El término Carrera de la Rata, o Rat's Race en su versión anglosajona, define una búsqueda interminable, contraproducente e inútil, equiparando a los seres humanos con una rata que intenta ganarse un queso como recompensa en vano. Esto conlleva un estilo de vida agotador y repetitivo, como un hámster dando vueltas sin parar en su rueda, con la que jamás llega a ningún sitio.
El término se hizo famoso por medio de Robert Kiyosaki, a través de su excelente libro: "Padre rico, padre pobre". En él cuenta las diferencias entre dos padres de familia, uno atrapado en hipoteca y cientos de gastos superfluos que le impiden generar riqueza y otro de éxito, que invierte todo lo que puede, vive muy por debajo de sus posibilidades y con menos bienes materiales que el padre pobre. Sin embargo, el padre rico, es mucho más libre, porque no solo depende de los ingresos de una nómina, sino de sí mismo, y de sus propias inversiones y decisiones. En realidad, es dueño de lo más valioso que tenemos los seres humanos: el tiempo.
La clave para abandonar esa carrera de la rata es la Educación Financiera. La diferencia entre una empresa que genera dinero, es que esta primero ingresa y luego paga impuestos. En el caso de los individuos particulares, es al revés, primero pagamos impuestos y después, ingresamos nuestras nóminas. Se trata de cambiar esto a través de las herramientas que existen en el mercado, y que a día de hoy ya no son inalcanzables para los pobres, sino que simplemente las desconoces por falta de Educación Financiera.
Todos conocemos gente con buenos salarios, que trabajan y tienen buenos ingresos, algunos incluso en puestos de gran estabilidad como es la función pública, y ni siquiera llegan a fin de mes. El problema es que viven por encima de sus posibilidades, porque el ser humano siempre busca una mayor comodidad y certidumbre. Eso les lleva a no poder dejar de correr en la rueda de la rat's race, incluso a edades avanzadas, porque no han sido capaces de reducir sus expectativas, vivir con un perfil más bajo en un piso más moderno, y poder ahorrar un excedente para invertirlo. Esa inversión y esos ingresos de alguna manera pasivos, son los que en el futuro nos darán la posibilidad de elegir nuestro destino, rechazar un trabajo que no nos gusta, disfrutar de un año sabático para viajar, enviar a nuestros hijos a Estados Unidos, con el tío Sam, o simplemente no hacer nada más que descansar y gestionar nuestras propias rentas.
Para los que hayan visto este vídeo de Youtube, describe de forma graciosa la felicidad humana a través de una ratita atrapada en su aburrida pero lucrativa vida diaria:
En la mayoría de casos, depende de uno mismo donde quiera estar en el futuro. No sirve de nada quejarse, sino actuar. Actualmente asistimos a una carrera de la rata en España más feroz que nunca, donde se devalúan los salarios y las empresas patrias. La mayoría de inmuebles tienen precios congelados de hace 10 años, y mientras tanto, las empresas de calidad y las del Nasdaq, siguen subiendo como la espuma. O actuamos lo antes posible, o el futuro será mucho más difícil, pues como decía Taleb, no hay peor droga, que tener una nómina mensual.
Recuerden que la felicidad no se encuentra en el dinero, en los bienes materiales o en tener una casa con piscina. Esta se encuentra en disponer de más tiempo, y hacer con él lo que nos hace realmente felices.
Fuente: Blog Compounders: Componiendo a Largo Plazo
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