La crisis de las hipotecas del 2008, alimentada por un ambiente financiero que favorecía toma de riesgos extremos, terminó como toda crisis capitalista: con una transferencia multimillonaria de riqueza de los más pobres a los más ricos.
Si bien se nos repite hasta el cansancio que la mano invisible del mercado lo equilibra todo, que el mercado elimina a los actores que tomen decisiones equivocadas, lo cierto es que el grupo de gente más poderoso del sistema, el 0.1% de la población mundial, escapa a esas reglas. Para ellos no existen los riesgos, siempre habrá un
paquete gubernamental de rescate. Y así sucedió en la crisis del 2008.
Como dijo Bernie Sanders:
"Ni un solo gran ejecutivo de Wall Street fue a la cárcel por destruir nuestra economía en 2008 como resultado de su codicia, imprudencia y comportamiento ilegal. No. No fueron a la cárcel. Recibieron un rescate de un billón de dólares".
En el medio de esa crisis, en un golpe de efecto de relaciones públicas, esta elite mundial fue convocada por Gates, Buffett y Rockefeller en Nueva York en lo que
The Guardian denominó como "El Club del Bien". En conjunto tenían un patrimonio de 125.000 millones de dólares. Los nombres de algunos de los miembros son bien conocidos: Bill Gates, George Soros, Warren Buffett, Oprah Winfrey, David Rockefeller, Michael Bloomberg y Ted Turner. ¿Los temas tratados? "se centraron en la educación, la ayuda de emergencia, la reforma del gobierno, la profundidad prevista de la crisis económica y cuestiones de salud mundial como la superpoblación y las enfermedades". Fue, añade el diario The Guardian, "una cumbre para salvar el mundo."
En agosto de 2010, mientras continuaba el cimbronazo de la crisis, con millones de trabajadores perdiendo sus ahorros y sus hogares con las ejecuciones hipotecarias, y que en el mundo en desarrollo empujaba a
100 personas por minuto a la pobreza, 40 de las personas y parejas más ricas de Estados Unidos se unieron para formar
"un pacto para dar" llamado "The Giving Pledge".
¿Qué es el Giving Pledge? según la propia organización
"El Giving Pledge es un movimiento de filántropos que se comprometen a donar la mayor parte de su patrimonio a causas benéficas, ya sea en vida o en su testamento. (....) pretende cambiar las normas de la filantropía entre las personas más ricas del mundo, inspirándolas para que den más, establezcan antes sus planes de donación y den de forma más inteligente. Esto se consigue en parte creando una comunidad en la que los firmantes del Compromiso puedan asistir a sesiones de aprendizaje, compartir buenas prácticas e intercambiar ideas para maximizar el impacto de sus donaciones."
Marketing mediático de por medio, que nunca falta con estos niveles de riqueza y conexiones, la promesa no tardó en hacerse popular entre los ricos del mundo. En la actualidad,
el compromiso incluye a 236 de las personas, parejas y familias más ricas del mundo, de 28 países.
Extrañamente (o no tanto), 13 años después de la firma, los principales impulsores de esta generosa propuesta de donar la mitad de sus fortunas en vida o más, no sólo siguen viendo crecer su patrimonio a pasos agigantados sino que en muchos casos lo han duplicado.
Multiplicación de la riqueza de los billonarios que prometieron donar sus fortunas
Empecemos por el alma máter de la "filantropía" mundial
Bill Gates, magnate empresarial, desarrollador de software, inversor, autor y filántropo estadounidense. Omnipresente en los medios de comunicación y experto en temáticas varias de los problemas mundiales: crisis sanitaria, crisis climática, sobrepoblación, agricultura, etc.
En 2010 al hacer su compromiso altruista tenía un patrimonio de 40 mil millones de dólares, en 2020 más que lo duplicaba con $110 mil millones de dólares. En 2023 cuenta con $105 mil millones.
Sigamos con Warren Buffett, hoy con 92 años, y comprometido codo a codo con la Fundación Gates. En los últimos diez años, también, casi duplicó su patrimonio.
En 2015, Mark Zuckerberg, que había firmado el Giving Pledge a la edad de 26 años, decidió subir aún más la apuesta, comprometiéndose a
regalar el 99% de sus acciones de Facebook. Si hacemos historia, en 2011 Zuckerberg se encontraba en el puesto 52 de los hombres más ricos de Forbes, con 13.500 millones de dólares. A partir del 2015 siempre estuvo entre los 10 más ricos de ese ranking,
salvo en 2022 al perder en un año US$ 75 mil millones por la baja de las acciones y el poco rédito de su Metaverso. En 2022, su patrimonio ascendía a 67.300 millones de dólares. De todas formas, pese al mal resultado del último año, Zuckerberg quintuplicó su patrimonio desde 2011.
Si ahora analizamos a los millonarios mundiales en conjunto la tendencia es similar: una suba imparable en activos y en cantidad de miembros de este club de elite desde el año 2000, con una pequeña baja en la crisis del 2008, de la que rápidamente se recuperaron.
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