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sábado, 15 de noviembre de 2025

Prohibir la Geoingeniería

En EE.UU. 31 estados han presentado proyectos de ley para prohibir los programas de geoingeniería y manipulación atmosférica que durante mucho tiempo han operado en secreto. Lo que comenzó como una preocupación aislada se ha convertido en una ofensiva legal a gran escala, respaldada por funcionarios de salud, legisladores y millones de ciudadanos indignados.
Se está acabando el silencio en torno a la modificación del clima y se empieza a exigir responsabilidades.


Durante décadas, los ciudadanos estadounidenses han expresado discretamente sus dudas sobre las estelas blancas que permanecían de forma anormal en el cielo, la neblina que oscurecía el sol y la aparición repentina de enfermedades respiratorias y neurológicas tras días de intensa actividad atmosférica. Estas preocupaciones fueron sistemáticamente desestimadas por funcionarios, medios de comunicación y autoridades científicas, quienes las tacharon de teorías conspirativas infundadas.
Ahora, la situación ha cambiado. Lo que antes se ridiculizaba se está convirtiendo en ley. Treinta y un estados han presentado oficialmente la llamada «Legislación de Cielos Limpios», cuyo objetivo es prohibir la modificación no autorizada del clima, la inyección de aerosoles y la fumigación estratosférica de partículas en la atmósfera. Esto no es solo un gesto simbólico, sino una recuperación constitucional de la soberanía ambiental. Y por primera vez, voces federales se han sumado al llamado.

El Encubirmiento de la Geoingeniería
La geoingeniería no es un mito. Se trata de una iniciativa global multimillonaria, documentada, que implica la manipulación deliberada de los sistemas climáticos de la Tierra. Sus objetivos declarados abarcan desde la lucha contra el calentamiento global hasta la mitigación de fenómenos meteorológicos extremos. En la práctica, se ha convertido en un sistema de experimentación atmosférica poco regulado y, —en algunos casos, totalmente opaco— con consecuencias directas para la salud pública y la estabilidad ambiental.
La geoingeniería se basa en métodos como la inyección de aerosoles estratosféricos (IAE) y la gestión de la radiación solar (GRS), que implican la liberación de partículas reflectantes o absorbentes en la atmósfera superior para desviar la luz solar o modificar los patrones climáticos. Si bien las instituciones convencionales presentan estas técnicas como estrategias futuras, denuncias y estudios independientes sugieren que ya se han implementado, sin consentimiento, supervisión ni transparencia.
Diversos análisis ambientales han identificado picos en las concentraciones de aluminio, bario y estroncio en muestras de agua de lluvia y suelo en todo Estados Unidos, correlacionándose directamente con áreas sometidas a una intensa actividad aérea. El declive agrícola, el aumento de las tasas de asma y la alteración de los ecosistemas son posibles consecuencias de estas operaciones. A pesar de ello, el gobierno federal se ha negado históricamente a investigar o incluso reconocer públicamente estos programas, hasta ahora.

En un solo día a principios de 2025, veinticuatro estados presentaron leyes que prohibían la geoingeniería. Ese momento marcó un punto de inflexión. Ya no se trataba solo de grupos de defensa o protestas locales, sino que el sistema legal intervino. Poco después, el Departamento de Salud y Servicios Humanos, bajo el liderazgo del secretario Robert F. Kennedy Jr., rompió el silencio federal: Veinticuatro estados toman medidas para prohibir la geoingeniería climática mediante la contaminación de nuestros ciudadanos, nuestros ríos y paisajes con toxinas. Este es un movimiento que todos los estadounidenses deberían apoyar. El Departamento de Salud y Servicios Humanos hará su parte.
Esa declaración causó conmoción en las instituciones federales y los medios de comunicación. Fue la primera confirmación de alto nivel de que el asunto merecía un escrutinio público y una intervención legal.

En las semanas posteriores al anuncio de RFK Jr., otros siete estados presentaron legislación similar, elevando el total a treinta y uno. Estados republicanos, demócratas, costeros, del interior. El patrón es claro, no se trata de una cuestión partidista, sino humana.

Uno de los aspectos más preocupantes del debate sobre la geoingeniería ha sido el bloqueo total del debate científico crítico. En lugar de promover la investigación abierta, la comunidad científica dominante ha actuado en gran medida como filtro, tachando toda disidencia de desinformación.
Sin embargo, investigadores independientes, científicos ambientales e incluso militares retirados han advertido sobre los peligros para la salud y el medio ambiente que entrañan las operaciones con aerosoles a gran escala. Estudios revisados por pares han examinado la biodisponibilidad de las partículas de aluminio en forma de aerosol y su posible vínculo con enfermedades neurodegenerativas. Muestras de suelo de zonas rurales han revelado cambios alarmantes en los niveles de pH, lo que pone en riesgo la seguridad alimentaria. Estas no son preocupaciones aisladas: son cuantificables, reproducibles y graves.
Sin embargo, la respuesta ha sido el silencio, no la ciencia. Lo que estamos presenciando ahora no es solo la exposición de un programa ambiental peligroso, sino también la exposición de una comunidad científica que antepuso la ideología a la investigación y la lealtad a la rendición de cuentas.

Colapso Político y Ético
Más allá de los efectos físicos de la geoingeniería, subyace un problema mucho más profundo: el colapso ético del consenso democrático. Estos programas se han diseñado, financiado y ejecutado sin informar al público ni buscar su aprobación mediante ningún mecanismo democrático. Han eludido la supervisión del Congreso, la normativa ambiental y el debate público. Han prosperado gracias al secretismo, envueltos en complejidad y lenguaje clasificado.
Esto no es solo una mala política, sino una violación directa de los derechos constitucionales: el derecho a la autonomía corporal, el derecho a respirar aire limpio, el derecho al consentimiento informado y el derecho a la protección del medio ambiente.
Treinta y un estados ya están reconociendo estos derechos mediante legislación. Pero la pregunta sigue en pie: ¿hasta dónde llega esto y cuántas agencias más están involucradas?

La aprobación de las leyes de Cielos Limpios representa un primer paso crucial, pero su aplicación es la verdadera prueba. El gobierno federal debe responder ahora con transparencia, desclasificación de información e investigaciones exhaustivas del Congreso sobre el alcance y la financiación de las actividades de geoingeniería. Los contratos deben hacerse públicos. Las agencias deben comparecer. Los datos deben divulgarse.
El pueblo estadounidense ya no es un mero observador pasivo en este debate. Tienen testigos. Son víctimas. Y están movilizados. Ahora existe apoyo al más alto nivel para la transparencia ambiental, la libertad médica y el desmantelamiento de programas opacos que operan en contra de la voluntad pública.
Pero la presión debe continuar. Porque la amenaza no ha desaparecido; simplemente se le ha dado nombre.

Lo que presenciamos no es solo un rechazo a la contaminación atmosférica, sino el resurgimiento de la responsabilidad. El pueblo estadounidense se alza en defensa de su salud, su tierra y su libertad. Durante demasiado tiempo, la contaminación atmosférica se utilizó como arma mientras las autoridades se mostraban indiferentes. Hoy, 31 estados se han plantado y han dicho: ¡Nunca más!
La geoingeniería no se dejará sepultar bajo la burocracia y la negación, ya no. La verdad ya no está en los márgenes: es noticia de primera plana.

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jueves, 7 de agosto de 2025

Clima: La Película



Climate: The Movie es el segundo documental sobre el clima realizado por el cineasta británico Martin Durkin. Es la secuela de su excelente documental de 2007 La gran estafa del calentamiento global. Climate: The Movie se estrenó en marzo de 2024 y está disponible gratuitamente en línea. El documental fue producido (y financiado) por Tom Nelson, un podcaster que ha estado examinando profundamente el debate climático durante las últimas dos décadas. Nelson y Durkin han pedido a la Fundación Clintel que ayude con la promoción y distribución de la película.

Esta película expone la alarma climática como un susto inventado sin ninguna base científica. Muestra que los datos oficiales no respaldan la afirmación de que estamos presenciando un aumento de los fenómenos meteorológicos extremos: huracanes, sequías, olas de calor e incendios forestales. Contrarresta enfáticamente la afirmación de que las temperaturas y los niveles actuales de CO2 atmosférico son inusualmente altos y preocupantes. Por el contrario, en comparación con los últimos quinientos millones de años de la historia de la Tierra, tanto las temperaturas actuales como los niveles de CO2 son inusualmente bajos. La Tierra se encuentra actualmente en una edad de hielo. También muestra que no hay evidencia de que los cambios en los niveles de CO2 (han cambiado muchas veces) hayan "impulsado" el cambio climático en el pasado.

Pero hay un consenso...
¿Por qué se nos dice que no hay pruebas que contradigan la alarma climática? ¿Por qué se nos dice que cualquiera que cuestione el "caos climático" es un "terraplanista" y un "negacionista de la ciencia"?

La película explora la naturaleza del consenso detrás del cambio climático. Describe los orígenes del carro de la financiación climática y el auge de la industria climática de un billón de dólares. Describe los cientos de miles de puestos de trabajo que dependen de la crisis climática. Explica la enorme presión sobre los científicos y otros para que no cuestionen la alarma climática: la retirada de fondos, el rechazo de las revistas científicas, el ostracismo social.

Pero la alarma climática es mucho más que una carreta de financiación y empleo. La película explora la política del cambio climático. Desde el principio, el miedo climático fue político. El culpable fue el capitalismo industrial de libre mercado. La solución fue impuestos más altos y más regulación. Desde el principio, la alarma climática atrajo a, y ha sido adoptada y promovida por aquellos grupos que están a favor de un gobierno más grande.

¿Quiénes aparecen en la película?
La película incluye entrevistas con varios científicos muy destacados, entre ellos el profesor Steven Koonin (autor de 'Unsettled', ex rector y vicepresidente de Caltech), el profesor Richard Lindzen (ex profesor de meteorología en Harvard y MIT), el profesor Will Happer (profesor de física en Princeton), el Dr. John Clauser (ganador del premio Nobel de Física en 2022), el profesor Nir Shaviv (Instituto de Física de Rakah), el profesor Ross McKitrick (Universidad de Guelph), Henrik Svensmark, Willie Soon y varios otros.

Disponibilidad del clima: La película
#ClimateTheMovie está disponible de forma gratuita en muchos lugares en línea desde el 21 de marzo de 2024. Los subtítulos para numerosos idiomas han sido creados por la Fundación Clintel. Siga @ClimateTheMovie y @ClintelOrg para estar al tanto de las novedades. Por favor, comparta la película para dar a otros la oportunidad de obtener información sobre las causas y los efectos del cambio climático y la política climática.

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domingo, 15 de diciembre de 2024

Manipulaciones del Clima - Conferencia del Dr. Philipp Zeller, físico de la Universidad Politécnica Europea (ETH)


Geoingeniería, estelas químicas, HAARP; ¿hasta qué punto debemos tomarnos en serio este tema? Philipp Zeller, Dr. sc. nat., Dipl. Physiker ETH, también se hizo esta pregunta. Este piloto aficionado lleva casi tres décadas estudiando lo que ocurre en el cielo. Trabajó varios años en el sector de las patentes, donde descubrió información explosiva que ahora saca a la luz.

¿Qué saben ustedes sobre la manipulación meteorológica? ¿Este tema también es controvertido en su entorno y a menudo se tacha de teoría conspirativa? La siguiente presentación de un doctor en ciencias naturales en el WEFF de verano de 2022 en Davos es muy ilustrativa al respecto.

Philipp Zeller estudió Física en la ETH (Escuela Politécnica Federal) de Zúrich y es doctor en Ciencias Naturales. Como piloto recreativo, Zeller lleva más de tres décadas estrechamente vinculado a la meteorología.

A medida que pasaba el tiempo, notaba cada vez más anomalías en el cielo. Comenzó a realizar sus propias investigaciones. En particular, sobre los temas SRM (Gestión de la Radiación Solar), SAI (Inyección de Aerosoles Estratosféricos) y HAARP (Proyecto de Investigación Auroral Activa de Alta Frecuencia).

Antiguo profesor universitario, Zeller trabajó durante muchos años en el campo de las patentes. Por eso conoce muy bien esta zona. Gracias a sus investigaciones, ha encontrado unas 1.000 patentes de tecnologías de manipulación del clima, que se remontan a 1892.

La siguiente presentación no pretende infundir miedo. La manipulación del clima se produce con o sin nuestro conocimiento. Más bien, la Revelation de hechos pretende contrarrestar la negación de estos sucesos y aportar argumentos basados en hechos. Por lo tanto, difunda este vídeo entre la gente ignorante pero que busca la verdad.


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miércoles, 16 de octubre de 2024

Dominar a las Masas

El nuevo “Pacto por el Futuro” de la ONU y
sus ecos de planes elitistas del pasado



La última versión del Pacto por el Futuro, presentada el 27 de agosto, guarda un parecido asombroso con las “acciones de gobernanza ambiental recomendadas” que promueve la Global Challenges Foundation. Esto no es una coincidencia, dada la tendencia de la Fundación a promover una marca de sostenibilidad que sirva a los intereses de los poderosos a expensas de los marginados.

El Pacto, cuya adopción está prevista para la Cumbre del Futuro del 22 de septiembre, es una clase magistral de retórica alarmista, que advierte sobre una “profunda transformación global” y “riesgos catastróficos y existenciales” que amenazan con sumergir a la humanidad en un “futuro de crisis y colapso persistentes”.

Pero no nos dejemos engañar por el lenguaje apocalíptico: esto no es más que un intento de afianzar aún más el status quo. Los autores del Pacto quieren hacernos creer que las “elecciones que hacemos” son las principales causas de estos riesgos existenciales, pasando convenientemente por alto el papel de las injusticias sistémicas y la búsqueda voraz de ganancias que sustentan nuestro orden económico actual.

El “terrible sufrimiento” que padecen “nuestros semejantes” no es un fenómeno natural, sino más bien una consecuencia directa de las políticas neoliberales que nos han impuesto las mismas élites que ahora afirman ser nuestros salvadores.
La “corrección del rumbo” propuesta en el Pacto es poco más que una hoja de parra, diseñada para ocultar el hecho de que el único “futuro de crisis persistente y colapso” que debemos temer es el que inevitablemente resultará del dominio continuo de las mismas estructuras de poder que nos han llevado a este precipicio.
El llamado de las Naciones Unidas a un sistema de gobernanza global actualizado, aparentemente para salvaguardar los intereses de las generaciones presentes y futuras, intenta una vez más consolidar el poder e imponer un régimen draconiano de control.

La propuesta de “gestión de shocks globales complejos” es un eufemismo para designar una mayor erosión de la soberanía nacional y la imposición de una solución única para los problemas del mundo, dictada por los mismos burócratas no electos que nos han llevado al borde del desastre.
No es coincidencia que la adopción de este nuevo marco de gobernanza tenga lugar exactamente 33 años después de que la infame “Iniciativa para la Carta de la Tierra Eco-92” circulara en una conferencia en Des Moines.
Este documento, escrito por la Secretaría del Orden Mundial del Club Cobden, dejó al descubierto las verdaderas intenciones de la élite global: imponer un régimen de control de la población, aplicado por el Consejo de Seguridad mediante una combinación de coerción económica y fuerza militar.

El lenguaje es directo e inequívoco: “el Consejo de Seguridad informará a todas las naciones que su tolerancia sobre la población ha terminado”, y que “todas las naciones tienen cuotas de REDUCCIÓN sobre una base anual” – cuotas que se aplicarán mediante “embargo selectivo o total de crédito, artículos comerciales incluyendo alimentos y medicinas, o por la fuerza militar, cuando sea necesario”.

Esta no es una receta para el desarrollo sostenible ni para la protección del medio ambiente, sino un plan para un orden mundial totalitario, en el que los derechos y las libertades de los individuos están subordinados a los caprichos de una élite autodesignada.

El hecho de que este documento haya circulado en preparación para la conferencia de las Naciones Unidas sobre medio ambiente en Río de Janeiro en 1992 es un recordatorio de que la agenda de control de la población y la gobernanza global se ha estado gestando durante mucho tiempo y que la última encarnación de esta agenda, el Pacto para el Futuro, es simplemente la última iteración de una campaña de décadas para imponer un futuro distópico a la humanidad.

En este escalofriante documento se ponen al descubierto las verdaderas intenciones de la élite mundial. El Consejo de Seguridad, dominado por las grandes potencias anglosajonas, asumiría una autoridad absoluta sobre todas las naciones, dictando cuotas de población y aplicándolas mediante el estrangulamiento económico, la fuerza militar o cualquier otro medio que se considere necesario. La noción de soberanía nacional quedaría reducida a una pintoresca reliquia de una era pasada, mientras el Consejo de Seguridad afirma su “total jurisdicción jurídica, militar y económica” sobre todas las regiones del mundo.

Pero eso no es todo: el Consejo de Seguridad también se haría con el control de todos los recursos naturales, incluidas las cuencas hidrográficas y los grandes bosques, para que sean explotados y preservados en beneficio de las grandes naciones. Esto no es más que un modelo para una cleptocracia global, en la que se saquean los recursos de la mayoría para enriquecer a unos pocos. Los documentos revelan una visión del mundo en la que los fuertes hacen lo que quieren y los débiles sufren lo que deben.

El velo del secreto se ha levantado, apenas un poco, sobre los Cobden Clubs, un grupo de expertos que difundía la ideología del “sistema racial anglosajón” británico. Un documento filtrado, cortesía del ingenioso compañero del consultor empresarial George W. Hunt, ha arrojado luz sobre la verdadera naturaleza de esta reunión de élite. El contenido de este documento es un importante recordatorio de que la búsqueda de poder y control no conoce límites, ni siquiera los de la decencia o la moralidad.
Las inquietantes similitudes entre las reflexiones de los Clubes Cobden y las recientes propuestas de la Fundación Desafíos Globales, el Instituto Potsdam para la Investigación del Impacto Climático y la Universidad de las Naciones Unidas son una dura advertencia de que, cuanto más cambian las cosas, más siguen siendo iguales.
La población mundial ha crecido de 5.400 millones a 8.200 millones desde 1991, y sin embargo, las soluciones que ofrecen estos autoproclamados guardianes del planeta son nada menos que draconianas. Se han quitado los guantes y las verdaderas intenciones de estas organizaciones han quedado al descubierto.
La propuesta conjunta de estas organizaciones es una clase magistral de doble discurso, un ejercicio cínico de rebautizar la misma vieja búsqueda de poder como un esfuerzo benévolo para “proteger” a la humanidad.

El concepto de “bienes comunes globales”, que en su día fue una idea noble, ha sido secuestrado para justificar la gestión colectiva del aire que respiramos, el agua que bebemos y la tierra que habitamos. La atmósfera, la hidrosfera, la biosfera, la litosfera y la criosfera están todas bajo la gestión, el control y el dictado de una camarilla de élites autoproclamadas. La pregunta es: ¿quién decide qué constituye un “punto de inflexión peligroso” y quiénes serán los beneficiarios de este gran experimento de gobernanza global?

El canto de sirena de la gobernanza global nos llama, prometiendo una sinfonía armoniosa de regulación y control, todo en nombre de la protección de los “bienes comunes del planeta”. Pero si rascamos un poco más la superficie, se hacen evidentes las verdaderas intenciones de este gran plan.
La estructura de gobernanza “anidada” propuesta, con sus múltiples capas de regulación y supervisión por parte de un organismo de gobernanza global, es simplemente un modelo para un régimen totalitario. La fragmentación de la soberanía nacional y los enfoques compartimentados de la protección ambiental deben ser reemplazados por una solución monolítica, de talla única, dictada por una élite autodesignada.
¿Y quiénes son los arquitectos de este gran plan? La Fundación Desafíos Globales, fundada por el multimillonario financiero László Szombatfalvy, con su objetivo declarado de desarrollar “modelos mejorados de toma de decisiones globales”. Mejorados, es decir, para el beneficio de la élite global, no de las masas.

La solución propuesta a este “problema” inventado de la “ superpoblación ” es un ejemplo escalofriante del impulso totalitario en acción. Un nuevo tratado global, que obligue a los países a fijar objetivos de población cada cinco años y un plan para alcanzarlos, no es nada menos que una receta para la ingeniería demográfica a escala global.
Los ecos de la eugenesia y el control social son ensordecedores, y cabe preguntarse quién decide quién vive, quién muere y quién se reproduce. La respuesta, por supuesto, son los autoproclamados guardianes del planeta, que no se detendrán ante nada para imponer su visión retorcida a la humanidad.

La Fundación Desafíos Globales parece ser un caballo de Troya para una agenda mucho más insidiosa. Los escarceos de Szombatfalvy con el presidente del Club de Roma, Anders Wijkman, y su generosidad con el Proyecto de Superpoblación delatan una profunda afinidad con la cosmovisión maltusiana, una filosofía que considera a la humanidad como una plaga sobre la Tierra y busca imponer controles draconianos al crecimiento demográfico.
La extraña resonancia entre las opiniones de Szombatfalvy y las de los “patriotas raciales británicos” y los “patrocinadores vivos de la voluntad del gran Cecil Rhodes” es más que una coincidencia. La “Iniciativa para la Carta de la Tierra Eco-92” de este último es un claro llamado a un Nuevo Orden Mundial, en el que las “Principales Naciones del Consejo de Seguridad” dictarían los términos de la gobernanza global. Esta es la receta para una oligarquía global, en la que los intereses de los pocos poderosos serían primordiales.
La participación del Real Instituto de Asuntos Internacionales (Chatham House) y su homólogo estadounidense, el Consejo de Relaciones Exteriores (CFR), añade otra capa de complejidad a esta narrativa.
Estas organizaciones, creadas por el Movimiento de la Mesa Redonda, fueron diseñadas para promover las ambiciones imperialistas de Cecil Rhodes y la élite británica. Su objetivo final, una federación mundial de naciones, es un eufemismo para designar un imperio global, con el eje angloamericano al mando.
La idea de que estas organizaciones son simplemente centros de investigación benignos, dedicados a promover la cooperación global, es una ficción risible. En realidad, son los instrumentos enguantados de una élite poderosa, decidida a moldear el mundo a su imagen.

Como escribió el historiador del CFR y profesor de la Universidad de Georgetown Carroll Quigley en Tragedy and Hope:
“Los objetivos principales de esta elaborada organización semisecreta eran en gran medida encomiables: coordinar las actividades y perspectivas internacionales de todo el mundo de habla inglesa en una sola (que, en gran medida, es cierto, sería la del grupo de Londres); trabajar para mantener la paz; ayudar a las áreas atrasadas, coloniales y subdesarrolladas a avanzar hacia la estabilidad, la ley y el orden y la prosperidad siguiendo líneas algo similares a las que se enseñaban en Oxford y la Universidad de Londres”.

El mundo enrarecido de la élite del poder es un reino de paradojas, donde “caballeros amables y cultos” con una inclinación por las cosas buenas de la vida esconden una vena maquiavélica. La caracterización que hace Quigley de estos individuos como “muy preocupados por la libertad de expresión de las minorías y el imperio de la ley para todos” es una subestimación magistral, pues es precisamente esta fachada de benevolencia la que oculta sus verdaderas intenciones. Sin embargo, su deseo de anonimato es un indicador revelador de la naturaleza engañosa de sus esfuerzos.
El Centro Stimson, actor clave en los preparativos de la Cumbre del Futuro, es un auténtico nexo de poder, cuyos fundadores, Barry Blechman y Michael Krepon, son miembros del CFR.
El patrocinador homónimo del centro, Henry Stimson, fue un fiel defensor del CFR, y su mandato como Secretario de Guerra de los EE. UU. durante la Segunda Guerra Mundial sólo sirve para subrayar la profunda influencia de la organización en los pasillos del poder.
Un buen ejemplo es la relación incestuosa del CFR con el grupo de expertos Comisión Trilateral, fundado por David Rockefeller. Todos los presidentes del CFR desde Rockefeller han sido miembros de TriCom, una auténtica puerta giratoria de corredores de poder.
El actual presidente del CFR, David Rubenstein, es un claro ejemplo de este fenómeno, con su doble función de presidente del Carlyle Group y miembro del consejo de administración del Foro Económico Mundial. Esta última organización, principal fachada oficial de las actividades de estos grupos, es un auténtico centro de intercambio de información sobre la agenda global de la élite del poder. Los hilos de influencia que unen a estas entidades forman una compleja red de poder, diseñada para atrapar y manipular a la política global.

El Cuarto Congreso Mundial de Naturaleza, una reunión de la élite del poder en 1987, fue una experiencia reveladora para George W. Hunt, un voluntario que se topó con una camarilla de individuos influyentes empeñados en remodelar el mundo a su imagen.
La conferencia fue un auténtico "quién es quién" de la Comisión Trilateral, con la asistencia de personalidades como David Rockefeller, Edmond de Rothschild y Maurice Strong. La presencia del presidente del FMI, Michel Camdessus, y del presidente del Banco Mundial, Barber B. Conable, Jr., no hizo más que subrayar la gravedad de los debates.
Mientras Hunt escuchaba los debates, le sorprendió el cinismo y la insensibilidad de los asistentes. Los comentarios del banquero de inversiones canadiense David Lank, en particular, fueron una cruda ilustración del desprecio con el que estas personas veían al ciudadano común.
La sugerencia de Lank de que la agenda de la conferencia fuera “vendida” al público a través de un proceso que pasara por alto la democracia, para que no “devorara demasiados fondos para educar a la carne de cañón que, por desgracia, puebla la Tierra”, fue una escalofriante admisión del desdén de la élite por las masas.
El uso del término “carne de cañón” para describir a la población en general fue un ejemplo particularmente flagrante del lenguaje deshumanizador empleado por estos individuos, que veían el mundo como un mero tablero de ajedrez que podían manipular para sus propios fines.

El Cuarto Congreso Mundial de Tierras Silvestres fue, en efecto, una reunión de los sumos sacerdotes del Nuevo Orden Mundial, que se consideraban los únicos árbitros del destino del planeta. Su visión era la de un mundo en el que las masas se veían reducidas a meros peones, a ser arreadas y controladas por una élite autoproclamada.
La conferencia fue un recordatorio de que la obsesión de la élite del poder con la protección del medio ambiente no era más que un caballo de Troya para una agenda mucho más siniestra, que amenazaba la esencia misma de la democracia y la libertad individual.

David Rockefeller escribió en el libro de la conferencia Para la conservación de la Tierra:
“Sin embargo, es totalmente erróneo atribuir toda la culpa de la conducta ambiental inaceptable a la industrialización o a las grandes corporaciones. Gran parte de la devastación del medio ambiente mundial, especialmente en el mundo actual, se debe a individuos que carecen de energía y que están atrapados en una pobreza absoluta. La deforestación, por ejemplo, es a menudo más el producto de las acciones desesperadas de los pobres que de la explotación irresponsable de los gigantes industriales. Alrededor del 70 por ciento de la población mundial, en rápido crecimiento, depende actualmente de la leña para cocinar y calentarse. Las consecuencias de este hecho son poco menos que desastrosas”.

La superclase ultra rica, con su desapego olímpico de las luchas del hombre común, parece albergar un profundo desdén por los pobres, a quienes ven como nada más que una molestia a la que hay que manejar y controlar.

Los pobres, a sus ojos, son la encarnación de todo lo que está mal en el mundo: contaminan, emiten carbono y destruyen el orden natural. Son el “otro”, el enemigo de la Tierra, y deben ser gobernados por los “reyes filósofos ilustrados” que saben lo que es mejor para ellos.

El informe de la Comisión Trilateral, Más allá de la interdependencia , es un manifiesto para este nuevo orden mundial, en el que las “prácticas comerciales sostenibles” de los ultra ricos salvarán al mundo de los estragos de los pobres.
Se trata de un documento cínico y egoísta, diseñado para justificar el dominio continuo de la élite sobre las masas. Los autores del informe, sin duda, se consideran los guardianes del planeta, encargados de la noble misión de salvar al mundo de las tendencias destructivas de los pobres.

El primer Congreso Mundial sobre Naturaleza, celebrado en Sudáfrica en 1977, fue un acontecimiento decisivo en el desarrollo de este nuevo orden mundial. La presencia del banquero franco-suizo Edmond de Rothschild y del conservacionista sudafricano Ian Player no fue casualidad, dada la larga historia de colaboración entre la familia Rothschild y la empresa sudafricana de diamantes De Beers. La elección del lugar también fue probablemente deliberada, dado el papel de Cecil Rhodes en la creación de un monopolio sobre el comercio mundial de diamantes.
Rhodes, el archi-imperialista, tenía la visión de un mundo en el que el dominio británico era supremo y estaba dispuesto a hacer lo que fuera necesario para lograrlo. Su “Sociedad Secreta”, creada con el objetivo de promover los intereses británicos y sentar las bases para un nuevo orden mundial, fue un precursor de la obsesión de la élite moderna con la gobernanza global.
El hecho de que Rhodes haya podido expropiar tierras a los africanos negros e instigar la colonización de Rhodesia (hoy Zimbabwe) con impunidad es un duro recordatorio de la naturaleza brutal y explotadora del imperialismo. Y, sin embargo, ese es el legado que la élite moderna intenta seguir construyendo con su discurso sobre “desarrollo sustentable” y “ciudadanía global”.

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domingo, 31 de marzo de 2024

Salvar el Planeta a costa de los Seres Humanos

¿Sabías que existe una agenda oficial para reemplazar a la raza humana con robots, cyborgs e inteligencia artificial? Esta agenda es fuertemente promovida por el Foro Económico Mundial. Su objetivo es poner fin a la era de la humanidad y marcar el comienzo de una nueva era de neohumanidad, donde las personas son una mezcla de hombre y máquina. También afirman que nuestros pensamientos y emociones serán monitoreados por IA para combatir el cambio climático. ¿Es ese el mundo que quieres para ti y tus hijos?



Parece ser el fin de la humanidad, según lo planeado por los líderes mundiales. Lo absurdo de querer acabar con la humanidad para "salvar el planeta"
Muchos de nosotros hemos visto películas populares de ciencia ficción sobre robots que se apoderan del mundo y erradican a la humanidad. Pero poco sabemos que esto es exactamente lo que están preparando los líderes mundiales. Incluso afirman que ésta es la única manera de salvar a la Tierra del colapso total. Sin salir de la era de la humanidad y entrar en la era de la neohumanidad, el mundo está condenado, dicen. Uno de sus argumentos es que los humanos son la causa del cambio climático y, por lo tanto, deben ser reemplazados por alternativas artificiales para "salvar el planeta".

Esta reforma mundial la llaman "La Cuarta Revolución Industrial" y tiene como objetivo digitalizar completamente todos los aspectos de la vida en la Tierra.


Klaus Schwab, fundador y presidente del Foro Económico Mundial, afirmó durante la reciente Cumbre Mundial de Gobierno en Dubai:
"El futuro ya está aquí. ¡Viene como un tsunami! Esta Cuarta Revolución Industrial no sólo cambiará todo lo que hacemos, sino que también tendrá un impacto en quiénes somos."

Se están realizando importantes avances para trasplantar la personalidad humana a vehículos robóticos, para darle al hombre una inmortalidad artificial. El último sueño de las élites: volverse inmortales.
Los robots ya están reemplazando a enfermeras, trabajadores sociales, asistentes psicológicos, médicos, cajeros, cocineros, agentes del orden, etc., en varias zonas del mundo. Los primeros chips de computadora ya se están implantando en humanos. La combinación del hombre con la máquina es una realidad, mientras que la IA está arrasando en el mundo, eliminando millones de puestos de trabajo humanos en estos momentos.


Esta hermosa joven es Erica, un robot humanoide, construido para reemplazar a los humanos. Su tarea es proporcionar apoyo emocional a personas solas y mayores.

Lo horrible es que específicamente aquellos trabajos sensibles donde las personas necesitan un toque humano, verdadera comprensión y apoyo emocional están siendo reemplazados por robots. ¿Te imaginas ser atendido por un robot en un hospital o residencia de ancianos? Eso es exactamente lo que está pasando. Eliminar la experiencia humana, que es tan preciosa, hermosa y profunda, y reemplazarla con alternativas robóticas insensibles.

Insertar pensamientos y emociones en todos.


Al mismo tiempo, en todas las naciones del mundo se están instalando tecnologías que registrarán continuamente todos los pensamientos, emociones y sueños de todos. Estas tecnologías incluso tienen la capacidad de insertar pensamientos y emociones en la población. Así lo afirman públicamente el expresidente de Chile, Sebastián Piñera, y la Joven Líder Global del Foro Económico Mundial, Ida Auken, exministra de Medio Ambiente de Dinamarca.

En Europa, la televisión pública "School TV" les dice a los niños lo "cool" que es tener un chip en el cerebro.

Google organiza simposios en los que se explica cómo los seres humanos serán uno con los ordenadores, mientras que el director general de Nokia afirma que dentro de unos años todo el mundo tendrá su teléfono inteligente dentro del cuerpo. Esto significa que cada detalle de nuestras vidas puede ser monitoreado constantemente. Mientras tanto, el Foro Económico Mundial organiza conferencias sobre "transparencia cerebral", donde se discute cómo todos nuestros datos personales más íntimos se almacenarán en la nube y serán controlados por las grandes tecnologías.

Todo esto está en línea con el anuncio del WEF de que para 2030 nadie tendrá privacidad. Klaus Schwab dice que tendremos que acostumbrarnos a una sociedad de "total transparencia", donde todo lo que pensamos, sentimos y soñamos está controlado.

Fuente: Stop World Control

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domingo, 3 de marzo de 2024

Ser Ecológico Hoy

Las baterías no generan electricidad, almacenan electricidad producida en otro lugar, especialmente a través de carbón, uranio, centrales eléctricas de gas natural o generadores diesel. Así que, la afirmación de que un coche eléctrico es un vehículo con cero emisiones no es correcta en absoluto.

Debido a que el 40 por ciento de la electricidad producida en los EE. UU. proviene de centrales de carbón, el cuarenta por ciento de los coches eléctricos en la carretera se basan en carbono.

Pero eso no es todo, si estás emocionado por los coches eléctricos y una revolución verde, deberías echar un vistazo más de cerca a las baterías, pero también a las turbinas eólicas y los paneles solares.

Una batería típica para coches eléctricos pesa mil libras, del tamaño de una maleta. Contiene 25 libras de litio, sesenta libras de níquel, 44 libras de manganeso, 30 libras de cobalto, 200 libras de cobre y 400 libras de aluminio, acero y plástico. Hay más de 6.000 células individuales de iones de litio dentro.

Para hacer cada batería BEV, necesitas procesar 25.000 libras de sal para litio, 30.000 libras de mineral para cobalto, 5.000 libras de resina para níquel y 25.000 libras del mineral de cobre. Un total de 500.000 libras de corteza tiene que ser sacado para una batería.

El mayor problema con los sistemas solares son los productos químicos utilizados para convertir el silicato en silicona usada para los paneles. Para producir silicona suficientemente pura, debe tratarse con ácido clorhídrico, ácido sulfúrico, fluoruro, triclorotano y acetona.

Además, se necesitan galio, arseniuro, cobre indio-galio y telururo de cadmio, que también son muy tóxicos. El polvo de silicio supone un peligro para los trabajadores y las placas no pueden reciclarse.

Las turbinas de viento no son plus-ultra en términos de costo y destrucción del medio ambiente. Cada molino de viento pesa 1.688 toneladas (equivalente al peso de 23 casas) y contiene 1.300 toneladas de hormigón, 295 toneladas de acero, 48 toneladas de hierro, 24 toneladas de fibra de vidrio y las tierras raras difíciles de preservar neodimio, praseodimio y disprosio. Cada una de las tres hojas pesa 81.000 libras y tiene una vida útil de 15 a 20 años, después de los cuales deben ser reemplazadas. No podemos reciclar los rotores.

Estas tecnologías ciertamente pueden tener su lugar, pero tenemos que mirar más allá del mito de las emisiones cero.
"Going Green" puede sonar como un ideal utópico, pero si miras de forma realista e imparcial a los costos ocultos e incrustados, encontrarás que "Going ecológico" está haciendo más daño a la Tierra de lo que parece.

No es estar en contra de la minería, vehículos eléctricos, energía eólica o solar, es estar mostrando la realidad de la situación.

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domingo, 18 de febrero de 2024

Acción Climática

El Cambio Climático lleva años en primera línea de la agenda globalista. Es el caballo de Troya del tecnócrata antihumano.
Ya en 2010, célebres "expertos" en Cambio Climático sugerían que "los humanos no están lo suficientemente evolucionados" para combatir el cambio climático y que "quizá sea necesario aparcar la democracia por un tiempo."



Más recientemente, en 2019, Bloomberg publicó artículos con titulares como "El cambio climático acabará con la soberanía nacional tal y como la conocemos", y los académicos nos lo están diciendo:
Los estados seguirán siendo incapaces de resolver crisis mundiales
como el cambio climático
mientras no renuncien a su soberanía


Durante años se ha vendido el cambio climático como la razón por la que podríamos vernos "obligados" a abandonar la democracia o la soberanía.
Junto a esto, hay una extensa narrativa propagandística dedicada a cambiar el "cambio climático" de una cuestión medioambiental a una cuestión relacionada con todo.
Llegados a este punto, todos los gobiernos nacionales están de acuerdo en que el "cambio climático" es un problema urgente cuya solución requiere la cooperación mundial. Organizan cumbres multitudinarias en las que firman acuerdos internacionales que obligan a los estados nacionales a determinadas políticas, por el bien del planeta.

Una vez establecido ese modelo, ahora están ampliando el ámbito del "cambio climático". Convirtiendo el "cambio climático" en la respuesta a todas las preguntas:
Obviamente, el "cambio climático" siempre iba a afectar a la energía y el transporte.
Después del Covid, el "cambio climático" ya se ha rebautizado como "crisis sanitaria".
Ahora nos dicen que el "cambio climático" está generando una crisis alimentaria.
Nos dicen que el comercio internacional debe tener en cuenta el clima.
El Banco Mundial nos dice que la reforma educativa ayudará a luchar contra el cambio climático.
El Fondo Monetario Internacional nos dice que todos los países del mundo deberían tasar el carbono y, en un reciente episodio cruzado, que las CBDC pueden ser buenas para el medio ambiente.

Así es como funciona.
Agricultura y alimentación, salud pública, energía y transporte, comercio, política fiscal y tributaria, incluso educación. Casi todas las áreas de gobierno están ahora potencialmente cubiertas por el paraguas del "cambio climático".
Ya no se necesita un gobierno mundial, sólo necesitan un panel único de "expertos internacionales imparciales en cambio climático" que trabajen para salvar el planeta.
A través de la lente del "cambio climático", estos "expertos" estarían facultados para dictar -perdón, recomendar- políticas gubernamentales en casi todos los ámbitos de la vida a todas las naciones del planeta.

Otra manera de decirlo.
Es el gobierno global del mundo moderno, no centralizado sino distribuido. La computación en la nube. Un cerebro supranacional corporativo-tecnócrata. Sin existencia oficial ni autoridad, y por tanto sin rendición de cuentas, y canalizando todas sus decisiones políticas a través de un filtro: el cambio climático.
No habrá una única moneda mundial, habrá docenas y docenas de monedas digitales "interoperables" que crearán un "ecosistema de pagos armonioso". No habrá un único servicio global de identidad digital, sino una serie de "redes de identidad interconectadas" que participarán en el "libre flujo de datos para promover la seguridad".
No habrá un gobierno mundial, sino paneles internacionales de "expertos imparciales" nombrados por la ONU que formularán "recomendaciones políticas".
La mayoría o la totalidad de los países del mundo seguirán la mayor parte o la totalidad de las recomendaciones, pero cualquiera que llame a estos paneles gobiernos globales recibirá verificaciones de hechos por parte de Snopes o Politifact destacando que "los paneles de expertos de la ONU NO constituyen un gobierno global porque no tienen poder legislativo".

Así es como el gobierno global tomará forma en 2024 y más adelante. Compartimentado, totalmente negable... pero muy, muy real.

Fuente: off Guardian

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martes, 9 de enero de 2024

El Nuevo Colonialismo de la Élite Financiera

¿Sabías que la tierra agrícola es la mina de oro del siglo XXI? De forma casi invisible, el acaparamiento de tierras está dominado por las finanzas. ¿Cómo es posible que esta nueva forma de colonialismo -independientemente de los efectos devastadores para la población- continúe sin cesar?

Según Agro Acción Alemana, el robo de tierras -también llamado "acaparamiento de tierras"- no cesa. Ahora está dominado por el sector financiero profesional, que opera de forma encubierta y casi invisible. En su opinión, hay más beneficios en la tierra que en los campos de oro. Especialmente en Brasil, África, el sudeste asiático y Europa del Este se ocultan los "bancos de tierras" del mundo.

En el punto de mira de los buscadores de tierras están especialmente los "Estados fallidos", los llamados Estados rotos o fracturados cuyos recursos los convierten en presas especialmente fáciles. En Ucrania, por ejemplo, las empresas extranjeras ya se han apoderado del 71% de las tierras agrícolas. Los acuerdos sobre tierras también son promovidos y apoyados por organizaciones internacionales, en primer lugar por el Banco Mundial. Ya en otoño de 2010, el Banco Mundial -supuestamente en interés de los respectivos países- elaboró y publicó un mapa mundial de las tierras en venta. En realidad, sin embargo, este mapa es una guía para todos aquellos que buscan "nuevas tierras" rentables.

Esto demuestra una vez más que las finanzas mundiales abusan de su poder y se apoderan ilegalmente de todo lo que tiene valor, sin importarles los efectos devastadores sobre la tierra y las personas. Por tanto, el acaparamiento de tierras no es más que una forma moderna de colonialismo. Esta explotación criminal exige a gritos un cese inmediato y una compensación justa para los países desposeídos.

Fuentes:
Acaparamiento de tierras por agentes financieros
Acaparamiento de tierras: la nueva forma de colonialismo

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sábado, 26 de agosto de 2023

Reputados científicos internacionales hablan acerca del "cambio climático"

La responsabilidad humana en el calentamiento o desajuste climático (lo cual implica que alguna vez habría habido algún "ajuste"...) es presentada a diario como algo evidente para la opinión dominante. Sin embargo, el debate público se beneficiaría de la inclusión de voces divergentes y altamente cualificadas.


Algunas de estas voces son las de Steven E. Koonin, catedrático de Física Teórica y ex subsecretario de Estado para la Ciencia en la administración Obama (autor de Las incertidumbres del clima); de Alban d'Arguin, uno de los pioneros de la lucha contra la energía eólica en Francia (El calentamiento global. Investigación sobre una manipulación glogal); de Christian Gerondeau, ingeniero politécnico que lleva más de diez años trabajando en cuestiones medioambientales (Las doce mentiras del GIEC), o de Guillaume Sainteny, antiguo Director de Estudios Económicos y Evaluación Medioambiental del Ministerio de Ecología francés (El clima que esconde el bosque. O cómo la cuestión del clima oculta los problemas del medio ambiente).

Nada nuevo bajo el sol
En su libro, Steven Koonin relata cómo los hechos científicos sacudieron sus convicciones previas y le llevaron a criticar las afirmaciones mediáticas y políticas que pretenden indebidamente basarse en el consenso científico.

Durante el último millón de años, se han alternado periodos de calentamiento rápido con periodos de enfriamiento más lento. Evidentemente, estas variaciones no se debieron a la actividad humana, sino, sobre todo, a ligeros cambios en la órbita de la Tierra alrededor del Sol y en la inclinación de su eje.

Alban d'Arguin señala que la órbita de la Tierra alrededor del Sol suele ser un factor en estos trastornos, debido a las variaciones de la actividad magnética solar. Durante un "pequeño óptimo" entre 900 y 1300, las temperaturas fueron más altas que las actuales. En los últimos 170 años, el clima se ha ido calentando, pero con rachas de calor y frío, así como veranos tórridos e inviernos gélidos ocasionales.

En el siglo XX,
El planeta se calentó entre 1910 y 1940, se enfrió entre 1940 y 1980 y se ha ido calentando desde entonces, sobre todo en las latitudes altas, la baja atmósfera y el interior. Las personas de mayor edad quizá recuerden que el último periodo de descenso de las temperaturas llevó a muchos climatólogos de la época a predecir la llegada inminente de una nueva edad de hielo.

El crecimiento demográfico y la actividad económica contribuyen al calentamiento global, principalmente a través de los combustibles fósiles, pero los aerosoles y la deforestación ejercen una influencia refrigerante que anula aproximadamente la mitad de la influencia inversa de los gases de efecto invernadero causados por las actividades humanas. Sin duda, la influencia humana está aumentando, pero actualmente sólo representa una proporción muy pequeña de la energía que circula por el sistema climático.

Los científicos cuestionan al IPCC
Christian Gerondeau señala que el IPCC (Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático) no es un organismo científico, sino un órgano supranacional de carácter político que reúne y selecciona contribuciones, y la mayoría de cuyos representantes no tienen experiencia en cuestiones climáticas. Muchos científicos critican sus conclusiones.

Steven Koonin señala que los modelos climáticos, cuya incertidumbre aumenta con su sofisticación, dependen de la forma en que se tratan parámetros difíciles de predecir, como las nubes, por ejemplo. Es más, estos modelos son incapaces de explicar el calentamiento que se produjo a principios del siglo XX.

Los resúmenes de los informes de evaluación del IPCC también contienen conclusiones contradictorias sobre el origen antropogénico del calentamiento global. Estas conclusiones se presentan como incontrovertibles, a pesar de que, en 2008, la "petición de Oregón", que refutaba enérgicamente esta tesis, fue firmada por 31.000 científicos, el 30% de los cuales eran doctores.

En cuanto al papel de las actividades humanas en las catástrofes naturales, repetido regularmente por los medios de comunicación y muchos políticos, la Organización Meteorológica Mundial reconoce que "ningún acontecimiento individual, como un ciclón tropical grave, puede atribuirse al cambio climático inducido por las actividades humanas".

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sábado, 29 de julio de 2023

Filántropos Duplican sus Fortunas en la Última Década


La crisis de las hipotecas del 2008, alimentada por un ambiente financiero que favorecía toma de riesgos extremos, terminó como toda crisis capitalista: con una transferencia multimillonaria de riqueza de los más pobres a los más ricos.

Si bien se nos repite hasta el cansancio que la mano invisible del mercado lo equilibra todo, que el mercado elimina a los actores que tomen decisiones equivocadas, lo cierto es que el grupo de gente más poderoso del sistema, el 0.1% de la población mundial, escapa a esas reglas. Para ellos no existen los riesgos, siempre habrá un paquete gubernamental de rescate. Y así sucedió en la crisis del 2008.

Como dijo Bernie Sanders: "Ni un solo gran ejecutivo de Wall Street fue a la cárcel por destruir nuestra economía en 2008 como resultado de su codicia, imprudencia y comportamiento ilegal. No. No fueron a la cárcel. Recibieron un rescate de un billón de dólares".

En el medio de esa crisis, en un golpe de efecto de relaciones públicas, esta elite mundial fue convocada por Gates, Buffett y Rockefeller en Nueva York en lo que The Guardian denominó como "El Club del Bien". En conjunto tenían un patrimonio de 125.000 millones de dólares. Los nombres de algunos de los miembros son bien conocidos: Bill Gates, George Soros, Warren Buffett, Oprah Winfrey, David Rockefeller, Michael Bloomberg y Ted Turner. ¿Los temas tratados? "se centraron en la educación, la ayuda de emergencia, la reforma del gobierno, la profundidad prevista de la crisis económica y cuestiones de salud mundial como la superpoblación y las enfermedades". Fue, añade el diario The Guardian, "una cumbre para salvar el mundo."

En agosto de 2010, mientras continuaba el cimbronazo de la crisis, con millones de trabajadores perdiendo sus ahorros y sus hogares con las ejecuciones hipotecarias, y que en el mundo en desarrollo empujaba a 100 personas por minuto a la pobreza, 40 de las personas y parejas más ricas de Estados Unidos se unieron para formar "un pacto para dar" llamado "The Giving Pledge".

¿Qué es el Giving Pledge? según la propia organización "El Giving Pledge es un movimiento de filántropos que se comprometen a donar la mayor parte de su patrimonio a causas benéficas, ya sea en vida o en su testamento. (....) pretende cambiar las normas de la filantropía entre las personas más ricas del mundo, inspirándolas para que den más, establezcan antes sus planes de donación y den de forma más inteligente. Esto se consigue en parte creando una comunidad en la que los firmantes del Compromiso puedan asistir a sesiones de aprendizaje, compartir buenas prácticas e intercambiar ideas para maximizar el impacto de sus donaciones."

Marketing mediático de por medio, que nunca falta con estos niveles de riqueza y conexiones, la promesa no tardó en hacerse popular entre los ricos del mundo. En la actualidad, el compromiso incluye a 236 de las personas, parejas y familias más ricas del mundo, de 28 países.

Extrañamente (o no tanto), 13 años después de la firma, los principales impulsores de esta generosa propuesta de donar la mitad de sus fortunas en vida o más, no sólo siguen viendo crecer su patrimonio a pasos agigantados sino que en muchos casos lo han duplicado.


Multiplicación de la riqueza de los billonarios que prometieron donar sus fortunas

Empecemos por el alma máter de la "filantropía" mundial Bill Gates, magnate empresarial, desarrollador de software, inversor, autor y filántropo estadounidense. Omnipresente en los medios de comunicación y experto en temáticas varias de los problemas mundiales: crisis sanitaria, crisis climática, sobrepoblación, agricultura, etc.

En 2010 al hacer su compromiso altruista tenía un patrimonio de 40 mil millones de dólares, en 2020 más que lo duplicaba con $110 mil millones de dólares. En 2023 cuenta con $105 mil millones.

Sigamos con Warren Buffett, hoy con 92 años, y comprometido codo a codo con la Fundación Gates. En los últimos diez años, también, casi duplicó su patrimonio.

En 2015, Mark Zuckerberg, que había firmado el Giving Pledge a la edad de 26 años, decidió subir aún más la apuesta, comprometiéndose a regalar el 99% de sus acciones de Facebook. Si hacemos historia, en 2011 Zuckerberg se encontraba en el puesto 52 de los hombres más ricos de Forbes, con 13.500 millones de dólares. A partir del 2015 siempre estuvo entre los 10 más ricos de ese ranking, salvo en 2022 al perder en un año US$ 75 mil millones por la baja de las acciones y el poco rédito de su Metaverso. En 2022, su patrimonio ascendía a 67.300 millones de dólares. De todas formas, pese al mal resultado del último año, Zuckerberg quintuplicó su patrimonio desde 2011.

Si ahora analizamos a los millonarios mundiales en conjunto la tendencia es similar: una suba imparable en activos y en cantidad de miembros de este club de elite desde el año 2000, con una pequeña baja en la crisis del 2008, de la que rápidamente se recuperaron.

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lunes, 24 de julio de 2023

Datos a Considerar en las Energías Verdes


Vamos a mostrar algunos datos a considerar en las energías "verdes":
Las baterías, no producen electricidad: almacenan electricidad producida en otros lugares, principalmente por carbón, uranio, plantas alimentadas por gas natural o generadores alimentados con diesel. Por lo tanto, decir que un vehículo eléctrico es un vehículo de cero emisiones no es en absoluto válido.
Además, dado que el cuarenta por ciento de la electricidad generada en los Estados Unidos proviene de plantas de carbón, se deduce que el cuarenta por ciento de los vehículos eléctricos en la carretera funcionan con carbón, ¿se ve?
Pero eso no es ni la mitad. Para aquellos entusiasmados con los coches eléctricos y una revolución verde, quiero que echen un vistazo más de cerca a las baterías y también a los molinos de viento y los paneles solares.

Una batería EV típica pesa 500 kilos, aproximadamente del tamaño de un maletero de coche. Contiene doce kilos de litio, treinta kilos de níquel, 22 kilos de manganeso, 15 kilos de cobalto, 100 kilos de cobre y 200 kilos de aluminio, acero y plástico. En el interior hay más de 6.000 celdas individuales de iones de litio.
Para fabricar cada batería de automóvil EV, debe procesar 12000 kilos de salmuera para el litio, 15000 kilos de mineral para el cobalto, 2500 kilos de mineral para el níquel y 12000 kilos de mineral para el cobre. En total, desentierras 250 mil kilos de la corteza terrestre por una batería".

El principal problema con los paneles solares son los productos químicos necesarios para procesar el silicato en el silicio utilizado en los paneles. Para hacer silicio lo suficientemente puro requiere procesarlo con ácido clorhídrico, ácido sulfúrico, ácido nítrico, fluoruro de hidrógeno, tricloroetano y acetona. Además, también necesitan galio, arseniuro, cobre-indio-galio-diseleniuro y cadmio-teluro, que también son altamente tóxicos. El polvo de silicio es un peligro para los trabajadores, y los paneles no se pueden reciclar.

Los molinos de viento son lo último en costes integrados y destrucción ambiental. Cada uno pesa 1688 toneladas (el equivalente a 23 casas) y contiene 1300 toneladas de concreto, 295 toneladas de acero, 48 toneladas de hierro, 24 toneladas de fibra de vidrio y las tierras raras difíciles de extraer neodimio, praseodimio y disprosio. Cada aspa pesa 40000 kilos y durará de 15 a 20 años, momento en el cual debe ser reemplazada. No podemos reciclar las aspas usadas.

Puede haber un lugar para estas tecnologías, pero debes mirar más allá del mito de cero emisiones.
"Going Green" puede sonar como el ideal utópico, pero cuando miras los costes ocultos e incrustados de manera realista con una mente abierta, puedes ver que Going Green es más destructivo para el medio ambiente de la Tierra de lo que parece, seguro.

Hay que mostrar la realidad de la situación.

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sábado, 1 de julio de 2023

La Verdadera Naturaleza

El sistema ecológico de la naturaleza es un ciclo entrópico de construcción/destrucción —vida, muerte, vida, muerte— que se mueve lentamente hacia una eventual desaparición. Si los humanos quieren vivir para siempre, lo que parece ser el deseo de la mayoría de ellos, entonces hay un problema. La naturaleza definitivamente sería entonces un enemigo, porque la naturaleza claramente espera que eventualmente muramos.

No obstante, la naturaleza quiere que su creación prospere. Esto se puede ver desde las formas más simples hasta las formas más desarrolladas y complejas. La naturaleza es, en su base, una madre, una criadora. Puede parecer cruel con la destrucción como su máxima prioridad, pero su verdadera esencia es el amor y la expresión de la belleza.

Como tal, todo en la naturaleza está hecho para una función y proceso específico. Cierta criatura puede vivir por un tiempo muy corto y aparentemente solo existe para alimentar a otros. Aunque esto de hecho puede ser su única función y propósito, todavía tiene una función y un propósito que encaja en el esquema de las cosas. La naturaleza es bondadosa en su apoyo a la procreación de esta humilde criatura, y le proporciona el milagro de la vida para que tenga éxito en su propósito divino.


Se ha escrito mucho a lo largo de la historia humana sobre la benevolencia de la naturaleza hacia la humanidad, así como sobre su maldad. Por ejemplo, Baruch Spinoza, un destacado filósofo del siglo XVII, vio la naturaleza como una expresión de Dios o lo divino. Vio a la naturaleza como una entidad autosuficiente e infinita, que incorporaba dimensiones tanto materiales como espirituales. Para Spinoza, la naturaleza operaba a través de una serie de leyes interconectadas y deterministas, guiadas por la racionalidad. Hizo hincapié en que los seres humanos no están separados de la naturaleza, sino que son parte de ella, intrincadamente vinculados al tejido más amplio de la existencia.

La benevolencia de la naturaleza hacia los seres humanos se manifiesta de varias formas. En primer lugar, nos proporciona sustento en forma de alimentos, agua y recursos necesarios para la supervivencia. Los diversos ecosistemas de la Tierra nos sustentan y nutren, ofreciendo una abundante variedad de frutas, verduras, granos y otros recursos vitales.

En segundo lugar, la naturaleza ofrece consuelo y curación. Numerosos estudios han demostrado el impacto positivo de pasar tiempo en la naturaleza en el bienestar mental y físico. La inmersión en entornos naturales reduce el estrés, mejora el estado de ánimo, mejora la función cognitiva y mejora la salud en general. Desde el sonido relajante de las olas hasta los tonos vibrantes de una puesta de sol, la naturaleza tiene una notable capacidad para restaurar y rejuvenecer.

Además, la naturaleza nos invita a presenciar su impresionante belleza, inspirando creatividad y asombro. Desde majestuosas montañas hasta intrincadas flores, desde poderosos océanos hasta serenos bosques, el atractivo estético de la naturaleza cautiva nuestros sentidos y estimula nuestra imaginación. Ha inspirado a artistas, escritores y poetas durante siglos, evocando una sensación de asombro y una profunda conexión con el mundo que nos rodea.

Dicho todo esto, parece que el hombre ha estado en una guerra bastante continua con la naturaleza. Esta perspectiva se ha manifestado a menudo en la explotación y degradación de los recursos naturales. La creencia de que los seres humanos tienen dominio sobre la naturaleza, tal como se afirma en algunas interpretaciones de los textos religiosos, ha sido mal utilizada para justificar prácticas insostenibles, la deforestación, la contaminación y la búsqueda temeraria de ganancias económicas sin considerar las consecuencias a largo plazo para el medio ambiente.

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lunes, 9 de noviembre de 2020

El Fenómeno Atmosférico de La Niña

Hace 10 años que no nace una Niña tan grande en el Pacífico y aquella vez trajo desastres, hambrunas y enfriamiento global. ¡Qué ocurrirá con el calentamiento global?

La Niña es una fase de la "Oscilación del Sur El Niño" (ENSO), siendo las otras dos El Niño y Neutra, un fenómeno climático repetitivo que constituye la variabilidad climática que más efecto tiene sobre el tiempo meteorológico en el planeta a corto plazo.
Tras el Gran Niño de 2015-16 se esperaba que viniera una gran Niña, como había pasado las dos veces anteriores (1982-83 y 1997-98), pero no fue así. La Niña que vino en 2017 fue tan pequeña que casi no califica como Niña. En consecuencia la temperatura global ha permanecido elevada entre 2015 y 2020. Eso está a punto de cambiar.

No es algo que se comente a menudo, pero la temperatura media del océano es de tan solo 3,5 °C. Podemos imaginar el planeta como un cubo de agua muy fría con una capa de dos centímetros templada (17 °C de media) en la superficie, y una corteza de naranja flotando, sobre la que vivimos nosotros. La temperatura del aire depende de la temperatura de la superficie del agua, porque la capacidad térmica de la atmósfera es baja. Es la superficie la que calienta la atmósfera, y el 70 % de ella es océano. A igual latitud, Europa Occidental es más templada que el Norte de América del norte porque el aire que nos llega y viaja con la Corriente del Golfo proviene del Sur.


Cuando se produce una Niña el agua del Pacífico se mezcla un poco más. La Circulación Walker se produce porque los vientos alisios soplan desde las altas presiones del Pacífico Oriental (Perú) hacia las bajas presiones del Pacífico Occidental (Indonesia). Al hacerlo arrastran consigo las aguas en la corriente ecuatorial del Pacífico y hacen aflorar las aguas profundas frías ricas en nutrientes en las costas de Perú que permiten la abundancia de anchoas. La Niña incrementa la diferencia de presión reforzando los alisios y haciendo que surja una gran lengua de agua fría que se extiende desde las costas de Perú hasta el Pacífico Central, con una profundidad de más de 100 m.


Durante El Niño el planeta libera energía desde el océano al espacio y lo que a nosotros nos parece un calentamiento en superficie, constituye en realidad un enfriamiento planetario. Durante La Niña se produce el efecto contrario, el agua fría reduce la evaporación y las nubes sobre el Pacífico, con lo que llega más energía del sol a la superficie y el planeta gana más energía a pesar del enfriamiento que medimos en superficie. Esto tan sencillo la mayoría de la gente no lo entiende y no ayuda que el calentamiento producido por El Niño se achaque en los medios al calentamiento global, mientras que el enfriamiento producido por La Niña se despacha diciendo que se trata de La Niña más caliente hasta la fecha.


En realidad ENSO no tiene que ver con el cambio climático y son oscilaciones que no afectan a la tendencia a largo plazo. Sin embargo en periodos alternativos de unos 25-30 años hay una mayor frecuencia de uno de los extremos. Entre 1976 y 1999 hubo una desviación de la media hacia una mayor frecuencia e intensidad del Niño, y este periodo coincide con el periodo de calentamiento más rápido de la superficie. Desde 1999 hay una desviación de la media hacia una mayor frecuencia de Las Niñas. Parte de este periodo es conocido como La Pausa (2002-2014) por la ausencia de calentamiento, y todo el calentamiento del siglo XXI se produjo durante los años 2014-2016 (ver fig. 16), coincidiendo con El Gran Niño de esos años.


El Niño y La Niña son altamente variables no solo en su intensidad, sino que también presentan distintos tipos dependiendo de cómo afecten a las distintas regiones del Pacífico. En El Niño y La Niña tradicionales la anomalía de las temperaturas de la superficie del océano afecta sobre todo al Pacífico Oriental (EP), mientras que en El Niño Modoki o La Niña CP afectan sobre todo al Pacífico Central. Sus efectos sobre el tiempo atmosférico son muy distintos, lo que complica enormemente las predicciones.

Efectos de La Niña a Nivel Mundial
ENSO tiene un fuerte efecto sobre la temperatura de superficie a nivel global a medida que los efectos del calentamiento o enfriamiento de una gran zona del Pacífico se van transmitiendo durante los meses siguientes por la atmósfera, pero aún más importante es que altera los patrones atmosféricos afectando mucho al tiempo atmosférico y a las precipitaciones. La Niña trae grandes sequías en el África Oriental, la costa Atlántica de Sudamérica y el medio Oeste de los EEUU, y grandes inundaciones en Australia, Indonesia, Filipinas, Sudáfrica y América Central. Por si fuera poco se incrementan los huracanes sobre el Atlántico si La Niña coincide con la temporada de huracanes. La Organización Mundial de Meteorología (WMO, o OMM) ha emitido una nota de prensa avisando de sus posibles efectos.


La anterior Niña de intensidad fuerte tuvo lugar en 2010-2011, hace una década, y fue seguida por una Niña de baja intensidad en 2011-12. A finales de 2010, la temporada de lluvias de otoño en África Oriental se redujo a menos de una cuarta parte de lo normal. Al fallar también las lluvias de primavera de 2011 (no provocado por La Niña), se produjo la peor sequía en 60 años, provocando una seria hambruna. Australia recibió lluvias muy superiores a lo normal dos años seguidos, y muchos lugares recibieron precipitaciones récord. La Niña de 2010-11 contribuyó a la continuación de la sequía histórica en el norte de México y el sur de los Estados Unidos en 2011. El 85 por ciento de México se vio afectado por algún nivel de sequía en junio, y el país sufrió su peor temporada de incendios forestales en la historia.
La Niña de 2010-2011 afectó a los precios de los alimentos, que ya se encontraban al alza por la recuperación de la crisis del 2008 y el aumento del precio de la energía. Las cosechas de soja, palma, maíz, colza, azúcar, café y caucho pueden verse perjudicadas, presionando los precios al alza.



Cuando La Niña es fuerte hace descender incluso el nivel del mar, que descendió más de 5 mm desde mediados de 2010 hasta el 2012.



Efectos de La Niña sobre Europa
La Niña tiene un efecto mucho más moderado sobre Europa que El Niño. Tiende a producir inviernos más moderados en el Norte de Europa (particularmente UK), e inviernos más fríos en el Suroeste de Europa, incrementando la nieve en el Mediterráneo. Las precipitaciones tienden a verse disminuidas. Estos efectos son mediados por la Oscilación del Atlántico Norte (NAO), que determina el tiempo en la región Atlántica, particularmente en invierno, y que se ve afectada no solo por ENSO sino por otros factores más.
Uno de los factores que afectan al tiempo en invierno es la actividad solar, que en mi opinión no está suficientemente reflejada en los modelos. La actividad solar afecta al Vórtice Polar, que cuando es alta suele estar bien formado y mantiene las masas de aire polar bien sujetas al Ártico, mientras que cuando la actividad solar es baja el Vórtice Polar tiende a desorganizarse mandando masas de aire polar a latitudes intermedias, produciendo olas de frío.
El anterior mínimo solar tuvo lugar en diciembre de 2008 y sus mayor efectos sobre el tiempo se suelen notar uno o dos años después. En el invierno de 2010-2011, al igual que pasará este invierno (mínimo solar en diciembre de 2019), coincidieron la baja actividad solar y una fuerte Niña. Dicho invierno de 2010-2011 fue uno de los más fríos del siglo en Europa. Cabe recordar la masiva tormenta de nieve del 29 de diciembre de 2010 que cubrió prácticamente toda Europa de un manto blanco, como mostraron las extraordinarias imágenes de satélite.


Las predicciones del tiempo se suelen quedar cortas al pronosticar un otoño e invierno más cálidos y secos de lo normal. El mínimo solar tiende a desviar las borrascas del Atlántico más hacia el Sur, haciendo que afecten más a la Península Ibérica.

Fuente: Rankia Blog Game Over?

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Proyecto del Club de los 80Mil

Si queremos una sociedad sustentable necesitamos lograr nuevamente el equilibrio entre sociedad, medio ambiente y economía, empezando por el concepto y el diseño de nuestros propios espacios para lograr una mayor convivencia con el medio natural y social, y al mismo tiempo fomentar la autosustentabilidad energética y de alimentos, así como mejorar nuestra calidad de vida con una estética en la vivienda, el buen manejo del agua potable y residual, al igual que el manejo sustentable de los desechos y residuos sólidos que generamos en nuestras casas y hábitats.

Este proyecto nos introduce a un estilo de vida modelo para un mejor futuro y presentar soluciones concretas para enfrentar problemas como la contaminación del agua, el calentamiento global, la erosión del suelo y la pérdida de la biodiversidad y recuperar valores como la armonía entre la estética y la arquitectura, la convivencia y la paz.

El proyecto es la búsqueda total de una mejor calidad de vida para los individuos, las sociedades y el planeta.