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miércoles, 16 de octubre de 2024

Dominar a las Masas

El nuevo “Pacto por el Futuro” de la ONU y
sus ecos de planes elitistas del pasado


La última versión del Pacto por el Futuro, presentada el 27 de agosto, guarda un parecido asombroso con las “acciones de gobernanza ambiental recomendadas” que promueve la Global Challenges Foundation. Esto no es una coincidencia, dada la tendencia de la Fundación a promover una marca de sostenibilidad que sirva a los intereses de los poderosos a expensas de los marginados.

El Pacto, cuya adopción está prevista para la Cumbre del Futuro del 22 de septiembre, es una clase magistral de retórica alarmista, que advierte sobre una “profunda transformación global” y “riesgos catastróficos y existenciales” que amenazan con sumergir a la humanidad en un “futuro de crisis y colapso persistentes”.

Pero no nos dejemos engañar por el lenguaje apocalíptico: esto no es más que un intento de afianzar aún más el status quo. Los autores del Pacto quieren hacernos creer que las “elecciones que hacemos” son las principales causas de estos riesgos existenciales, pasando convenientemente por alto el papel de las injusticias sistémicas y la búsqueda voraz de ganancias que sustentan nuestro orden económico actual.

El “terrible sufrimiento” que padecen “nuestros semejantes” no es un fenómeno natural, sino más bien una consecuencia directa de las políticas neoliberales que nos han impuesto las mismas élites que ahora afirman ser nuestros salvadores.
La “corrección del rumbo” propuesta en el Pacto es poco más que una hoja de parra, diseñada para ocultar el hecho de que el único “futuro de crisis persistente y colapso” que debemos temer es el que inevitablemente resultará del dominio continuo de las mismas estructuras de poder que nos han llevado a este precipicio.
El llamado de las Naciones Unidas a un sistema de gobernanza global actualizado, aparentemente para salvaguardar los intereses de las generaciones presentes y futuras, intenta una vez más consolidar el poder e imponer un régimen draconiano de control.

La propuesta de “gestión de shocks globales complejos” es un eufemismo para designar una mayor erosión de la soberanía nacional y la imposición de una solución única para los problemas del mundo, dictada por los mismos burócratas no electos que nos han llevado al borde del desastre.
No es coincidencia que la adopción de este nuevo marco de gobernanza tenga lugar exactamente 33 años después de que la infame “Iniciativa para la Carta de la Tierra Eco-92” circulara en una conferencia en Des Moines.
Este documento, escrito por la Secretaría del Orden Mundial del Club Cobden, dejó al descubierto las verdaderas intenciones de la élite global: imponer un régimen de control de la población, aplicado por el Consejo de Seguridad mediante una combinación de coerción económica y fuerza militar.

El lenguaje es directo e inequívoco: “el Consejo de Seguridad informará a todas las naciones que su tolerancia sobre la población ha terminado”, y que “todas las naciones tienen cuotas de REDUCCIÓN sobre una base anual” – cuotas que se aplicarán mediante “embargo selectivo o total de crédito, artículos comerciales incluyendo alimentos y medicinas, o por la fuerza militar, cuando sea necesario”.

Esta no es una receta para el desarrollo sostenible ni para la protección del medio ambiente, sino un plan para un orden mundial totalitario, en el que los derechos y las libertades de los individuos están subordinados a los caprichos de una élite autodesignada.

El hecho de que este documento haya circulado en preparación para la conferencia de las Naciones Unidas sobre medio ambiente en Río de Janeiro en 1992 es un recordatorio de que la agenda de control de la población y la gobernanza global se ha estado gestando durante mucho tiempo y que la última encarnación de esta agenda, el Pacto para el Futuro, es simplemente la última iteración de una campaña de décadas para imponer un futuro distópico a la humanidad.

En este escalofriante documento se ponen al descubierto las verdaderas intenciones de la élite mundial. El Consejo de Seguridad, dominado por las grandes potencias anglosajonas, asumiría una autoridad absoluta sobre todas las naciones, dictando cuotas de población y aplicándolas mediante el estrangulamiento económico, la fuerza militar o cualquier otro medio que se considere necesario. La noción de soberanía nacional quedaría reducida a una pintoresca reliquia de una era pasada, mientras el Consejo de Seguridad afirma su “total jurisdicción jurídica, militar y económica” sobre todas las regiones del mundo.

Pero eso no es todo: el Consejo de Seguridad también se haría con el control de todos los recursos naturales, incluidas las cuencas hidrográficas y los grandes bosques, para que sean explotados y preservados en beneficio de las grandes naciones. Esto no es más que un modelo para una cleptocracia global, en la que se saquean los recursos de la mayoría para enriquecer a unos pocos. Los documentos revelan una visión del mundo en la que los fuertes hacen lo que quieren y los débiles sufren lo que deben.


El velo del secreto se ha levantado, apenas un poco, sobre los Cobden Clubs, un grupo de expertos que difundía la ideología del “sistema racial anglosajón” británico. Un documento filtrado, cortesía del ingenioso compañero del consultor empresarial George W. Hunt, ha arrojado luz sobre la verdadera naturaleza de esta reunión de élite. El contenido de este documento es un importante recordatorio de que la búsqueda de poder y control no conoce límites, ni siquiera los de la decencia o la moralidad.
Las inquietantes similitudes entre las reflexiones de los Clubes Cobden y las recientes propuestas de la Fundación Desafíos Globales, el Instituto Potsdam para la Investigación del Impacto Climático y la Universidad de las Naciones Unidas son una dura advertencia de que, cuanto más cambian las cosas, más siguen siendo iguales.
La población mundial ha crecido de 5.400 millones a 8.200 millones desde 1991, y sin embargo, las soluciones que ofrecen estos autoproclamados guardianes del planeta son nada menos que draconianas. Se han quitado los guantes y las verdaderas intenciones de estas organizaciones han quedado al descubierto.
La propuesta conjunta de estas organizaciones es una clase magistral de doble discurso, un ejercicio cínico de rebautizar la misma vieja búsqueda de poder como un esfuerzo benévolo para “proteger” a la humanidad.

El concepto de “bienes comunes globales”, que en su día fue una idea noble, ha sido secuestrado para justificar la gestión colectiva del aire que respiramos, el agua que bebemos y la tierra que habitamos. La atmósfera, la hidrosfera, la biosfera, la litosfera y la criosfera están todas bajo la gestión, el control y el dictado de una camarilla de élites autoproclamadas. La pregunta es: ¿quién decide qué constituye un “punto de inflexión peligroso” y quiénes serán los beneficiarios de este gran experimento de gobernanza global?

El canto de sirena de la gobernanza global nos llama, prometiendo una sinfonía armoniosa de regulación y control, todo en nombre de la protección de los “bienes comunes del planeta”. Pero si rascamos un poco más la superficie, se hacen evidentes las verdaderas intenciones de este gran plan.
La estructura de gobernanza “anidada” propuesta, con sus múltiples capas de regulación y supervisión por parte de un organismo de gobernanza global, es simplemente un modelo para un régimen totalitario. La fragmentación de la soberanía nacional y los enfoques compartimentados de la protección ambiental deben ser reemplazados por una solución monolítica, de talla única, dictada por una élite autodesignada.
¿Y quiénes son los arquitectos de este gran plan? La Fundación Desafíos Globales, fundada por el multimillonario financiero László Szombatfalvy, con su objetivo declarado de desarrollar “modelos mejorados de toma de decisiones globales”. Mejorados, es decir, para el beneficio de la élite global, no de las masas.

La solución propuesta a este “problema” inventado de la “ superpoblación ” es un ejemplo escalofriante del impulso totalitario en acción. Un nuevo tratado global, que obligue a los países a fijar objetivos de población cada cinco años y un plan para alcanzarlos, no es nada menos que una receta para la ingeniería demográfica a escala global.
Los ecos de la eugenesia y el control social son ensordecedores, y cabe preguntarse quién decide quién vive, quién muere y quién se reproduce. La respuesta, por supuesto, son los autoproclamados guardianes del planeta, que no se detendrán ante nada para imponer su visión retorcida a la humanidad.

La Fundación Desafíos Globales parece ser un caballo de Troya para una agenda mucho más insidiosa. Los escarceos de Szombatfalvy con el presidente del Club de Roma, Anders Wijkman, y su generosidad con el Proyecto de Superpoblación delatan una profunda afinidad con la cosmovisión maltusiana, una filosofía que considera a la humanidad como una plaga sobre la Tierra y busca imponer controles draconianos al crecimiento demográfico.
La extraña resonancia entre las opiniones de Szombatfalvy y las de los “patriotas raciales británicos” y los “patrocinadores vivos de la voluntad del gran Cecil Rhodes” es más que una coincidencia. La “Iniciativa para la Carta de la Tierra Eco-92” de este último es un claro llamado a un Nuevo Orden Mundial, en el que las “Principales Naciones del Consejo de Seguridad” dictarían los términos de la gobernanza global. Esta es la receta para una oligarquía global, en la que los intereses de los pocos poderosos serían primordiales.
La participación del Real Instituto de Asuntos Internacionales (Chatham House) y su homólogo estadounidense, el Consejo de Relaciones Exteriores (CFR), añade otra capa de complejidad a esta narrativa.
Estas organizaciones, creadas por el Movimiento de la Mesa Redonda, fueron diseñadas para promover las ambiciones imperialistas de Cecil Rhodes y la élite británica. Su objetivo final, una federación mundial de naciones, es un eufemismo para designar un imperio global, con el eje angloamericano al mando.
La idea de que estas organizaciones son simplemente centros de investigación benignos, dedicados a promover la cooperación global, es una ficción risible. En realidad, son los instrumentos enguantados de una élite poderosa, decidida a moldear el mundo a su imagen.

Como escribió el historiador del CFR y profesor de la Universidad de Georgetown Carroll Quigley en Tragedy and Hope:
“Los objetivos principales de esta elaborada organización semisecreta eran en gran medida encomiables: coordinar las actividades y perspectivas internacionales de todo el mundo de habla inglesa en una sola (que, en gran medida, es cierto, sería la del grupo de Londres); trabajar para mantener la paz; ayudar a las áreas atrasadas, coloniales y subdesarrolladas a avanzar hacia la estabilidad, la ley y el orden y la prosperidad siguiendo líneas algo similares a las que se enseñaban en Oxford y la Universidad de Londres”.

El mundo enrarecido de la élite del poder es un reino de paradojas, donde “caballeros amables y cultos” con una inclinación por las cosas buenas de la vida esconden una vena maquiavélica. La caracterización que hace Quigley de estos individuos como “muy preocupados por la libertad de expresión de las minorías y el imperio de la ley para todos” es una subestimación magistral, pues es precisamente esta fachada de benevolencia la que oculta sus verdaderas intenciones. Sin embargo, su deseo de anonimato es un indicador revelador de la naturaleza engañosa de sus esfuerzos.
El Centro Stimson, actor clave en los preparativos de la Cumbre del Futuro, es un auténtico nexo de poder, cuyos fundadores, Barry Blechman y Michael Krepon, son miembros del CFR.
El patrocinador homónimo del centro, Henry Stimson, fue un fiel defensor del CFR, y su mandato como Secretario de Guerra de los EE. UU. durante la Segunda Guerra Mundial sólo sirve para subrayar la profunda influencia de la organización en los pasillos del poder.
Un buen ejemplo es la relación incestuosa del CFR con el grupo de expertos Comisión Trilateral, fundado por David Rockefeller. Todos los presidentes del CFR desde Rockefeller han sido miembros de TriCom, una auténtica puerta giratoria de corredores de poder.
El actual presidente del CFR, David Rubenstein, es un claro ejemplo de este fenómeno, con su doble función de presidente del Carlyle Group y miembro del consejo de administración del Foro Económico Mundial. Esta última organización, principal fachada oficial de las actividades de estos grupos, es un auténtico centro de intercambio de información sobre la agenda global de la élite del poder. Los hilos de influencia que unen a estas entidades forman una compleja red de poder, diseñada para atrapar y manipular a la política global.

El Cuarto Congreso Mundial de Naturaleza, una reunión de la élite del poder en 1987, fue una experiencia reveladora para George W. Hunt, un voluntario que se topó con una camarilla de individuos influyentes empeñados en remodelar el mundo a su imagen.
La conferencia fue un auténtico "quién es quién" de la Comisión Trilateral, con la asistencia de personalidades como David Rockefeller, Edmond de Rothschild y Maurice Strong. La presencia del presidente del FMI, Michel Camdessus, y del presidente del Banco Mundial, Barber B. Conable, Jr., no hizo más que subrayar la gravedad de los debates.
Mientras Hunt escuchaba los debates, le sorprendió el cinismo y la insensibilidad de los asistentes. Los comentarios del banquero de inversiones canadiense David Lank, en particular, fueron una cruda ilustración del desprecio con el que estas personas veían al ciudadano común.
La sugerencia de Lank de que la agenda de la conferencia fuera “vendida” al público a través de un proceso que pasara por alto la democracia, para que no “devorara demasiados fondos para educar a la carne de cañón que, por desgracia, puebla la Tierra”, fue una escalofriante admisión del desdén de la élite por las masas.
El uso del término “carne de cañón” para describir a la población en general fue un ejemplo particularmente flagrante del lenguaje deshumanizador empleado por estos individuos, que veían el mundo como un mero tablero de ajedrez que podían manipular para sus propios fines.

El Cuarto Congreso Mundial de Tierras Silvestres fue, en efecto, una reunión de los sumos sacerdotes del Nuevo Orden Mundial, que se consideraban los únicos árbitros del destino del planeta. Su visión era la de un mundo en el que las masas se veían reducidas a meros peones, a ser arreadas y controladas por una élite autoproclamada.
La conferencia fue un recordatorio de que la obsesión de la élite del poder con la protección del medio ambiente no era más que un caballo de Troya para una agenda mucho más siniestra, que amenazaba la esencia misma de la democracia y la libertad individual.

David Rockefeller escribió en el libro de la conferencia Para la conservación de la Tierra:
“Sin embargo, es totalmente erróneo atribuir toda la culpa de la conducta ambiental inaceptable a la industrialización o a las grandes corporaciones. Gran parte de la devastación del medio ambiente mundial, especialmente en el mundo actual, se debe a individuos que carecen de energía y que están atrapados en una pobreza absoluta. La deforestación, por ejemplo, es a menudo más el producto de las acciones desesperadas de los pobres que de la explotación irresponsable de los gigantes industriales. Alrededor del 70 por ciento de la población mundial, en rápido crecimiento, depende actualmente de la leña para cocinar y calentarse. Las consecuencias de este hecho son poco menos que desastrosas”.

La superclase ultra rica, con su desapego olímpico de las luchas del hombre común, parece albergar un profundo desdén por los pobres, a quienes ven como nada más que una molestia a la que hay que manejar y controlar.

Los pobres, a sus ojos, son la encarnación de todo lo que está mal en el mundo: contaminan, emiten carbono y destruyen el orden natural. Son el “otro”, el enemigo de la Tierra, y deben ser gobernados por los “reyes filósofos ilustrados” que saben lo que es mejor para ellos.

El informe de la Comisión Trilateral, Más allá de la interdependencia , es un manifiesto para este nuevo orden mundial, en el que las “prácticas comerciales sostenibles” de los ultra ricos salvarán al mundo de los estragos de los pobres.
Se trata de un documento cínico y egoísta, diseñado para justificar el dominio continuo de la élite sobre las masas. Los autores del informe, sin duda, se consideran los guardianes del planeta, encargados de la noble misión de salvar al mundo de las tendencias destructivas de los pobres.

El primer Congreso Mundial sobre Naturaleza, celebrado en Sudáfrica en 1977, fue un acontecimiento decisivo en el desarrollo de este nuevo orden mundial. La presencia del banquero franco-suizo Edmond de Rothschild y del conservacionista sudafricano Ian Player no fue casualidad, dada la larga historia de colaboración entre la familia Rothschild y la empresa sudafricana de diamantes De Beers. La elección del lugar también fue probablemente deliberada, dado el papel de Cecil Rhodes en la creación de un monopolio sobre el comercio mundial de diamantes.
Rhodes, el archi-imperialista, tenía la visión de un mundo en el que el dominio británico era supremo y estaba dispuesto a hacer lo que fuera necesario para lograrlo. Su “Sociedad Secreta”, creada con el objetivo de promover los intereses británicos y sentar las bases para un nuevo orden mundial, fue un precursor de la obsesión de la élite moderna con la gobernanza global.
El hecho de que Rhodes haya podido expropiar tierras a los africanos negros e instigar la colonización de Rhodesia (hoy Zimbabwe) con impunidad es un duro recordatorio de la naturaleza brutal y explotadora del imperialismo. Y, sin embargo, ese es el legado que la élite moderna intenta seguir construyendo con su discurso sobre “desarrollo sustentable” y “ciudadanía global”.

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domingo, 31 de marzo de 2024

Salvar el Planeta a costa de los Seres Humanos

¿Sabías que existe una agenda oficial para reemplazar a la raza humana con robots, cyborgs e inteligencia artificial? Esta agenda es fuertemente promovida por el Foro Económico Mundial. Su objetivo es poner fin a la era de la humanidad y marcar el comienzo de una nueva era de neohumanidad, donde las personas son una mezcla de hombre y máquina. También afirman que nuestros pensamientos y emociones serán monitoreados por IA para combatir el cambio climático. ¿Es ese el mundo que quieres para ti y tus hijos?



Parece ser el fin de la humanidad, según lo planeado por los líderes mundiales. Lo absurdo de querer acabar con la humanidad para "salvar el planeta"
Muchos de nosotros hemos visto películas populares de ciencia ficción sobre robots que se apoderan del mundo y erradican a la humanidad. Pero poco sabemos que esto es exactamente lo que están preparando los líderes mundiales. Incluso afirman que ésta es la única manera de salvar a la Tierra del colapso total. Sin salir de la era de la humanidad y entrar en la era de la neohumanidad, el mundo está condenado, dicen. Uno de sus argumentos es que los humanos son la causa del cambio climático y, por lo tanto, deben ser reemplazados por alternativas artificiales para "salvar el planeta".

Esta reforma mundial la llaman "La Cuarta Revolución Industrial" y tiene como objetivo digitalizar completamente todos los aspectos de la vida en la Tierra.


Klaus Schwab, fundador y presidente del Foro Económico Mundial, afirmó durante la reciente Cumbre Mundial de Gobierno en Dubai:
"El futuro ya está aquí. ¡Viene como un tsunami! Esta Cuarta Revolución Industrial no sólo cambiará todo lo que hacemos, sino que también tendrá un impacto en quiénes somos."

Se están realizando importantes avances para trasplantar la personalidad humana a vehículos robóticos, para darle al hombre una inmortalidad artificial. El último sueño de las élites: volverse inmortales.
Los robots ya están reemplazando a enfermeras, trabajadores sociales, asistentes psicológicos, médicos, cajeros, cocineros, agentes del orden, etc., en varias zonas del mundo. Los primeros chips de computadora ya se están implantando en humanos. La combinación del hombre con la máquina es una realidad, mientras que la IA está arrasando en el mundo, eliminando millones de puestos de trabajo humanos en estos momentos.


Esta hermosa joven es Erica, un robot humanoide, construido para reemplazar a los humanos. Su tarea es proporcionar apoyo emocional a personas solas y mayores.

Lo horrible es que específicamente aquellos trabajos sensibles donde las personas necesitan un toque humano, verdadera comprensión y apoyo emocional están siendo reemplazados por robots. ¿Te imaginas ser atendido por un robot en un hospital o residencia de ancianos? Eso es exactamente lo que está pasando. Eliminar la experiencia humana, que es tan preciosa, hermosa y profunda, y reemplazarla con alternativas robóticas insensibles.

Insertar pensamientos y emociones en todos.


Al mismo tiempo, en todas las naciones del mundo se están instalando tecnologías que registrarán continuamente todos los pensamientos, emociones y sueños de todos. Estas tecnologías incluso tienen la capacidad de insertar pensamientos y emociones en la población. Así lo afirman públicamente el expresidente de Chile, Sebastián Piñera, y la Joven Líder Global del Foro Económico Mundial, Ida Auken, exministra de Medio Ambiente de Dinamarca.

En Europa, la televisión pública "School TV" les dice a los niños lo "cool" que es tener un chip en el cerebro.

Google organiza simposios en los que se explica cómo los seres humanos serán uno con los ordenadores, mientras que el director general de Nokia afirma que dentro de unos años todo el mundo tendrá su teléfono inteligente dentro del cuerpo. Esto significa que cada detalle de nuestras vidas puede ser monitoreado constantemente. Mientras tanto, el Foro Económico Mundial organiza conferencias sobre "transparencia cerebral", donde se discute cómo todos nuestros datos personales más íntimos se almacenarán en la nube y serán controlados por las grandes tecnologías.

Todo esto está en línea con el anuncio del WEF de que para 2030 nadie tendrá privacidad. Klaus Schwab dice que tendremos que acostumbrarnos a una sociedad de "total transparencia", donde todo lo que pensamos, sentimos y soñamos está controlado.

Fuente: Stop World Control

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domingo, 3 de marzo de 2024

Ser Ecológico Hoy

Las baterías no generan electricidad, almacenan electricidad producida en otro lugar, especialmente a través de carbón, uranio, centrales eléctricas de gas natural o generadores diesel. Así que, la afirmación de que un coche eléctrico es un vehículo con cero emisiones no es correcta en absoluto.

Debido a que el 40 por ciento de la electricidad producida en los EE. UU. proviene de centrales de carbón, el cuarenta por ciento de los coches eléctricos en la carretera se basan en carbono.

Pero eso no es todo, si estás emocionado por los coches eléctricos y una revolución verde, deberías echar un vistazo más de cerca a las baterías, pero también a las turbinas eólicas y los paneles solares.

Una batería típica para coches eléctricos pesa mil libras, del tamaño de una maleta. Contiene 25 libras de litio, sesenta libras de níquel, 44 libras de manganeso, 30 libras de cobalto, 200 libras de cobre y 400 libras de aluminio, acero y plástico. Hay más de 6.000 células individuales de iones de litio dentro.

Para hacer cada batería BEV, necesitas procesar 25.000 libras de sal para litio, 30.000 libras de mineral para cobalto, 5.000 libras de resina para níquel y 25.000 libras del mineral de cobre. Un total de 500.000 libras de corteza tiene que ser sacado para una batería.

El mayor problema con los sistemas solares son los productos químicos utilizados para convertir el silicato en silicona usada para los paneles. Para producir silicona suficientemente pura, debe tratarse con ácido clorhídrico, ácido sulfúrico, fluoruro, triclorotano y acetona.

Además, se necesitan galio, arseniuro, cobre indio-galio y telururo de cadmio, que también son muy tóxicos. El polvo de silicio supone un peligro para los trabajadores y las placas no pueden reciclarse.

Las turbinas de viento no son plus-ultra en términos de costo y destrucción del medio ambiente. Cada molino de viento pesa 1.688 toneladas (equivalente al peso de 23 casas) y contiene 1.300 toneladas de hormigón, 295 toneladas de acero, 48 toneladas de hierro, 24 toneladas de fibra de vidrio y las tierras raras difíciles de preservar neodimio, praseodimio y disprosio. Cada una de las tres hojas pesa 81.000 libras y tiene una vida útil de 15 a 20 años, después de los cuales deben ser reemplazadas. No podemos reciclar los rotores.

Estas tecnologías ciertamente pueden tener su lugar, pero tenemos que mirar más allá del mito de las emisiones cero.
"Going Green" puede sonar como un ideal utópico, pero si miras de forma realista e imparcial a los costos ocultos e incrustados, encontrarás que "Going ecológico" está haciendo más daño a la Tierra de lo que parece.

No es estar en contra de la minería, vehículos eléctricos, energía eólica o solar, es estar mostrando la realidad de la situación.

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domingo, 18 de febrero de 2024

Acción Climática

El Cambio Climático lleva años en primera línea de la agenda globalista. Es el caballo de Troya del tecnócrata antihumano.
Ya en 2010, célebres "expertos" en Cambio Climático sugerían que "los humanos no están lo suficientemente evolucionados" para combatir el cambio climático y que "quizá sea necesario aparcar la democracia por un tiempo."



Más recientemente, en 2019, Bloomberg publicó artículos con titulares como "El cambio climático acabará con la soberanía nacional tal y como la conocemos", y los académicos nos lo están diciendo:
Los estados seguirán siendo incapaces de resolver crisis mundiales
como el cambio climático
mientras no renuncien a su soberanía


Durante años se ha vendido el cambio climático como la razón por la que podríamos vernos "obligados" a abandonar la democracia o la soberanía.
Junto a esto, hay una extensa narrativa propagandística dedicada a cambiar el "cambio climático" de una cuestión medioambiental a una cuestión relacionada con todo.
Llegados a este punto, todos los gobiernos nacionales están de acuerdo en que el "cambio climático" es un problema urgente cuya solución requiere la cooperación mundial. Organizan cumbres multitudinarias en las que firman acuerdos internacionales que obligan a los estados nacionales a determinadas políticas, por el bien del planeta.

Una vez establecido ese modelo, ahora están ampliando el ámbito del "cambio climático". Convirtiendo el "cambio climático" en la respuesta a todas las preguntas:
Obviamente, el "cambio climático" siempre iba a afectar a la energía y el transporte.
Después del Covid, el "cambio climático" ya se ha rebautizado como "crisis sanitaria".
Ahora nos dicen que el "cambio climático" está generando una crisis alimentaria.
Nos dicen que el comercio internacional debe tener en cuenta el clima.
El Banco Mundial nos dice que la reforma educativa ayudará a luchar contra el cambio climático.
El Fondo Monetario Internacional nos dice que todos los países del mundo deberían tasar el carbono y, en un reciente episodio cruzado, que las CBDC pueden ser buenas para el medio ambiente.

Así es como funciona.
Agricultura y alimentación, salud pública, energía y transporte, comercio, política fiscal y tributaria, incluso educación. Casi todas las áreas de gobierno están ahora potencialmente cubiertas por el paraguas del "cambio climático".
Ya no se necesita un gobierno mundial, sólo necesitan un panel único de "expertos internacionales imparciales en cambio climático" que trabajen para salvar el planeta.
A través de la lente del "cambio climático", estos "expertos" estarían facultados para dictar -perdón, recomendar- políticas gubernamentales en casi todos los ámbitos de la vida a todas las naciones del planeta.

Otra manera de decirlo.
Es el gobierno global del mundo moderno, no centralizado sino distribuido. La computación en la nube. Un cerebro supranacional corporativo-tecnócrata. Sin existencia oficial ni autoridad, y por tanto sin rendición de cuentas, y canalizando todas sus decisiones políticas a través de un filtro: el cambio climático.
No habrá una única moneda mundial, habrá docenas y docenas de monedas digitales "interoperables" que crearán un "ecosistema de pagos armonioso". No habrá un único servicio global de identidad digital, sino una serie de "redes de identidad interconectadas" que participarán en el "libre flujo de datos para promover la seguridad".
No habrá un gobierno mundial, sino paneles internacionales de "expertos imparciales" nombrados por la ONU que formularán "recomendaciones políticas".
La mayoría o la totalidad de los países del mundo seguirán la mayor parte o la totalidad de las recomendaciones, pero cualquiera que llame a estos paneles gobiernos globales recibirá verificaciones de hechos por parte de Snopes o Politifact destacando que "los paneles de expertos de la ONU NO constituyen un gobierno global porque no tienen poder legislativo".

Así es como el gobierno global tomará forma en 2024 y más adelante. Compartimentado, totalmente negable... pero muy, muy real.

Fuente: off Guardian

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martes, 9 de enero de 2024

El Nuevo Colonialismo de la Élite Financiera

¿Sabías que la tierra agrícola es la mina de oro del siglo XXI? De forma casi invisible, el acaparamiento de tierras está dominado por las finanzas. ¿Cómo es posible que esta nueva forma de colonialismo -independientemente de los efectos devastadores para la población- continúe sin cesar?

Según Agro Acción Alemana, el robo de tierras -también llamado "acaparamiento de tierras"- no cesa. Ahora está dominado por el sector financiero profesional, que opera de forma encubierta y casi invisible. En su opinión, hay más beneficios en la tierra que en los campos de oro. Especialmente en Brasil, África, el sudeste asiático y Europa del Este se ocultan los "bancos de tierras" del mundo.

En el punto de mira de los buscadores de tierras están especialmente los "Estados fallidos", los llamados Estados rotos o fracturados cuyos recursos los convierten en presas especialmente fáciles. En Ucrania, por ejemplo, las empresas extranjeras ya se han apoderado del 71% de las tierras agrícolas. Los acuerdos sobre tierras también son promovidos y apoyados por organizaciones internacionales, en primer lugar por el Banco Mundial. Ya en otoño de 2010, el Banco Mundial -supuestamente en interés de los respectivos países- elaboró y publicó un mapa mundial de las tierras en venta. En realidad, sin embargo, este mapa es una guía para todos aquellos que buscan "nuevas tierras" rentables.

Esto demuestra una vez más que las finanzas mundiales abusan de su poder y se apoderan ilegalmente de todo lo que tiene valor, sin importarles los efectos devastadores sobre la tierra y las personas. Por tanto, el acaparamiento de tierras no es más que una forma moderna de colonialismo. Esta explotación criminal exige a gritos un cese inmediato y una compensación justa para los países desposeídos.

Fuentes:
Acaparamiento de tierras por agentes financieros
Acaparamiento de tierras: la nueva forma de colonialismo

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sábado, 26 de agosto de 2023

Reputados científicos internacionales hablan acerca del "cambio climático"

La responsabilidad humana en el calentamiento o desajuste climático (lo cual implica que alguna vez habría habido algún "ajuste"...) es presentada a diario como algo evidente para la opinión dominante. Sin embargo, el debate público se beneficiaría de la inclusión de voces divergentes y altamente cualificadas.


Algunas de estas voces son las de Steven E. Koonin, catedrático de Física Teórica y ex subsecretario de Estado para la Ciencia en la administración Obama (autor de Las incertidumbres del clima); de Alban d'Arguin, uno de los pioneros de la lucha contra la energía eólica en Francia (El calentamiento global. Investigación sobre una manipulación glogal); de Christian Gerondeau, ingeniero politécnico que lleva más de diez años trabajando en cuestiones medioambientales (Las doce mentiras del GIEC), o de Guillaume Sainteny, antiguo Director de Estudios Económicos y Evaluación Medioambiental del Ministerio de Ecología francés (El clima que esconde el bosque. O cómo la cuestión del clima oculta los problemas del medio ambiente).

Nada nuevo bajo el sol
En su libro, Steven Koonin relata cómo los hechos científicos sacudieron sus convicciones previas y le llevaron a criticar las afirmaciones mediáticas y políticas que pretenden indebidamente basarse en el consenso científico.

Durante el último millón de años, se han alternado periodos de calentamiento rápido con periodos de enfriamiento más lento. Evidentemente, estas variaciones no se debieron a la actividad humana, sino, sobre todo, a ligeros cambios en la órbita de la Tierra alrededor del Sol y en la inclinación de su eje.

Alban d'Arguin señala que la órbita de la Tierra alrededor del Sol suele ser un factor en estos trastornos, debido a las variaciones de la actividad magnética solar. Durante un "pequeño óptimo" entre 900 y 1300, las temperaturas fueron más altas que las actuales. En los últimos 170 años, el clima se ha ido calentando, pero con rachas de calor y frío, así como veranos tórridos e inviernos gélidos ocasionales.

En el siglo XX,
El planeta se calentó entre 1910 y 1940, se enfrió entre 1940 y 1980 y se ha ido calentando desde entonces, sobre todo en las latitudes altas, la baja atmósfera y el interior. Las personas de mayor edad quizá recuerden que el último periodo de descenso de las temperaturas llevó a muchos climatólogos de la época a predecir la llegada inminente de una nueva edad de hielo.

El crecimiento demográfico y la actividad económica contribuyen al calentamiento global, principalmente a través de los combustibles fósiles, pero los aerosoles y la deforestación ejercen una influencia refrigerante que anula aproximadamente la mitad de la influencia inversa de los gases de efecto invernadero causados por las actividades humanas. Sin duda, la influencia humana está aumentando, pero actualmente sólo representa una proporción muy pequeña de la energía que circula por el sistema climático.

Los científicos cuestionan al IPCC
Christian Gerondeau señala que el IPCC (Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático) no es un organismo científico, sino un órgano supranacional de carácter político que reúne y selecciona contribuciones, y la mayoría de cuyos representantes no tienen experiencia en cuestiones climáticas. Muchos científicos critican sus conclusiones.

Steven Koonin señala que los modelos climáticos, cuya incertidumbre aumenta con su sofisticación, dependen de la forma en que se tratan parámetros difíciles de predecir, como las nubes, por ejemplo. Es más, estos modelos son incapaces de explicar el calentamiento que se produjo a principios del siglo XX.

Los resúmenes de los informes de evaluación del IPCC también contienen conclusiones contradictorias sobre el origen antropogénico del calentamiento global. Estas conclusiones se presentan como incontrovertibles, a pesar de que, en 2008, la "petición de Oregón", que refutaba enérgicamente esta tesis, fue firmada por 31.000 científicos, el 30% de los cuales eran doctores.

En cuanto al papel de las actividades humanas en las catástrofes naturales, repetido regularmente por los medios de comunicación y muchos políticos, la Organización Meteorológica Mundial reconoce que "ningún acontecimiento individual, como un ciclón tropical grave, puede atribuirse al cambio climático inducido por las actividades humanas".

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sábado, 29 de julio de 2023

Filántropos Duplican sus Fortunas en la Última Década


La crisis de las hipotecas del 2008, alimentada por un ambiente financiero que favorecía toma de riesgos extremos, terminó como toda crisis capitalista: con una transferencia multimillonaria de riqueza de los más pobres a los más ricos.

Si bien se nos repite hasta el cansancio que la mano invisible del mercado lo equilibra todo, que el mercado elimina a los actores que tomen decisiones equivocadas, lo cierto es que el grupo de gente más poderoso del sistema, el 0.1% de la población mundial, escapa a esas reglas. Para ellos no existen los riesgos, siempre habrá un paquete gubernamental de rescate. Y así sucedió en la crisis del 2008.

Como dijo Bernie Sanders: "Ni un solo gran ejecutivo de Wall Street fue a la cárcel por destruir nuestra economía en 2008 como resultado de su codicia, imprudencia y comportamiento ilegal. No. No fueron a la cárcel. Recibieron un rescate de un billón de dólares".

En el medio de esa crisis, en un golpe de efecto de relaciones públicas, esta elite mundial fue convocada por Gates, Buffett y Rockefeller en Nueva York en lo que The Guardian denominó como "El Club del Bien". En conjunto tenían un patrimonio de 125.000 millones de dólares. Los nombres de algunos de los miembros son bien conocidos: Bill Gates, George Soros, Warren Buffett, Oprah Winfrey, David Rockefeller, Michael Bloomberg y Ted Turner. ¿Los temas tratados? "se centraron en la educación, la ayuda de emergencia, la reforma del gobierno, la profundidad prevista de la crisis económica y cuestiones de salud mundial como la superpoblación y las enfermedades". Fue, añade el diario The Guardian, "una cumbre para salvar el mundo."

En agosto de 2010, mientras continuaba el cimbronazo de la crisis, con millones de trabajadores perdiendo sus ahorros y sus hogares con las ejecuciones hipotecarias, y que en el mundo en desarrollo empujaba a 100 personas por minuto a la pobreza, 40 de las personas y parejas más ricas de Estados Unidos se unieron para formar "un pacto para dar" llamado "The Giving Pledge".

¿Qué es el Giving Pledge? según la propia organización "El Giving Pledge es un movimiento de filántropos que se comprometen a donar la mayor parte de su patrimonio a causas benéficas, ya sea en vida o en su testamento. (....) pretende cambiar las normas de la filantropía entre las personas más ricas del mundo, inspirándolas para que den más, establezcan antes sus planes de donación y den de forma más inteligente. Esto se consigue en parte creando una comunidad en la que los firmantes del Compromiso puedan asistir a sesiones de aprendizaje, compartir buenas prácticas e intercambiar ideas para maximizar el impacto de sus donaciones."

Marketing mediático de por medio, que nunca falta con estos niveles de riqueza y conexiones, la promesa no tardó en hacerse popular entre los ricos del mundo. En la actualidad, el compromiso incluye a 236 de las personas, parejas y familias más ricas del mundo, de 28 países.

Extrañamente (o no tanto), 13 años después de la firma, los principales impulsores de esta generosa propuesta de donar la mitad de sus fortunas en vida o más, no sólo siguen viendo crecer su patrimonio a pasos agigantados sino que en muchos casos lo han duplicado.


Multiplicación de la riqueza de los billonarios que prometieron donar sus fortunas

Empecemos por el alma máter de la "filantropía" mundial Bill Gates, magnate empresarial, desarrollador de software, inversor, autor y filántropo estadounidense. Omnipresente en los medios de comunicación y experto en temáticas varias de los problemas mundiales: crisis sanitaria, crisis climática, sobrepoblación, agricultura, etc.

En 2010 al hacer su compromiso altruista tenía un patrimonio de 40 mil millones de dólares, en 2020 más que lo duplicaba con $110 mil millones de dólares. En 2023 cuenta con $105 mil millones.

Sigamos con Warren Buffett, hoy con 92 años, y comprometido codo a codo con la Fundación Gates. En los últimos diez años, también, casi duplicó su patrimonio.

En 2015, Mark Zuckerberg, que había firmado el Giving Pledge a la edad de 26 años, decidió subir aún más la apuesta, comprometiéndose a regalar el 99% de sus acciones de Facebook. Si hacemos historia, en 2011 Zuckerberg se encontraba en el puesto 52 de los hombres más ricos de Forbes, con 13.500 millones de dólares. A partir del 2015 siempre estuvo entre los 10 más ricos de ese ranking, salvo en 2022 al perder en un año US$ 75 mil millones por la baja de las acciones y el poco rédito de su Metaverso. En 2022, su patrimonio ascendía a 67.300 millones de dólares. De todas formas, pese al mal resultado del último año, Zuckerberg quintuplicó su patrimonio desde 2011.

Si ahora analizamos a los millonarios mundiales en conjunto la tendencia es similar: una suba imparable en activos y en cantidad de miembros de este club de elite desde el año 2000, con una pequeña baja en la crisis del 2008, de la que rápidamente se recuperaron.

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lunes, 24 de julio de 2023

Datos a Considerar en las Energías Verdes


Vamos a mostrar algunos datos a considerar en las energías "verdes":
Las baterías, no producen electricidad: almacenan electricidad producida en otros lugares, principalmente por carbón, uranio, plantas alimentadas por gas natural o generadores alimentados con diesel. Por lo tanto, decir que un vehículo eléctrico es un vehículo de cero emisiones no es en absoluto válido.
Además, dado que el cuarenta por ciento de la electricidad generada en los Estados Unidos proviene de plantas de carbón, se deduce que el cuarenta por ciento de los vehículos eléctricos en la carretera funcionan con carbón, ¿se ve?
Pero eso no es ni la mitad. Para aquellos entusiasmados con los coches eléctricos y una revolución verde, quiero que echen un vistazo más de cerca a las baterías y también a los molinos de viento y los paneles solares.

Una batería EV típica pesa 500 kilos, aproximadamente del tamaño de un maletero de coche. Contiene doce kilos de litio, treinta kilos de níquel, 22 kilos de manganeso, 15 kilos de cobalto, 100 kilos de cobre y 200 kilos de aluminio, acero y plástico. En el interior hay más de 6.000 celdas individuales de iones de litio.
Para fabricar cada batería de automóvil EV, debe procesar 12000 kilos de salmuera para el litio, 15000 kilos de mineral para el cobalto, 2500 kilos de mineral para el níquel y 12000 kilos de mineral para el cobre. En total, desentierras 250 mil kilos de la corteza terrestre por una batería".

El principal problema con los paneles solares son los productos químicos necesarios para procesar el silicato en el silicio utilizado en los paneles. Para hacer silicio lo suficientemente puro requiere procesarlo con ácido clorhídrico, ácido sulfúrico, ácido nítrico, fluoruro de hidrógeno, tricloroetano y acetona. Además, también necesitan galio, arseniuro, cobre-indio-galio-diseleniuro y cadmio-teluro, que también son altamente tóxicos. El polvo de silicio es un peligro para los trabajadores, y los paneles no se pueden reciclar.

Los molinos de viento son lo último en costes integrados y destrucción ambiental. Cada uno pesa 1688 toneladas (el equivalente a 23 casas) y contiene 1300 toneladas de concreto, 295 toneladas de acero, 48 toneladas de hierro, 24 toneladas de fibra de vidrio y las tierras raras difíciles de extraer neodimio, praseodimio y disprosio. Cada aspa pesa 40000 kilos y durará de 15 a 20 años, momento en el cual debe ser reemplazada. No podemos reciclar las aspas usadas.

Puede haber un lugar para estas tecnologías, pero debes mirar más allá del mito de cero emisiones.
"Going Green" puede sonar como el ideal utópico, pero cuando miras los costes ocultos e incrustados de manera realista con una mente abierta, puedes ver que Going Green es más destructivo para el medio ambiente de la Tierra de lo que parece, seguro.

Hay que mostrar la realidad de la situación.

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sábado, 1 de julio de 2023

La Verdadera Naturaleza

El sistema ecológico de la naturaleza es un ciclo entrópico de construcción/destrucción —vida, muerte, vida, muerte— que se mueve lentamente hacia una eventual desaparición. Si los humanos quieren vivir para siempre, lo que parece ser el deseo de la mayoría de ellos, entonces hay un problema. La naturaleza definitivamente sería entonces un enemigo, porque la naturaleza claramente espera que eventualmente muramos.

No obstante, la naturaleza quiere que su creación prospere. Esto se puede ver desde las formas más simples hasta las formas más desarrolladas y complejas. La naturaleza es, en su base, una madre, una criadora. Puede parecer cruel con la destrucción como su máxima prioridad, pero su verdadera esencia es el amor y la expresión de la belleza.

Como tal, todo en la naturaleza está hecho para una función y proceso específico. Cierta criatura puede vivir por un tiempo muy corto y aparentemente solo existe para alimentar a otros. Aunque esto de hecho puede ser su única función y propósito, todavía tiene una función y un propósito que encaja en el esquema de las cosas. La naturaleza es bondadosa en su apoyo a la procreación de esta humilde criatura, y le proporciona el milagro de la vida para que tenga éxito en su propósito divino.


Se ha escrito mucho a lo largo de la historia humana sobre la benevolencia de la naturaleza hacia la humanidad, así como sobre su maldad. Por ejemplo, Baruch Spinoza, un destacado filósofo del siglo XVII, vio la naturaleza como una expresión de Dios o lo divino. Vio a la naturaleza como una entidad autosuficiente e infinita, que incorporaba dimensiones tanto materiales como espirituales. Para Spinoza, la naturaleza operaba a través de una serie de leyes interconectadas y deterministas, guiadas por la racionalidad. Hizo hincapié en que los seres humanos no están separados de la naturaleza, sino que son parte de ella, intrincadamente vinculados al tejido más amplio de la existencia.

La benevolencia de la naturaleza hacia los seres humanos se manifiesta de varias formas. En primer lugar, nos proporciona sustento en forma de alimentos, agua y recursos necesarios para la supervivencia. Los diversos ecosistemas de la Tierra nos sustentan y nutren, ofreciendo una abundante variedad de frutas, verduras, granos y otros recursos vitales.

En segundo lugar, la naturaleza ofrece consuelo y curación. Numerosos estudios han demostrado el impacto positivo de pasar tiempo en la naturaleza en el bienestar mental y físico. La inmersión en entornos naturales reduce el estrés, mejora el estado de ánimo, mejora la función cognitiva y mejora la salud en general. Desde el sonido relajante de las olas hasta los tonos vibrantes de una puesta de sol, la naturaleza tiene una notable capacidad para restaurar y rejuvenecer.

Además, la naturaleza nos invita a presenciar su impresionante belleza, inspirando creatividad y asombro. Desde majestuosas montañas hasta intrincadas flores, desde poderosos océanos hasta serenos bosques, el atractivo estético de la naturaleza cautiva nuestros sentidos y estimula nuestra imaginación. Ha inspirado a artistas, escritores y poetas durante siglos, evocando una sensación de asombro y una profunda conexión con el mundo que nos rodea.

Dicho todo esto, parece que el hombre ha estado en una guerra bastante continua con la naturaleza. Esta perspectiva se ha manifestado a menudo en la explotación y degradación de los recursos naturales. La creencia de que los seres humanos tienen dominio sobre la naturaleza, tal como se afirma en algunas interpretaciones de los textos religiosos, ha sido mal utilizada para justificar prácticas insostenibles, la deforestación, la contaminación y la búsqueda temeraria de ganancias económicas sin considerar las consecuencias a largo plazo para el medio ambiente.

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lunes, 9 de noviembre de 2020

El Fenómeno Atmosférico de La Niña

Hace 10 años que no nace una Niña tan grande en el Pacífico y aquella vez trajo desastres, hambrunas y enfriamiento global. ¡Qué ocurrirá con el calentamiento global?

La Niña es una fase de la "Oscilación del Sur El Niño" (ENSO), siendo las otras dos El Niño y Neutra, un fenómeno climático repetitivo que constituye la variabilidad climática que más efecto tiene sobre el tiempo meteorológico en el planeta a corto plazo.
Tras el Gran Niño de 2015-16 se esperaba que viniera una gran Niña, como había pasado las dos veces anteriores (1982-83 y 1997-98), pero no fue así. La Niña que vino en 2017 fue tan pequeña que casi no califica como Niña. En consecuencia la temperatura global ha permanecido elevada entre 2015 y 2020. Eso está a punto de cambiar.

No es algo que se comente a menudo, pero la temperatura media del océano es de tan solo 3,5 °C. Podemos imaginar el planeta como un cubo de agua muy fría con una capa de dos centímetros templada (17 °C de media) en la superficie, y una corteza de naranja flotando, sobre la que vivimos nosotros. La temperatura del aire depende de la temperatura de la superficie del agua, porque la capacidad térmica de la atmósfera es baja. Es la superficie la que calienta la atmósfera, y el 70 % de ella es océano. A igual latitud, Europa Occidental es más templada que el Norte de América del norte porque el aire que nos llega y viaja con la Corriente del Golfo proviene del Sur.


Cuando se produce una Niña el agua del Pacífico se mezcla un poco más. La Circulación Walker se produce porque los vientos alisios soplan desde las altas presiones del Pacífico Oriental (Perú) hacia las bajas presiones del Pacífico Occidental (Indonesia). Al hacerlo arrastran consigo las aguas en la corriente ecuatorial del Pacífico y hacen aflorar las aguas profundas frías ricas en nutrientes en las costas de Perú que permiten la abundancia de anchoas. La Niña incrementa la diferencia de presión reforzando los alisios y haciendo que surja una gran lengua de agua fría que se extiende desde las costas de Perú hasta el Pacífico Central, con una profundidad de más de 100 m.


Durante El Niño el planeta libera energía desde el océano al espacio y lo que a nosotros nos parece un calentamiento en superficie, constituye en realidad un enfriamiento planetario. Durante La Niña se produce el efecto contrario, el agua fría reduce la evaporación y las nubes sobre el Pacífico, con lo que llega más energía del sol a la superficie y el planeta gana más energía a pesar del enfriamiento que medimos en superficie. Esto tan sencillo la mayoría de la gente no lo entiende y no ayuda que el calentamiento producido por El Niño se achaque en los medios al calentamiento global, mientras que el enfriamiento producido por La Niña se despacha diciendo que se trata de La Niña más caliente hasta la fecha.


En realidad ENSO no tiene que ver con el cambio climático y son oscilaciones que no afectan a la tendencia a largo plazo. Sin embargo en periodos alternativos de unos 25-30 años hay una mayor frecuencia de uno de los extremos. Entre 1976 y 1999 hubo una desviación de la media hacia una mayor frecuencia e intensidad del Niño, y este periodo coincide con el periodo de calentamiento más rápido de la superficie. Desde 1999 hay una desviación de la media hacia una mayor frecuencia de Las Niñas. Parte de este periodo es conocido como La Pausa (2002-2014) por la ausencia de calentamiento, y todo el calentamiento del siglo XXI se produjo durante los años 2014-2016 (ver fig. 16), coincidiendo con El Gran Niño de esos años.


El Niño y La Niña son altamente variables no solo en su intensidad, sino que también presentan distintos tipos dependiendo de cómo afecten a las distintas regiones del Pacífico. En El Niño y La Niña tradicionales la anomalía de las temperaturas de la superficie del océano afecta sobre todo al Pacífico Oriental (EP), mientras que en El Niño Modoki o La Niña CP afectan sobre todo al Pacífico Central. Sus efectos sobre el tiempo atmosférico son muy distintos, lo que complica enormemente las predicciones.

Efectos de La Niña a Nivel Mundial
ENSO tiene un fuerte efecto sobre la temperatura de superficie a nivel global a medida que los efectos del calentamiento o enfriamiento de una gran zona del Pacífico se van transmitiendo durante los meses siguientes por la atmósfera, pero aún más importante es que altera los patrones atmosféricos afectando mucho al tiempo atmosférico y a las precipitaciones. La Niña trae grandes sequías en el África Oriental, la costa Atlántica de Sudamérica y el medio Oeste de los EEUU, y grandes inundaciones en Australia, Indonesia, Filipinas, Sudáfrica y América Central. Por si fuera poco se incrementan los huracanes sobre el Atlántico si La Niña coincide con la temporada de huracanes. La Organización Mundial de Meteorología (WMO, o OMM) ha emitido una nota de prensa avisando de sus posibles efectos.


La anterior Niña de intensidad fuerte tuvo lugar en 2010-2011, hace una década, y fue seguida por una Niña de baja intensidad en 2011-12. A finales de 2010, la temporada de lluvias de otoño en África Oriental se redujo a menos de una cuarta parte de lo normal. Al fallar también las lluvias de primavera de 2011 (no provocado por La Niña), se produjo la peor sequía en 60 años, provocando una seria hambruna. Australia recibió lluvias muy superiores a lo normal dos años seguidos, y muchos lugares recibieron precipitaciones récord. La Niña de 2010-11 contribuyó a la continuación de la sequía histórica en el norte de México y el sur de los Estados Unidos en 2011. El 85 por ciento de México se vio afectado por algún nivel de sequía en junio, y el país sufrió su peor temporada de incendios forestales en la historia.
La Niña de 2010-2011 afectó a los precios de los alimentos, que ya se encontraban al alza por la recuperación de la crisis del 2008 y el aumento del precio de la energía. Las cosechas de soja, palma, maíz, colza, azúcar, café y caucho pueden verse perjudicadas, presionando los precios al alza.



Cuando La Niña es fuerte hace descender incluso el nivel del mar, que descendió más de 5 mm desde mediados de 2010 hasta el 2012.



Efectos de La Niña sobre Europa
La Niña tiene un efecto mucho más moderado sobre Europa que El Niño. Tiende a producir inviernos más moderados en el Norte de Europa (particularmente UK), e inviernos más fríos en el Suroeste de Europa, incrementando la nieve en el Mediterráneo. Las precipitaciones tienden a verse disminuidas. Estos efectos son mediados por la Oscilación del Atlántico Norte (NAO), que determina el tiempo en la región Atlántica, particularmente en invierno, y que se ve afectada no solo por ENSO sino por otros factores más.
Uno de los factores que afectan al tiempo en invierno es la actividad solar, que en mi opinión no está suficientemente reflejada en los modelos. La actividad solar afecta al Vórtice Polar, que cuando es alta suele estar bien formado y mantiene las masas de aire polar bien sujetas al Ártico, mientras que cuando la actividad solar es baja el Vórtice Polar tiende a desorganizarse mandando masas de aire polar a latitudes intermedias, produciendo olas de frío.
El anterior mínimo solar tuvo lugar en diciembre de 2008 y sus mayor efectos sobre el tiempo se suelen notar uno o dos años después. En el invierno de 2010-2011, al igual que pasará este invierno (mínimo solar en diciembre de 2019), coincidieron la baja actividad solar y una fuerte Niña. Dicho invierno de 2010-2011 fue uno de los más fríos del siglo en Europa. Cabe recordar la masiva tormenta de nieve del 29 de diciembre de 2010 que cubrió prácticamente toda Europa de un manto blanco, como mostraron las extraordinarias imágenes de satélite.


Las predicciones del tiempo se suelen quedar cortas al pronosticar un otoño e invierno más cálidos y secos de lo normal. El mínimo solar tiende a desviar las borrascas del Atlántico más hacia el Sur, haciendo que afecten más a la Península Ibérica.

Fuente: Rankia Blog Game Over?

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jueves, 13 de agosto de 2020

Nuestra Huella Ecologica

Comprender cuáles son los recursos disponibles y cuántos utilizamos en nuestra vida diaria es fundamental para saber qué puede hacer cada uno de nosotros por ayudar al planeta.



Para sobrevivir, cada uno de nosotros necesita comida, agua, abrigo y mucho más: siendo todas estas necesidades que solo pueden satisfacerse utilizando los recursos naturales. No obstante, el ritmo al que, desde hace años, se consumen los recursos, además de la expansión continua de los asentamientos humanos, ha comprometido nuestro planeta contaminándolo y alterando su biodiversidad y zonas climáticas.

Definición e Importancia de la Huella Ecológica
Comprender nuestro impacto sobre el ambiente es el primer paso para actuar de manera responsable. Un indicador fundamental es la huella ecológica, que permite calcular la cantidad de recursos de la Tierra que demanda la humanidad. De hecho, cada vez se produce antes el llamado Día del Sobregiro de la Tierra (Earth Overshoot Day), es decir, el día en el que la humanidad consume totalmente los recursos producidos por el planeta durante todo el año. En 2019 se produjo el 29 de julio: es como si la humanidad hubiese utilizado los recursos de 1,75 planetas Tierra. Se ha calculado que, si la población mundial viviese siguiendo el ejemplo de Australia, se necesitarían otros 5,2 planetas, o 5 planetas si todos viviésemos de acuerdo con las costumbres de EE.UU.

Cálculo de la Huella Ecológica
Para calcular la huella ecológica se necesita sobre todo una estimación en hectáreas de las áreas biológicas productivas del planeta. Los territorios se dividen en varias categorías: terrenos agrícolas, pastos, bosques, superficies edificadas y aguas. Después, hay que examinar las costumbres de cada habitante: consumos (subdivididos en elecciones alimentarias, vivienda, transportes, bienes de consumo y servicios), residuos producidos, superficie de suelo ocupado, energía consumida y anhídrido carbónico emitido.
Comparando los datos se pueden calcular los recursos naturales que consume un individuo dentro del espacio que ocupa. El cálculo está expresado en kilos por hectárea y relaciona la superficie total con la población mundial, para determinar cuánto espacio necesita una persona para vivir manteniendo su actual nivel de vida.

Un Cálculo al Alcance de un Clic
Para medir tu huella ecológica solo hacen falta un ordenador o un smartphone y se podrá tener acceso a plataformas como Global Footprint Network, que permite calcular tu Día del Sobregiro de la Tierra personal, o TerraUp, que determina la contribución de cada uno de nosotros al calentamiento global. Por otra parte, CarbonFootPrint nos permite medir nuestras emisiones de anhídrido carbónico.

Reducir la Huella Ecológica Gradualmente
Tener conciencia del impacto de nuestras acciones es importante, pero insuficiente. Por tanto, una vez calculada nuestra huella ecológica, ¿cómo podemos reducirla? La población mundial crece constantemente, los terrenos cultivables y los bosques se están reduciendo y los mares están cada vez más contaminados. Hay que replantearse todo el sistema productivo, comprar solo los productos estrictamente necesarios, reducir al mínimo los despilfarros y prestar la máxima atención a la recogida selectiva de basuras. Están en juego el futuro de nuestro planeta y el de todas las generaciones futuras.

Fuente: Pictet Asset Maganamet

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sábado, 4 de julio de 2020

Falsa y Banal Emergencia Climática

Hace algún tiempo, como preparación a la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP19) que ttuvo lugar en Madrid del 2 al 13 de diciembre de 2019, le dieron gran bombo y platillo a la noticia de que 11.000 científicos de 153 países declaraban la emergencia climática y anunciaban un sufrimiento indescriptible si no se seguían sus seis recetas.
La forma elegida para este acto de campaña fue un artículo científico publicado en la revista del Instituto Americano de Ciencias Biológicas BioScience. Un artículo que de forma poco habitual para una revista científica no presentaba ningún dato nuevo sino que era más bien un manifiesto de alarma firmado por cinco autores encabezados por William Ripple y Cristopher Wolf, del departamento de ecosistemas forestales y sociedad de la Universidad del Estado de Oregon. El artículo venía acompañado de las firmas de 11.258 científicos de 153 países que lo apoyaban. Que quede claro que al firmar el artículo publicado hacen lícito hablar de ellos y nombrarles. La lista está en el archivo suplementario 1 al que se llega desde el artículo y que no se puede enlazar porque proporciona una clave que expira.

Las Firmas
Por lo tanto tenemos un artículo sobre la emergencia climática apoyado por 11.258 científicos que ha pasado la revisión por pares que proporciona la revista propiedad de un Instituto de Ciencia Americano. Excepto que como veremos, poco de ello es cierto. Lo primero que saltó por los aires fue que la lista de científicos incluía al prof. Mickey Mouse, del Instituto Mickey Mouse para los Ciegos de Namibia.


El cachondeo ante la falta de seriedad del control ejercido por los revisores del artículo y por los autores responsables de recopilar las firmas fue generalizado, como manifiesta el dibujante cómico Josh, y llegó a grandes cadenas de televisión como Sky News, y de prensa como Global News.


Y Micky Mouse no se encontraba solo. Iba acompañado del prof. Albus Dumbledore, director de Hogwarts, y de la prof. de Zoología Araminta Aadvark, un curioso apellido para una zoóloga puesto que es el nombre en inglés de uno de los mamíferos más raros, el cerdo hormiguero, que encabeza la lista alfabética en inglés de mamíferos. Ademas la prof. Aadvark está asociada a la imaginaria universidad de Neasden (UK) inventada por la revista satírica Private Eye.


Tras el cachondeo generalizado la revista BioScience bloqueó el acceso a la lista y la limpió de 34 nombres impresentables, reduciendo el número de firmantes a 11.224, aunque como veremos la lista sigue conteniendo multitud de nombres inválidos.
Al examinar la lista lo primero que se detecta es el esfuerzo por incrementar el número de países con científicos firmantes. El 95% de las firmas proviene de sólo 36 países, y el 5% restante incluye los otros 117 países. Hay 63 países que todos juntos proporcionan solo el 1% de las firmas, y 33 países tienen un único firmante. Por ejemplo Georgia aporta la firma de un médico de familia de Tbilisi, Guyana la de un coordinador de la Autoridad Central de vivienda y planificación, Moldavia la de un geógrafo, y Chad la de un estudiante. No es lo que uno definiría como científicos.
Por países España obtiene un gran éxito, ya que es el sexto país que más firmas aporta, por detrás tan solo de los EEUU, Francia, Alemania, el Reino Unido y Brasil, y con dos veces y media más firmas que Italia. En parte se explica porque España es el tercer país con más creyentes climáticos de una lista de 28.


Aunque España hace trampa y la doctora Cristina Botías del Instituto Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario y Forestal de Castilla La Mancha firma dos veces, una con tilde y otra sin. La limpieza de la lista no ha sido suficientemente efectiva para eliminar este duplicado. Algo así provoca la anulación de una mesa electoral.

También llama la atención que China proporciona 19 firmas y Rusia aporta 4, muy por debajo de Ecuador con 47. Uno podría sentirse tentado de pensar que los científicos de China y Rusia no están nada preocupados por el cambio climático sin embargo lo que podemos afirmar es que la recogida de firmas ha estado muy sesgada y con un intento claro de reclutar países de cualquier manera para dar la impresión de que todo el mundo está a bordo de la iniciativa.

Los "Expertos" Españoles
Como científico yo siento la necesidad de analizar los datos para tener la evidencia que soporte las conclusiones. Y la primera pregunta es quiénes son estos científicos expertos que nos avisan de una crisis climática que va a causar un gran sufrimiento. Me perdonaréis que no dedique a este asunto el tiempo que requeriría comprobar los 11.224 nombres, pero sí puedo dedicar unas horas a analizar quiénes son los 691 españoles que firman. Y lo primero es decir que todos son quienes dicen ser, lo cual es muy bueno. Además resulta que conozco personalmente a tres de los firmantes, los doctores Esteban Domingo, Acaimo González Reyes y Jaime Renart. Esteban, Acaimo, Jaime, son excelentes científicos con carreras largas y distinguidas, de lo mejor que España puede ofrecer a la ciencia mundial, y además son grandes personas de los que solo podría decir cosas buenas. Pero son biólogos moleculares, una disciplina que no tiene absolutamente nada que ver con el cambio climático, por lo que no pueden hablar de él como científicos. Su conocimiento es tan de segunda mano como el de cualquiera y no hay forma de certificar que saben de lo que hablan o lo que apoyan cuando firman.

Una cantidad considerable de los que firman no dicen a qué se dedican en la casilla de disciplina, lo que lleva a pensar que es porque consideran que su trabajo no está relacionado con el objetivo de la causa y detrae del apoyo que quieren prestarle. Así que he tenido que buscarles uno por uno. De la lista hay que descontar a 75 estudiantes, 2 técnicos, 1 administrador, y 1 blogger, que no son científicos. El compañero blogger es Emilio de las Heras que como yo tiene un blog de cambio climático y economía, aunque de caracter opuesto al mío. Es decir el 11,4% no son científicos y no deberían haber firmado por mucho que apoyen la causa.

De los 612 científicos españoles que firman el manifiesto tenemos a 23 (3,8 %) que trabajan en lo que yo englobo como ciencias sociales, desde psicología y derecho hasta divulgación. No pueden ser considerados expertos en cambio climáticos ni bajo la más generosa de las acepciones. Por ejemplo tenemos al Dr. Daniele Conversi de la Universidad del País Vasco, donde hace investigación en Teoría Político/Social, Democratización Comparativa y Teoría del Nacionalismo. ¿Será una broma, no?


No nos olvidemos del prof. Enrique Cámara de Landa, catedrático de etnomusicología en la Universidad de Valladolid que se dedica a investigar la música de tradición oral y mixta en España, Hispanoamérica, Italia y la India. Aún me estoy rascando la cabeza tratando de encontrar la más ténue conexión entro eso y el clima. ¿Hay ya música étnica sobre el cambio climático? Todo se andará.
Y entre los científicos de disciplinas científicas la cosa tampoco está clara. Hay 15 (2,5 %) de las ciencias de la salud (medicina y farmacia), que seguro que tienen una opinión sobre el clima pero no puede ser considerada una opinión experta. El prof. Francisco Páez de la Cadena, de la Universidad de la Rioja, ingeniero agrónomo, es uno de los mayores expertos mundiales en la historia de los jardines, teniendo incluso su propia página en la Wikipedia en inglés. Estoy seguro que don Francisco podría contarnos cosas fascinantes de cómo los jardines se han ido adaptando al cambio climático a lo largo de los siglos pero ¿tiene experiencia profesional en las causas y posibles soluciones del cambio climático?

Los que estudian el clima mayoritariamente provienen de las ciencias físicas o matemáticas, puesto que son procesos físicos los que determinan el clima, aunque también hay procesos químicos en la atmósfera y los océanos que son muy relevantes. Así que vamos a desvelar el misterio. ¿Cuántos de los científicos firmantes trabajan en comprender como funciona el clima y qué causa sus cambios? Yo solo soy capaz de identificar a 4 climatólogos (0,7 %) en la lista. Y entonces, ¿quiénes son los demás firmantes? Pues al igual que mis colegas biólogos moleculares, 499 firmantes (81,6 %) pertenecen a las ciencias de la vida (biología y medio ambiente).


¿Por qué esta desproporción? Dentro de las ciencias de la vida están representadas numerosas disciplinas que no tienen ninguna relación con el clima. Microbiología, genética, biología molecular, veterinaria, etc. Es un engaño que estos científicos presten con su firma una credibilidad que no poseen a un artículo del clima. Dentro de las disciplinas biológicas están sobre-representados los firmantes de ecología, y dentro de estos son muy abundantes los firmantes de ecología forestal para lo pequeña que es esta subdisciplina en la ciencia en general. Y ello se debe a que los organizadores de este manifiesto son del departamento de ecosistemas forestales y sociedad de la Universidad del Estado de Oregon. Han fundado una organización denominada Alianza de Científicos del Mundo con el objetivo de hacer activismo climático. Y lógicamente lo que han hecho ha sido repartir el manifiesto entre sus colegas nacionales e internacionales con instrucciones de circularlo y luego han buscado gente de más de un centenar de países que les faltaban dispuesta a firmar. Un examen superficial de la lista completa de 11.224 firmantes muestra que la situación de España es extrapolable y la lista de 11.000 científicos está inundada de biólogos, seguidos de los estudiantes, y tiene una presencia testimonial de climatólogos.

En España se aprecia que el manuscrito fue circulado intensamente en algunos centros de investigación. Destacan la Estación Biológica de Doñana y el Museo Nacional de Ciencias Naturales, así como los centros y departamentos que hacen investigación agro-forestal.
Los científicos ecólogos están en una situación inmejorable para observar los efectos del cambio climático sobre los ecosistemas. El cambio climático es real, y los seres vivos se adaptan a él. Son los expertos que necesitamos para que nos digan cómo proteger el medio ambiente de las agresiones que sufre no tanto a manos del cambio climático sino del desarrollo de la civilización humana. Está el ejemplo reciente y sangrante del Mar Menor (ahora Mar Muerto II), con un comité de expertos que no consiguió ponerse de acuerdo antes de la catástrofe en las medidas a tomar, y un informe que a posteriori culpa a las grandes cantidades de materia orgánica y nutrientes procedentes de vertidos que con la DANA sufrieron un importante repunte.
Por lo tanto los ecólogos nos pueden hablar de los efectos del cambio climático, pero nada tienen que decir de sus causas y posibles soluciones. Eso corresponde a unos expertos de distinto tipo.

El Manifiesto
¿Y qué es lo que han firmado nuestros biólogos más insignes? El manifiesto tiene dos partes ilustradas por dos figuras donde están todos los datos y comienza con la siguiente frase:
Los científicos tienen una clara obligación moral de advertir a la humanidad de cualquier amenaza catastrófica y "contarlo tal y como es".
Una frase con la que estoy absolutamente de acuerdo pero que constituye una hipocresía en boca de los autores, porque no lo cuentan "tal y como es".

La primera figura muestra el cambio durante los últimos 40 años en algunas actividades humanas, población, fertilidad, ganado, carne (reiterativo), PIB, cubierta forestal, cubierta forestal en Brasil, energía, transporte aéreo, desinversión institucional en combustibles fósiles, emisiones, porcentaje de emisiones cubiertas por tasas al carbono, precio de dichas tasas y subsidios a los combustibles fósiles. Nada que objetar, pero no hay que olvidar que la cara de la moneda es que vivimos en una época dorada de la humanidad, el mejor momento para estar vivo para el mayor número de personas. Cualquier persona de clase media del mundo vive muchísimo mejor que cualquier emperador de la antigüedad.


A pesar del increíble aumento de la población del planeta en los últimos 200 años, la mayor parte de su población ha abandonado la pobreza extrema, incrementado el número de calorías que consume diariamente, recibe educación básica, sabe leer, vive en democracia y se evitan el 90 % de las muertes infantiles que tenían lugar. Además el número relativo de muertos en conflictos bélicos ha descendido a los niveles más bajos en cien años. El gran progreso de la humanidad en los últimos 200 años ha sido conseguido en buena parte gracias a los combustibles fósiles que han aportado la energía necesaria para abandonar el horrible estado en que se encontraba la humanidad antes de ellos. Cuando no los tengamos los echaremos de menos, y la decisión de abandonarlos, por muy necesaria que sea, no puede dejarse en manos de gente que no tiene ni idea de lo que habla porque pueden provocar la catástrofe inenarrable que dicen querer evitar.

La cruz de la moneda es que tenemos al resto de los seres vivos del planeta acorralados y bajo asedio y es absolutamente imprescindible que nos empeñemos en solucionar ese problema. Pero el cambio climático no tiene mucho que ver con eso. El cambio climático y el aumento de CO2 ayudan a las plantas y de rebote a los animales que viven de ellas. Entre otras cosas los inviernos son más suaves y la estación de crecimiento se alarga, lo que algunos ven como algo muy negativo, pero los seres vivos no.

La Manipulación
En su segunda figura el artículo contiene datos climáticos destinados a convencernos de que estamos en una crisis climática: gases de efecto invernadero, temperatura, hielo, cambios de energía, acidez y nivel de los océanos, área quemada en los EEUU y fenómenos extremos. No voy a ponerme a discutir el significado de los datos que presentan para no aburrir, pero sí voy a detenerme en el único dato en el que son expertos los autores del artículo, dado que se refiere a su especialidad, la ecología forestal. Se trata del área quemada en los EEUU, su país.


En la figura de la izquierda (A) están los datos oficiales del área quemada (acres) desde 1926 del National Interagency Fire Center. En 1930 se quemaron 52 millones de acres, en 2018 se quemaron 9 millones. La figura de la derecha (B) es del manifiesto de Ripple et al., 2019 en el que tratan de convencernos de que hay una crisis climática, muestra los mismos datos (hectáreas). Y no solo es engañoso porque arde una quinta parte de lo que ardía en los años 30 y la tendencia de los últimos 90 años es la opuesta (lo que es difícil explicar desde un punto de vista climático). La intención de engañar queda clara cuando se observa que no se han incluido los datos de 1980-82 para poder empezar la tendencia creciente desde antes. No hubo tendencia creciente hasta el 2000. En ciencia este comportamiento se llama selección de datos para apoyar una hipótesis y es inadmisible y suficiente para que un revisor dedicado hubiera tumbado el artículo por intento de engaño. Pero el alarmismo climático tiene pase libre.

Es un escándalo. Una vergüenza. Nos engañan totalmente a sabiendas porque esa es el área en el que son expertos. Me pregunto cuántos de los 11.000 firmantes saben eso y a cuantos no les importaría en absoluto engañar a la gente "por una buena causa". No hay ninguna crisis climática de incendios, no hay ninguna crisis climática de fenómenos atmosféricos extremos. Los científicos son tan fiables como los curas o los políticos porque salen de la misma sociedad. Y los científicos activistas son tan fiables como los curas pedófilos o los políticos corrompibles. Hay montones de científicos engañándonos como estos y muchísimos más que les prestan una legitimidad que no poseen porque no se han molestado en estudiar los datos de un campo científico que no es el suyo.

Hay más incendios porque en EEUU primero los ecologistas convencieron a los políticos de limitar o prohibir la explotación forestal en tierras públicas y luego se ha ido recortando el presupuesto para limpiar los montes, con lo que la cantidad de material combustible se acumula aumentando año a año hasta que se produce un incendio que no hay quien pare. Los que poseen tierras cercanas a parques naturales en EEUU y Australia están aterrados. Se les prohíbe hacer quemas preventivas por el riesgo de incendios y se les deja a merced de cualquier incendio que inevitablemente se va a producir tarde o temprano.

En España el tema de los incendios se lleva muy bien y la superficie quemada ha estado descendiendo desde los años 80, y no es un caso único, porque la superficie quemada en el mundo ha descendido un 24% entre 1998 y 2015.


Mentirosos y manipuladores, nos muestran solo la gráfica de EEUU en la que ha aumentado en las últimas décadas por causas que nada tienen que ver con el clima, cuando casi todas las demás gráficas del manifiesto son globales, porque saben que a nivel mundial el área quemada disminuye.

Tras demostrar que la crisis climática no existe en la especialidad en la que son expertos los autores de Ripple et al., 2019, a pesar de lo cual nos intentan engañar, dejo para otro momento el demostrar que no hay ninguna crisis climática en ninguno de los otros aspectos en los que los autores no son expertos. Ya habéis visto como las gastan los científicos activistas.

La Solución
Es hora de pasar a la solución que nos venden para una crisis que no existe. Son seis "sencillos" cambios:
1. Energía
El mundo debe de pasarse masiva y rápidamente a las energías renovables abandonando los combustibles fósiles y los países ricos deben pagar la transición de todos.
2. Polucionantes de corta vida
Hay que reducir rápidamente las emisiones de metano, hollín e hidrofluorocarbonos, lo que de alguna forma piensan que va a incrementar el rendimiento de las cosechas (nunca ha dejado de aumentar).
3. Naturaleza
Debemos proteger y recuperar los ecosistemas reduciendo la pérdida de hábitats y biodiversidad.
4. Comida
Debemos hacernos vegetarianos (o casi), al tiempo que reducimos el desperdicio de comida.
5. Economía
Debemos reducir la extracción de materiales, cambiar a una economía libre de CO2 y en vez de incrementar el PIB, reducir la desigualdad.
6. Población
Debemos reducir la velocidad de aumento de la población mediante las medidas de planificación familiar, la igualdad de género y la educación femenina.

Partimos de la base de que no saben de lo que hablan excepto en el tercer punto. Para el resto es simple opinión tan válida como la de cualquier otro.
El implementar la primera rápidamente es imposible. Nos hemos dejado una fortuna en renovables y nuestra dependencia de los combustibles fósiles en términos absolutos ha aumentado. Se consume más petróleo, carbón y gas que nunca. Y si no fuimos capaces de hacerlo cuando éramos más ricos, antes del 2008, menos ahora que somos más pobres. Prueba a ponerle a la gente más impuestos a la gasolina como hizo Macron y además diles que va a ser para pagarle la transición energética a Marruecos.
La segunda es muy razonable. El problema es que los países desarrollados son los que más cuidan la polución de sus industrias y más normativas medioambientales tienen, mientras que los países en desarrollo pasan del tema porque así son más competitivos y se nos comen económicamente. De China, la India y Rusia han salido 91 de las 11.224 firmas, un 0,8%. ¿Cuánto contaminan los tres juntos? Que los autores dejen la ciencia a la que maltratan y lleven su activismo a esos países. br /> La tercera la apoya cualquier persona sensata. Si el manifiesto fuera de proteger el medio ambiente yo lo firmaría encantado, pero de nuevo, eso no tiene nada que ver con el clima ni lucha contra ninguna supuesta emergencia climática.
La cuarta se mete en la vida personal y va contra nuestra esencia omnívora como especie. El que quiera hacerse vegetariano que se haga, yo fui vegano durante un tiempo, pero no hay por qué obligar a los demás con engaños.
La quinta es muy probable que resultara en una sociedad en la que la gran mayoría seríamos más iguales pero por abajo, al estilo soviético. Nuestra economía se pone muy malita cuando no crece, y las recetas para el decrecimiento suenan como una quimio que podría matar al paciente. Estos biólogos están totalmente fuera de la realidad con su propuesta.
Y la sexta, buena suerte. Los países con planificación familiar disponible para todos, que intentan la igualdad de género y educan a sus niñas son los que no crecen. Y los que crecen rechazan todo eso. Parece que estemos siguiendo una estrategia anti-darwinista, un término que seguro que entienden los autores.

Así de banal y falsa queda la emergencia climática declarada por más de 11.000 científicos de 153 países. Y el problema es que con el alarmismo climático pasa lo mismo en todo. En cuanto te pones a rascar y analizas los datos no queda nada. Es todo engaño y fantasía. Pero el engaño de la crisis climática ya no hay quien lo pare. Hace ya tiempo que pasó el punto en que se convirtió en "too big to fail".

Fuente: Blog Game Over

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Si queremos una sociedad sustentable necesitamos lograr nuevamente el equilibrio entre sociedad, medio ambiente y economía, empezando por el concepto y el diseño de nuestros propios espacios para lograr una mayor convivencia con el medio natural y social, y al mismo tiempo fomentar la autosustentabilidad energética y de alimentos, así como mejorar nuestra calidad de vida con una estética en la vivienda, el buen manejo del agua potable y residual, al igual que el manejo sustentable de los desechos y residuos sólidos que generamos en nuestras casas y hábitats.

Este proyecto nos introduce a un estilo de vida modelo para un mejor futuro y presentar soluciones concretas para enfrentar problemas como la contaminación del agua, el calentamiento global, la erosión del suelo y la pérdida de la biodiversidad y recuperar valores como la armonía entre la estética y la arquitectura, la convivencia y la paz.

El proyecto es la búsqueda total de una mejor calidad de vida para los individuos, las sociedades y el planeta.