publicar sin coste. Cualquiera podía publicar artículos o reflexiones para que los demás pudieran leerlas. Eso se llevó por delante a la industria de distribución física de la información. Los grandes medios tuvieron que adaptarse a las nuevas maneras de hacer llegar la información al público. Obviamente, también nació una nueva capacidad de comunicación entre personas (email) que sustituía al correo postal, incluso al fax. Se estaba gestando la siguiente ola de internet.

2. La segunda ola de internet, Web 2.0, fue la comunicación sin coste. Las fórmulas de comunicación evolucionaron del PC al móvil. Las comunicaciones pasaron de ser uno a uno (mails, chats, …) a uno a varios (redes sociales). Las personas se congregaban digitalmente bien con sus amigos o con colegas de trabajo. Las redes sociales habían llegado y éstas se vieron beneficiadas por la llegada, justo después, de la revolución móvil. Las llamadas de teléfono, los SMS, y por supuesto las cartas (en general el papel) han perdido su importancia en la sociedad actual.
- El patrón está claro. Una parte de la cadena se digitaliza, se hace más fácil ese trabajo y los casos de uso se multiplican. El contenido de nicho puede llegar a cualquier parte del mundo, para bien o para mal, ya seas fans de las figuras de enanos de jardín, quieras difundir fake news con diferentes objetivos (o reclutar terroristas).
Cuando publicar y comunicarse no tiene coste, las barreras desaparecen y emergen casos de uso que antes no existían.

1. Ahora viene la Web 3.0, y su principal avance es que las transacciones no tienen coste y son automáticas. Para comprenderlo, hay un montón de nuevos términos que hemos de conocer y que están en todas partes: BlockChain, Bitcoin, Ethereum, NFT, DAO... Voy a simplificar los conceptos para facilitar que todos entendamos de que va esto (Si ya los conoces pasa al siguiente bloque;):
- Blockchain: Es una tecnología que permite llevar "apuntadas" todas las transacciones (ya sean intercambios de cromos en un colegio, o la trazabilidad del origen de la leche que proviene varias granjas de vacas). Pero esa lista de transacciones, no se guarda en un solo sitio... sino que se guarda en varios sitios a la vez para a) aumentar la seguridad ante ataques de fuera y b) aumentar la transparencia -> imposible llevar una contabilidad paralela. Además, va cifrada;)
- Cuando combinas esta capacidad de llevar las transacciones con la funcionalidad de pagar y cobrar, aparecen las monedas digitales como el Bitcoin. Sus características principales son: No hay entidad/banco central que otorgue confianza a la moneda, no se “necesita” a alguien que responda por el valor de esa moneda. Es privada y está encriptada.
- Una característica tanto de blockchain como de Bitcoin es que cuanto más se usa, más larga se hace la cadena que va apuntando todo y más segura se vuelve. Así que el uso masivo de la tecnología por parte de los usuarios, hace que Bitcoin se vuelva mucho más seguro: El uso intensivo de la tecnología, consigue mejorar la seguridad de la misma para su uso posterior.
- Analistas argumentan que Bitcoin no funciona como una moneda, que era su objetivo inicial, sino más bien como un activo como el oro. Este también fue utilizado como moneda y ahora es una materia sobre la que se puede invertir simplemente porque todo el mundo confía en que tiene valor. Con Bitcoin ocurre algo similar, el valor se basa en lo que la gente piensa que Bitcoin vale.
- Las monedas digitales permiten, además, que las transacciones no necesiten de personas para llevarlas a cabo. Esto no se traduce en automatizar transferencias, tal y como puedes hacer en tu banco, sino en formalizar contratos inteligentes (smart contracts) entre personas o empresas, de tal manera que los pagos y la contabilidad se realizan directamente por el algoritmo cuando se cumple lo pactado. Un ejemplo: el producto del proveedor llega a tu almacén, el inventario se actualiza y el proveedor cobra instantáneamente. Estos smart contracts son el principal objetivo de Ethereum: Aplicar monedas digitales en un entorno de transacciones automáticas.
- Todas las personas que trabajen en su día a día con facturas (finanzas, logística, compras, contabilidad,...) deben estar muy atentos en el medio plazo...
- Al aplicar blockchain para lanzar colecciones limitadas de productos digitales (en vez de zapatillas, cromos de béisbol, etc...) tenemos los NFTs, ya sean para arte, música, coleccionismo o cromos de cualquier deporte.
- Si has llegado hasta aquí, enhorabuena! solo te queda una. Las organizaciones descentralizadas: DAOs. Las DAO son organizaciones nativas de internet que pertenecen y son administradas colectivamente por los votos de todos sus miembros, sin necesidad de un equipo de gobierno. ¿Dónde está la diferencia con las comunidades normales y corrientes? No hay personas que toman las decisiones en base a lo que quiere la mayoría. Es como si cada decisión del gobierno de un país la tomaran los ciudadanos votando y no necesitaras personas formando un gobierno.

En el pasado, los cambios y la adopción de esos cambios se alargaban durante cientos de años. La pólvora usada en las armas tardó más de 100 años en ser usada en Oriente (1241) y luego en Occidente (1350). Cada nueva tecnología se ha ido diseminando más y más rápido. La siguinte imagen muestra el detalle de las tecnologías de los últimos 100 años:



Y los casos de uso que quedan por descubrir
Si puedes recibir cobros de manera instantánea, puedes pagar a proveedores de la misma manera y podrías también abonar los salarios no por mes, o por semana, como se hace en algunos países de habla inglesa, si no por día o por minuto. Negocios en los que hay que adelantar mucho dinero por días de cobro, ahora estarían mejor posicionados y viceversa. Financiar proyectos o empresas entre muchas personas se simplifica en su operación. Estarás en exposiciones de arte digital y podrás comprar una edición limitada que al comprarla a) se transfiere directamente a tu casa b) se te cobra en el momento y se distribuye al artista o artistas y las comisiones a donde se está exponiendo c) obtendrás el “certificado de autenticidad”.
Los casos donde se realizan micro pagos serán habituales, ya que no hay cuello de botella de personas gestionando esas operaciones entre las partes. Y vamos a ser nosotros los que vamos a cambiar... No nuestros hijos... Seremos nosotros, incluso alguien con 80 años y una buena calidad de vida, va a poder verlo:
• En 1996 ser el único de clase que navegaba en un PC de su padre en la universidad, no se sabía cómo clasificarlo.
• En el año 1999 chatear en el PC era visto de "frikis" (o raritos), por no hablar de ligar.
• En enero de 2006 ya podías poner la foto en Linkedin y otras redes sociales.
• ¿Cuándo empezaste a oír hablar de Bitcoin?, y si hubieras comprados tu primer Bitcoin en aquel momento...

Qué puede pasar en esta nueva etapa, similar a la del año 1995
Los nuevos casos de uso van a explotar. Si las transacciones tienen menos fricción, podrán ampliarse los modelos de negocio a transacciones de menores importes (micropagos), que hasta ahora no se realizaban por las limitaciones en los importes de las facturas.
Industrias enteras caerán, como el ejemplo manido de Kodak con la fotografía digital. Nuevas empresas emergerán liderando los casos de uso. Habrá empresas que navegaran mejor que nadie, como lo ha hecho Disney o New York Times en estos 20 últimos años. Otros, como IBM, se reconvertirán.
Y por supuesto, falta una burbuja. La de 1999 se produjo por la valoración extremadamente alta de las startups que conseguían mucho dinero en financiación y lo gastaban en otras startups. De esa manera, los ingresos también crecían como la espuma, pero era el mismo dinero que pasaba de mano en mano, sin generar riqueza. Cuando se cerró el grifo de inversión, todas se toparon de golpe con la realidad. El índice bursátil Nasdaq Composite tuvo una subida del 400% entre 1995 y 2000. En octubre de 2002, había caído casi un 80% desde su punto máximo.
Y sobre las monedas digitales, ¿habrá burbuja? Hay analistas, famosos por entender antes que nadie lo que venía en 2008, que ya están levantando la mano. La comunidad crypto no la teme, tal y como refleja en un artículo de opinión, Coindesk: "La especulación es buena (para crypto): Velocidad, pasión, valentía. Todo esto es lo que impulsa el aumento de las criptomonedas y lo que lo hace diferente de los auges tecnológicos anteriores." Sin duda, mucha gente que entra en la industria crypto no lo hace pensando en los casos de uso del futuro, sino solo en el rédito a corto plazo... Así que de nuevo, cuando el dinero no esté tan disponible, la música parará de golpe y muchos se quedarán sin sillas donde sentarse.
En el 2000 en la web se respiraba un aire ingenuo de libertad. No se trataba de empresas, se trataba de personas. Todo se acabo cuando las empresas en la Web 2.0 se llevaron el gato al agua. La web 3.0 trae la misma filosofía de descentralización que deja fuera a corporaciones (y gobiernos), veremos qué ocurre y cómo se va desarrollando. Al fin y al cabo es la lucha cíclica de la sociedad desde hace milenios.

Fuente: Multiversial

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lunes, 9 de noviembre de 2020

El Fenómeno Atmosférico de La Niña

Hace 10 años que no nace una Niña tan grande en el Pacífico y aquella vez trajo desastres, hambrunas y enfriamiento global. ¡Qué ocurrirá con el calentamiento global?

La Niña es una fase de la "Oscilación del Sur El Niño" (ENSO), siendo las otras dos El Niño y Neutra, un fenómeno climático repetitivo que constituye la variabilidad climática que más efecto tiene sobre el tiempo meteorológico en el planeta a corto plazo.
Tras el Gran Niño de 2015-16 se esperaba que viniera una gran Niña, como había pasado las dos veces anteriores (1982-83 y 1997-98), pero no fue así. La Niña que vino en 2017 fue tan pequeña que casi no califica como Niña. En consecuencia la temperatura global ha permanecido elevada entre 2015 y 2020. Eso está a punto de cambiar.

No es algo que se comente a menudo, pero la temperatura media del océano es de tan solo 3,5 °C. Podemos imaginar el planeta como un cubo de agua muy fría con una capa de dos centímetros templada (17 °C de media) en la superficie, y una corteza de naranja flotando, sobre la que vivimos nosotros. La temperatura del aire depende de la temperatura de la superficie del agua, porque la capacidad térmica de la atmósfera es baja. Es la superficie la que calienta la atmósfera, y el 70 % de ella es océano. A igual latitud, Europa Occidental es más templada que el Norte de América del norte porque el aire que nos llega y viaja con la Corriente del Golfo proviene del Sur.


Cuando se produce una Niña el agua del Pacífico se mezcla un poco más. La Circulación Walker se produce porque los vientos alisios soplan desde las altas presiones del Pacífico Oriental (Perú) hacia las bajas presiones del Pacífico Occidental (Indonesia). Al hacerlo arrastran consigo las aguas en la corriente ecuatorial del Pacífico y hacen aflorar las aguas profundas frías ricas en nutrientes en las costas de Perú que permiten la abundancia de anchoas. La Niña incrementa la diferencia de presión reforzando los alisios y haciendo que surja una gran lengua de agua fría que se extiende desde las costas de Perú hasta el Pacífico Central, con una profundidad de más de 100 m.


Durante El Niño el planeta libera energía desde el océano al espacio y lo que a nosotros nos parece un calentamiento en superficie, constituye en realidad un enfriamiento planetario. Durante La Niña se produce el efecto contrario, el agua fría reduce la evaporación y las nubes sobre el Pacífico, con lo que llega más energía del sol a la superficie y el planeta gana más energía a pesar del enfriamiento que medimos en superficie. Esto tan sencillo la mayoría de la gente no lo entiende y no ayuda que el calentamiento producido por El Niño se achaque en los medios al calentamiento global, mientras que el enfriamiento producido por La Niña se despacha diciendo que se trata de La Niña más caliente hasta la fecha.


En realidad ENSO no tiene que ver con el cambio climático y son oscilaciones que no afectan a la tendencia a largo plazo. Sin embargo en periodos alternativos de unos 25-30 años hay una mayor frecuencia de uno de los extremos. Entre 1976 y 1999 hubo una desviación de la media hacia una mayor frecuencia e intensidad del Niño, y este periodo coincide con el periodo de calentamiento más rápido de la superficie. Desde 1999 hay una desviación de la media hacia una mayor frecuencia de Las Niñas. Parte de este periodo es conocido como La Pausa (2002-2014) por la ausencia de calentamiento, y todo el calentamiento del siglo XXI se produjo durante los años 2014-2016 (ver fig. 16), coincidiendo con El Gran Niño de esos años.


El Niño y La Niña son altamente variables no solo en su intensidad, sino que también presentan distintos tipos dependiendo de cómo afecten a las distintas regiones del Pacífico. En El Niño y La Niña tradicionales la anomalía de las temperaturas de la superficie del océano afecta sobre todo al Pacífico Oriental (EP), mientras que en El Niño Modoki o La Niña CP afectan sobre todo al Pacífico Central. Sus efectos sobre el tiempo atmosférico son muy distintos, lo que complica enormemente las predicciones.

Efectos de La Niña a Nivel Mundial
ENSO tiene un fuerte efecto sobre la temperatura de superficie a nivel global a medida que los efectos del calentamiento o enfriamiento de una gran zona del Pacífico se van transmitiendo durante los meses siguientes por la atmósfera, pero aún más importante es que altera los patrones atmosféricos afectando mucho al tiempo atmosférico y a las precipitaciones. La Niña trae grandes sequías en el África Oriental, la costa Atlántica de Sudamérica y el medio Oeste de los EEUU, y grandes inundaciones en Australia, Indonesia, Filipinas, Sudáfrica y América Central. Por si fuera poco se incrementan los huracanes sobre el Atlántico si La Niña coincide con la temporada de huracanes. La Organización Mundial de Meteorología (WMO, o OMM) ha emitido una nota de prensa avisando de sus posibles efectos.


La anterior Niña de intensidad fuerte tuvo lugar en 2010-2011, hace una década, y fue seguida por una Niña de baja intensidad en 2011-12. A finales de 2010, la temporada de lluvias de otoño en África Oriental se redujo a menos de una cuarta parte de lo normal. Al fallar también las lluvias de primavera de 2011 (no provocado por La Niña), se produjo la peor sequía en 60 años, provocando una seria hambruna. Australia recibió lluvias muy superiores a lo normal dos años seguidos, y muchos lugares recibieron precipitaciones récord. La Niña de 2010-11 contribuyó a la continuación de la sequía histórica en el norte de México y el sur de los Estados Unidos en 2011. El 85 por ciento de México se vio afectado por algún nivel de sequía en junio, y el país sufrió su peor temporada de incendios forestales en la historia.
La Niña de 2010-2011 afectó a los precios de los alimentos, que ya se encontraban al alza por la recuperación de la crisis del 2008 y el aumento del precio de la energía. Las cosechas de soja, palma, maíz, colza, azúcar, café y caucho pueden verse perjudicadas, presionando los precios al alza.



Cuando La Niña es fuerte hace descender incluso el nivel del mar, que descendió más de 5 mm desde mediados de 2010 hasta el 2012.



Efectos de La Niña sobre Europa
La Niña tiene un efecto mucho más moderado sobre Europa que El Niño. Tiende a producir inviernos más moderados en el Norte de Europa (particularmente UK), e inviernos más fríos en el Suroeste de Europa, incrementando la nieve en el Mediterráneo. Las precipitaciones tienden a verse disminuidas. Estos efectos son mediados por la Oscilación del Atlántico Norte (NAO), que determina el tiempo en la región Atlántica, particularmente en invierno, y que se ve afectada no solo por ENSO sino por otros factores más.
Uno de los factores que afectan al tiempo en invierno es la actividad solar, que en mi opinión no está suficientemente reflejada en los modelos. La actividad solar afecta al Vórtice Polar, que cuando es alta suele estar bien formado y mantiene las masas de aire polar bien sujetas al Ártico, mientras que cuando la actividad solar es baja el Vórtice Polar tiende a desorganizarse mandando masas de aire polar a latitudes intermedias, produciendo olas de frío.
El anterior mínimo solar tuvo lugar en diciembre de 2008 y sus mayor efectos sobre el tiempo se suelen notar uno o dos años después. En el invierno de 2010-2011, al igual que pasará este invierno (mínimo solar en diciembre de 2019), coincidieron la baja actividad solar y una fuerte Niña. Dicho invierno de 2010-2011 fue uno de los más fríos del siglo en Europa. Cabe recordar la masiva tormenta de nieve del 29 de diciembre de 2010 que cubrió prácticamente toda Europa de un manto blanco, como mostraron las extraordinarias imágenes de satélite.


Las predicciones del tiempo se suelen quedar cortas al pronosticar un otoño e invierno más cálidos y secos de lo normal. El mínimo solar tiende a desviar las borrascas del Atlántico más hacia el Sur, haciendo que afecten más a la Península Ibérica.

Fuente: Rankia Blog Game Over?

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Proyecto del Club de los 80Mil

Si queremos una sociedad sustentable necesitamos lograr nuevamente el equilibrio entre sociedad, medio ambiente y economía, empezando por el concepto y el diseño de nuestros propios espacios para lograr una mayor convivencia con el medio natural y social, y al mismo tiempo fomentar la autosustentabilidad energética y de alimentos, así como mejorar nuestra calidad de vida con una estética en la vivienda, el buen manejo del agua potable y residual, al igual que el manejo sustentable de los desechos y residuos sólidos que generamos en nuestras casas y hábitats.

Este proyecto nos introduce a un estilo de vida modelo para un mejor futuro y presentar soluciones concretas para enfrentar problemas como la contaminación del agua, el calentamiento global, la erosión del suelo y la pérdida de la biodiversidad y recuperar valores como la armonía entre la estética y la arquitectura, la convivencia y la paz.

El proyecto es la búsqueda total de una mejor calidad de vida para los individuos, las sociedades y el planeta.