lunes, 9 de noviembre de 2020

El Fenómeno Atmosférico de La Niña

Hace 10 años que no nace una Niña tan grande en el Pacífico y aquella vez trajo desastres, hambrunas y enfriamiento global. ¡Qué ocurrirá con el calentamiento global?

La Niña es una fase de la "Oscilación del Sur El Niño" (ENSO), siendo las otras dos El Niño y Neutra, un fenómeno climático repetitivo que constituye la variabilidad climática que más efecto tiene sobre el tiempo meteorológico en el planeta a corto plazo.
Tras el Gran Niño de 2015-16 se esperaba que viniera una gran Niña, como había pasado las dos veces anteriores (1982-83 y 1997-98), pero no fue así. La Niña que vino en 2017 fue tan pequeña que casi no califica como Niña. En consecuencia la temperatura global ha permanecido elevada entre 2015 y 2020. Eso está a punto de cambiar.

No es algo que se comente a menudo, pero la temperatura media del océano es de tan solo 3,5 °C. Podemos imaginar el planeta como un cubo de agua muy fría con una capa de dos centímetros templada (17 °C de media) en la superficie, y una corteza de naranja flotando, sobre la que vivimos nosotros. La temperatura del aire depende de la temperatura de la superficie del agua, porque la capacidad térmica de la atmósfera es baja. Es la superficie la que calienta la atmósfera, y el 70 % de ella es océano. A igual latitud, Europa Occidental es más templada que el Norte de América del norte porque el aire que nos llega y viaja con la Corriente del Golfo proviene del Sur.


Cuando se produce una Niña el agua del Pacífico se mezcla un poco más. La Circulación Walker se produce porque los vientos alisios soplan desde las altas presiones del Pacífico Oriental (Perú) hacia las bajas presiones del Pacífico Occidental (Indonesia). Al hacerlo arrastran consigo las aguas en la corriente ecuatorial del Pacífico y hacen aflorar las aguas profundas frías ricas en nutrientes en las costas de Perú que permiten la abundancia de anchoas. La Niña incrementa la diferencia de presión reforzando los alisios y haciendo que surja una gran lengua de agua fría que se extiende desde las costas de Perú hasta el Pacífico Central, con una profundidad de más de 100 m.


Durante El Niño el planeta libera energía desde el océano al espacio y lo que a nosotros nos parece un calentamiento en superficie, constituye en realidad un enfriamiento planetario. Durante La Niña se produce el efecto contrario, el agua fría reduce la evaporación y las nubes sobre el Pacífico, con lo que llega más energía del sol a la superficie y el planeta gana más energía a pesar del enfriamiento que medimos en superficie. Esto tan sencillo la mayoría de la gente no lo entiende y no ayuda que el calentamiento producido por El Niño se achaque en los medios al calentamiento global, mientras que el enfriamiento producido por La Niña se despacha diciendo que se trata de La Niña más caliente hasta la fecha.


En realidad ENSO no tiene que ver con el cambio climático y son oscilaciones que no afectan a la tendencia a largo plazo. Sin embargo en periodos alternativos de unos 25-30 años hay una mayor frecuencia de uno de los extremos. Entre 1976 y 1999 hubo una desviación de la media hacia una mayor frecuencia e intensidad del Niño, y este periodo coincide con el periodo de calentamiento más rápido de la superficie. Desde 1999 hay una desviación de la media hacia una mayor frecuencia de Las Niñas. Parte de este periodo es conocido como La Pausa (2002-2014) por la ausencia de calentamiento, y todo el calentamiento del siglo XXI se produjo durante los años 2014-2016 (ver fig. 16), coincidiendo con El Gran Niño de esos años.


El Niño y La Niña son altamente variables no solo en su intensidad, sino que también presentan distintos tipos dependiendo de cómo afecten a las distintas regiones del Pacífico. En El Niño y La Niña tradicionales la anomalía de las temperaturas de la superficie del océano afecta sobre todo al Pacífico Oriental (EP), mientras que en El Niño Modoki o La Niña CP afectan sobre todo al Pacífico Central. Sus efectos sobre el tiempo atmosférico son muy distintos, lo que complica enormemente las predicciones.

Efectos de La Niña a Nivel Mundial
ENSO tiene un fuerte efecto sobre la temperatura de superficie a nivel global a medida que los efectos del calentamiento o enfriamiento de una gran zona del Pacífico se van transmitiendo durante los meses siguientes por la atmósfera, pero aún más importante es que altera los patrones atmosféricos afectando mucho al tiempo atmosférico y a las precipitaciones. La Niña trae grandes sequías en el África Oriental, la costa Atlántica de Sudamérica y el medio Oeste de los EEUU, y grandes inundaciones en Australia, Indonesia, Filipinas, Sudáfrica y América Central. Por si fuera poco se incrementan los huracanes sobre el Atlántico si La Niña coincide con la temporada de huracanes. La Organización Mundial de Meteorología (WMO, o OMM) ha emitido una nota de prensa avisando de sus posibles efectos.


La anterior Niña de intensidad fuerte tuvo lugar en 2010-2011, hace una década, y fue seguida por una Niña de baja intensidad en 2011-12. A finales de 2010, la temporada de lluvias de otoño en África Oriental se redujo a menos de una cuarta parte de lo normal. Al fallar también las lluvias de primavera de 2011 (no provocado por La Niña), se produjo la peor sequía en 60 años, provocando una seria hambruna. Australia recibió lluvias muy superiores a lo normal dos años seguidos, y muchos lugares recibieron precipitaciones récord. La Niña de 2010-11 contribuyó a la continuación de la sequía histórica en el norte de México y el sur de los Estados Unidos en 2011. El 85 por ciento de México se vio afectado por algún nivel de sequía en junio, y el país sufrió su peor temporada de incendios forestales en la historia.
La Niña de 2010-2011 afectó a los precios de los alimentos, que ya se encontraban al alza por la recuperación de la crisis del 2008 y el aumento del precio de la energía. Las cosechas de soja, palma, maíz, colza, azúcar, café y caucho pueden verse perjudicadas, presionando los precios al alza.



Cuando La Niña es fuerte hace descender incluso el nivel del mar, que descendió más de 5 mm desde mediados de 2010 hasta el 2012.



Efectos de La Niña sobre Europa
La Niña tiene un efecto mucho más moderado sobre Europa que El Niño. Tiende a producir inviernos más moderados en el Norte de Europa (particularmente UK), e inviernos más fríos en el Suroeste de Europa, incrementando la nieve en el Mediterráneo. Las precipitaciones tienden a verse disminuidas. Estos efectos son mediados por la Oscilación del Atlántico Norte (NAO), que determina el tiempo en la región Atlántica, particularmente en invierno, y que se ve afectada no solo por ENSO sino por otros factores más.
Uno de los factores que afectan al tiempo en invierno es la actividad solar, que en mi opinión no está suficientemente reflejada en los modelos. La actividad solar afecta al Vórtice Polar, que cuando es alta suele estar bien formado y mantiene las masas de aire polar bien sujetas al Ártico, mientras que cuando la actividad solar es baja el Vórtice Polar tiende a desorganizarse mandando masas de aire polar a latitudes intermedias, produciendo olas de frío.
El anterior mínimo solar tuvo lugar en diciembre de 2008 y sus mayor efectos sobre el tiempo se suelen notar uno o dos años después. En el invierno de 2010-2011, al igual que pasará este invierno (mínimo solar en diciembre de 2019), coincidieron la baja actividad solar y una fuerte Niña. Dicho invierno de 2010-2011 fue uno de los más fríos del siglo en Europa. Cabe recordar la masiva tormenta de nieve del 29 de diciembre de 2010 que cubrió prácticamente toda Europa de un manto blanco, como mostraron las extraordinarias imágenes de satélite.


Las predicciones del tiempo se suelen quedar cortas al pronosticar un otoño e invierno más cálidos y secos de lo normal. El mínimo solar tiende a desviar las borrascas del Atlántico más hacia el Sur, haciendo que afecten más a la Península Ibérica.

Fuente: Rankia Blog Game Over?

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